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Emitió un informe en el que señala «la intolerancia a la crítica y a la diversidad de opiniones por parte del Poder Ejecutivo»; también se refirió a la publicidad oficial y al Observatorio de Medios.
Fuente: La Nación
BUENOS AIRES (11/4/2008).- La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) emitió hoy un duro informe en el que sostiene su preocupación por la relación que el Gobierno mantiene con la prensa. «Observamos con preocupación cómo desde la más alta responsabilidad del Gobierno se confronta con quienes no comparten sus ideas, desechando el diálogo y descalificando la labor de la prensa libre, sin advertir que la confrontación como método para avalar la acción de gobierno es generadora de conflictos y perturba la convivencia armónica en democracia», señala el texto. Si bien la entidad sostiene que «hay libertad de prensa», manifiesta que son cada vez más frecuentes los condicionamientos. «No es la primera vez que en los últimos cinco años nuestra entidad señala la intolerancia a la crítica y a la diversidad de opiniones por parte del Poder Ejecutivo», destaca. Sobre este punto, detalla una larga lista de ejemplos: «En los últimos años hemos asistido a situaciones de abuso de poder como interferencias en las comunicaciones; amenazas a familiares de editores (Jorge Fontevecchia); alusiones personales a periodistas (José Claudio Escribano, Joaquín Morales Solá, Claudio Savoia, Adrián Ventura o Julio Blanck) o a los medios en que trabajan, llegando a la agresión física (Carlos Furman en la Provincia de Entre Ríos); el caso del ya fallecido Sergio Poma en Salta, condenado judicialmente a no ejercer la profesión por un año, y otros episodios en la provincia de Buenos Aires. También se vivieron situaciones preocupantes en otras provincias, como en La Pampa por parte del ex intendente Juan Carlos Tierno; en Misiones contra el diario El Territorio; en Corrientes contra el matutino Epoca, o el maltrato en Formosa a periodistas de un canal de TV durante un reciente proceso electoral. Cómo no recordar que en junio del 2006 se denunció la violación de los correos electrónicos personales de Bartolomé Mitre, director de LA NACION; de Daniel Santoro, periodista de Clarín, y de Luis Majul, entre otros. O que en Santa Cruz se dejó de emitir el programa radial «Séptimo día», de los periodistas Héctor Barabino, Héctor López y Daniel Gatti, ante la amenaza de perder la pauta publicitaria oficial. Asimismo fuimos testigos críticos de hechos discriminatorios como el levantamiento del programa de Víctor Hugo Morales en el canal oficial, y el de Pepe Eliaschev cuyo contrato no fue renovado en Radio Nacional.» Además, se refirió a la publicidad oficial. «Sigue siendo a nivel nacional, y en la mayoría de las jurisdicciones provinciales, un elemento discrecional utilizado no para asegurar el principio constitucional de información pública, sino como herramienta de dominación a través de premios y castigos», señala en el texto. Observatorio de Medios. Asimismo, ADEPA también expresó su inquietud por la propuesta del Gobierno de realizar una tarea de vigilancia sobre la prensa, «desnaturalizando los denominados Observatorios de Medios». «Se trata de un instrumento que -bajo el eufemístico objetivo de la diversidad- apunta a controlar la tarea informativa desde diversos organismos del Estado, algunos de ellos con poder punitivo como el Comfer», destaca.