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¿Pueden los administradores de bosques y plantaciones hacer un mejor trabajo al integrar la biodiversidad y los valores no maderables a los sistemas de plantación? Si. Según la National Wildlife Federation (Federación Nacional para la Conservación de la Fauna Silvestre) existen muchos ejemplos en todo el mundo donde los forestadores están experimentando activamente, o implementando directamente, medidas de biodiversidad claves en sus sistemas de plantación. Sin embargo, estos sistemas de plantación “más verdes” no fueron aún ampliamente reconocidos, ni sus técnicas han sido suficientemente introducidas en el manejo de la plantación al nivel y al ritmo de establecimiento de la nueva plantación. ARGENTINA (ENERO 2007).- La National Wildlife Federation (Federación Nacional para la Conservación de la Fauna Silvestre) tiene una larga historia de trabajo en Estados Unidos con propietarios de tierras privadas y públicas, para fomentar una gestión de los recursos que integre las necesidades de la fauna silvestre. Las estrategias de manejo forestal para plantaciones y áreas de bosques naturales han cambiado drásticamente en las últimas décadas. “Esto refleja en parte nuestra capacidad de dimensionar los efectos del manejo de maneras más precisas y nuestro creciente entendimiento de la red de relaciones ecológicas sostenidas por los bosques saludables”, explica el presidente y CEO de la NWF, Larry J. Schweiger. Los bosques proveen un hábitat crítico e irreemplazable para la fauna silvestre, como así también oportunidades para la recreación y el enriquecimiento espiritual. Los productos forestales son también un motor económico crítico para la economía global, a través de la oportunidad de realizar trabajos de cosecha, procesamiento y elaboración y la provisión de una amplia gama de productos de consumo. Los propietarios que eligen manejar sus bosques para la producción de madera deben decidir generalmente si utilizarán un sistema de manejo del bosque natural o una plantación. Las plantaciones generalmente rinden más producto en menos tiempo que los bosques naturales, pero con frecuencia resultan en un ecosistema simplificado. Las especies silvestres han variado sus requerimientos de alimentos, agua, protección y áreas de reproducción que cubren una variedad de tipos de sucesión del bosque, desde bosques muy jóvenes a bosques muy maduros. La diversidad del hábitat a nivel de paisaje generalmente ofrece mejores oportunidades de satisfacer las necesidades de la fauna en lugar de esforzarse por proteger todos los componentes de la diversidad dentro de cada rodal o unidad de manejo. Durante la década que abarcó de 1993 a 2003, el área mundial de plantaciones forestales aumentó estimativamente en 32 millones de hectáreas, mientras que el área de bosques naturales disminuyó en 126 millones de hectáreas. Y se espera que esta tendencia continúe. Como los sistemas implantados representan una proporción creciente del paisaje forestado, la necesidad de incorporar la biodiversidad se ha vuelto más urgente. Ahora… ¿Pueden los administradores de bosques y plantaciones hacer un mejor trabajo al integrar la biodiversidad y los valores no maderables a los sistemas de plantación? Si. Según la National Wildlife Federation (NWF) existen muchos ejemplos en todo el mundo donde los forestadores están experimentando activamente, o implementando directamente, medidas de biodiversidad claves en sus sistemas de plantación. Sin embargo, estos sistemas de plantación “más verdes” aún fueron ampliamente reconocidos, ni sus técnicas han sido suficientemente introducidas en el manejo de la plantación al nivel y al ritmo de establecimiento de la nueva plantación. negrita/Estrategias para integrar la biodiversidad/negrita Como los sistemas de plantaciones son los más ampliamente adoptados, NWF considera que las técnicas que trasciendan el enfoque históricamente estrecho e intensivo en la necesidad de productividad, sean más fuertemente investigadas y fomentadas. Esos complejos modelos de plantación ayudarían a proteger y conservar la resiliencia ecológica y la productividad económica de las áreas implantadas. La investigación científica y la experiencia