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Lo dijo el presidente de Corma, José Ignacio Letamendi, y defiende planta Itata de Celco y su viabilidad ambiental. Llama a no rechazar las opiniones profesionales que avalan a Itata por la mala experiencia en el río Cruces, en Valdivia.
Fuente: Lignum
CHILE (17/3/2006).- La amarga experiencia y el alto costo en imagen pública que le valió a Celulosa Arauco la muerte de los cisnes en el Santuario de la Naturaleza Carlos Adwanter, en Valdivia, es un episodio que la Corporación de la Madera (Corma) -el gremio que agrupa a los empresarios del sector forestal- está empeñada en no repetir. En especial en estos días, en que las comunidades cercanas al nuevo gran proyecto del grupo Angelini, el Complejo Forestal Nueva Aldea en Itata, Octava Región, se han comenzado a movilizar para impedir el inicio de las operaciones programadas para junio. El problema de credibilidad en materia ambiental que heredó la planta Valdivia quedó de manifiesto el domingo pasado, cuando 1.500 lugareños, entre ellos líderes sociales, religiosos y deportivos, acudieron a una liturgia en la que pidieron a las autoridades detener la inminente puesta en marcha del proyecto, acción que para el presidente de Corma, José Ignacio Letamendi, carece de sentido. «No podemos parar los nuevos proyectos por lo que pasó con Celco en Valdivia sólo porque sale un sacerdote, que es el párroco de Coelemu, y dice: «No le creemos a nadie, así que no se hace nada». Es decir que 1.500 personas que se juntaron el otro día en una misa, versus la autoridad del país, versus la seriedad de una empresa y de todos los consultores internacionales que trajeron para aprobar con los mejores estándares, funcione en contra de los 14 millones 950 mil (personas) que opinan lo contrario. La autoridad es creíble, la ley es creíble, y cuando la ley se cumple las cosas se hacen. Esto es llegar a extremos», dijo. El dirigente asume que es difícil lidiar con el legado del río Cruces, pero, a su juicio, el país y las comunidades deben reestablecer las confianzas. «El sector forestal después de lo de Celco (en el río Cruces) tiene mayor conciencia y sensibilidad de lo que se puedan imaginar y está cumpliendo», aseguró. Además, recalcó que la nueva planta de Celco -que requirió una inversión de US$ 1.400 millones- aprobó todas las instancias medioambientales pertinentes con estándares más altos a los exigidos por la normativa chilena. De hecho, Nueva Aldea lanzará sus residuos líquidos durante los primeros 18 meses en el río Itata, mientras se construye un ducto que vertirá 2,3 kilómetros már adentro los desechos, luego de tres tratamientos previos. Para conseguir la autorización, Celco se someterá a un sistema de monitoreo de los residuos que verterá en el río en forma provisoria, que medirá el volumen de las aguas y regulará la emisión en 15 puntos bajo 88 parámetros que incluyen metales pesados. Letamendi asegura que este sistema de prevención es de los más altos a nivel mundial. «La planta de Nueva Aldea pasó todos y cada uno de los filtros pos Valdivia con los niveles de exigencia muy elevados. A raíz de los problemas que tuvo Celco (en la planta Valdivia) me atrevo a asegurar que hoy en día todas las instalaciones nuevas de celulosa en Chile cumplen con los estándares más altos del mundo. También se está ajustando la industria antigua, pero en las instalaciones nuevas no hay plantas más reguladas en el mundo que éstas», recalcó. El futuro de Letamendi Ante los trascendidos de que José Ignacio Letamendi podría irse de Corma tras ocho años en la presidencia, el dirigente asegura que no lo ha decidido. La entidad enfrentará en agosto su elección de directiva, que lejos de disputarse enconadamente la presidencia como ocurre en la Sociedad Nacional de Agricultura o en la Confederación de la Producción y del Comercio, suele tener una lista única, sin confrontaciones y mantener a sus dirigentes por largos períodos. Respecto de lo que se ha señalado sobre que Letamendi querría más tiempo para velar por sus negocios forestales y ganaderos, el dirigente aseguró que eso se verá «en agosto» cuando se cumpla el plazo. Hace dos años también se especuló sobre su renuncia al cargo que ejerce ad honorem, pero más tarde fue ratificado. Fuente: La Tercera