| Nacionales |
En paralelo a su embestida contra las pasteras de Botnia y ENCE que se instalan en Uruguay, la secretaria de Medio Ambiente nacional, Romina Picolotti, puso en la mira a las papeleras argentinas: intimará a la planta celulósica de Puerto Piray (Misiones) a buscar «una solución productiva» para no generar contaminación, paso necesario para evitar medidas más cruentas, como la clausura preventiva
Fuente: Ambito Web
BUENOS AIRES (28/9/2006).- En este contexto la semana pasada viajó a la provincia la subsecretaria de Gestión Ambiental de la Nación, Florencia Roitstein (segunda autoridad de la cartera). Allí se reunió con el ministro de Ecología misionero, Luis Jacobo. Preocupación Según fuentes cercanas a Picolotti, en el encuentro los funcionarios «compartieron la preocupación por el funcionamiento de la planta» y por su impacto sobre «la salud de los trabajadores y de la comunidad en general», porque -afirmaron- «la empresa trabaja con un sistema que data de 1920». La alerta radica en la utilización de bisulfito de cloro para blanquear la pasta, en lugar de alguna otra tecnología de carácter no contaminante. «Acordaron tratar de buscar una solución productiva antes de aplicar otras medidas, como las clausuras preventivas», aseguraron las fuentes nacionales. En marzo pasado, el gobierno de Paraguay pidió a su par argentino que clausure en forma temporaria las plantas de celulosa argentinas instaladas sobre el río Paraná «por no cumplir las exigencias ambientales mínimas». Esa queja apuró el desembarco de Roitstein en Puerto Piray. El gremio de los trabajadores papeleros sigue con temor este escenario, ya que dan por sentado que la planta de la empresa Benfide -en la que trabajan cerca de 200 operarios- finalmente será cerrada. Sin embargo, el intendente de Puerto Piray, Nelson Melgarejo, aseguró que la enviada de Picolotti «en ningún momento habló del cierre de la planta», en declaraciones difundidas por Misiones On Line. Incluso el jefe comunal aseveró que le planteó su preocupación al ministro del Interior, Aníbal Fernández, durante su desembarco el pasado martes en Posadas. «Me dijo que está al tanto de lo que está pasando en Piray y se comprometió a realizar las gestiones necesarias para evitar un conflicto social», afirmó. En rigor, la empresa ya cumplió con una intimación del gobierno misionero en materia ambiental, por la cual inaugurará el próximo mes una planta de tratamiento de efluentes, para evitar que líquidos contaminantes se derramen sobre el arroyo Los Angelitos, uno de los afluentes del río Paraná. «Pero ahora es la Nación la que está exigiendo nuevos puntos», advirtió Melgarejo.