en manejo revelaron una variedad de estrategias para incorporar consideraciones de biodiversidad a los sistemas de manejo de plantaciones. El presente informe de la NWF describe el uso de varias técnicas, incluyendo aquellas que ponen énfasis en lo siguiente: *Mantenimiento de la conectividad del paisaje: la fragmentación del hábitat crea barreras y brechas que inhiben la capacidad de la fauna silvestre y acuática de satisfacer sus necesidades de hábitat. Un área con alta conectividad permite a las especies moverse a través del paisaje y resuelva fácilmente sus necesidades de hábitat. Las estrategias de mantenimiento incluyen el establecimiento de corredores y pasaderas, la conservación de legados biológicos, y la consideración cuidadosa de la ubicación de la red de caminos. *Mantenimiento de la diversidad del paisaje: las especies de la fauna silvestre han variado sus requerimientos de hábitat, y la diversidad a escala de paisaje es generalmente la mejor forma de satisfacer estos requerimientos. Las estrategias incluyen variación en el tamaño y forma de los rodales de plantación, la implantación de una variedad de especies incluyendo especies nativas cuando sea posible, el establecimiento de rodales mixtos, la conservación de áreas de bosque nativo y la utilización del fuego indicada y controlada cuando sea apropiada. *Mantenimiento de la complejidad estructural a nivel de rodal: el manejo de la complejidad y la diversidad dentro de los rodales forestales satisface las necesidades de hábitat de diferentes especies y contribuye a la diversidad a escala de paisaje. Las estrategias incluyen variar el espaciamiento entre árboles, o aumentar el espaciamiento, cuando se realiza la plantación, conservar porciones de suelo con cobertura de bosques nativos, hacer raleos, incorporar legados biológicos -árboles remanentes, restos leñosos en descomposición, tocones altos- y extendiendo las rotaciones de cosecha. *Mantenimiento de la integridad y protección de ecosistemas acuáticos y zonas riparias: los lagos, arroyos, humedales y otros ecosistemas acuáticos sostienen gran parte de la biodiversidad en las áreas forestadas. El establecimiento de zonas de manejo de áreas riparias o márgenes de cursos de agua, humedales protegidos, y la rehabilitación de cursos de agua degradados, mantendrá la calidad de agua, el flujo de agua, y reducirá la probabilidad de erosión del suelo. *Variabilidad en las acciones de manejo: la aplicación de diferentes estrategias a través de una propiedad les permite a sus propietarios aspirar al mejor ajuste para una situación específica en términos de productividad y biodiversidad. La implementación de una variedad de estrategias también diversifica el riesgo del propietario si resulta una respuesta negativa o por debajo de la óptima de una estrategia. La variabilidad es explícitamente reconocida en programas de cosecha, raleo y zonificación de tierras forestales, pero puede también ser la sumatoria de muchas estrategias diferentes. Como en cualquier operación de manejo forestal, el contexto específico y los objetivos de un sistema de plantación deben ser considerados a fines de identificar apropiadamente las estrategias de biodiversidad. No todas las estrategias son apropiadas en todas las unidades. Las operaciones de manejo de plantaciones ecológicamente progresivas ya incorporan estrategias para favorecer la conservación de la biodiversidad. Aunque el objetivo fundamental de poseer y manejar plantaciones forestales industriales es la producción de madera y pulpa, esto no imposibilita el manejo que sostiene tanto la productividad como la biodiversidad. El estudio de casos destacó varios ejemplos de todo el mundo donde los administradores de plantaciones están experimentando activamente e implementado muchas de estas estrategias. “Los resultados son compañías que son financieramente rentables a la vez que valorizan la conservación de la fauna silvestre y los servicios del ecosistema. Por supuesto estas compañías deben monitorear continuamente la efectividad de las diferentes estrategias y adaptar su manejo para incorporar las lecciones aprendidas”, subrayó Schweiger. cursiva/Más información en la Revista ArgentinaForestal.com Nº38/cursiva