El consultor y exministro del Agro de Misiones, Sebastián Oriozabala, advirtió que la forestoindustria provincial atraviesa una de las crisis más severas de los últimos años. Con el 80 % de las pymes dependiendo del mercado interno -actualmente deprimido-, la pérdida de competitividad, los altos costos energéticos y la falta de políticas nacionales agravan un escenario que amenaza la sostenibilidad del sector.
Fuente: MisionesOnline
MISIONES (14/10/2025).- En diálogo con el programa Arriba Misiones de Misiones Online, el economista Sebastián Oriozabala, exministro del Agro y actual titular de la Consultora Impulsa, realizó un diagnóstico contundente sobre la situación del sector forestoindustrial. “La realidad es que se enfrenta una crisis profunda en la foresto-industria”, afirmó.
Misiones, reconocida por ser la provincia del norte argentino con mayor cantidad de industrias madereras y producción con valor agregado, atraviesa un escenario de fuerte contracción.
El 80 % de las pymes del rubro depende del mercado interno, hoy gravemente afectado por la retracción del consumo, la pérdida del poder adquisitivo y el encarecimiento de los costos.
“Misiones es la provincia del norte argentino con mayor cantidad de industrias en todos los rubros. No hay otra con la diversidad y magnitud del aparato industrial que tiene”, destacó Oriozabala.
El sector forestoindustrial constituye el principal motor productivo provincial, con unas 450 industrias activas y más de 380.000 hectáreas forestadas, lo que posiciona a Misiones como líder en agregado de valor, aunque Corrientes la supera levemente en superficie implantada.
“Corrientes tiene más extensiones de árboles plantados, pero Misiones tiene más industrias con valor agregado”, señaló el economista, y advirtió que el 85% de la producción maderera se destina al mercado interno, pero «hoy paralizado».
“El año ha sido muy negativo para la madera. Hay una caída acumulada del 25% en la producción y casi un 50% de capacidad ociosa en los aserraderos. La falta de obra pública y privada frena toda la cadena, desde los muebles hasta la construcción”, explicó.
Altos costos y pérdida de competitividad
El panorama financiero y operativo del sector tampoco ofrece alivio. Oriozabala subrayó que “no hay un horizonte de mejora a corto plazo”, en un contexto donde las tasas bancarias superan el 100% anual y el costo de la energía eléctrica se incrementó más de un 200%.
A estos factores se suman problemas logísticos por el aumento del combustible y la paralización de los programas nacionales de incentivo. “La Ley de Promoción Forestal está sin presupuesto desde hace más de un año y medio, lo que frenó totalmente las nuevas plantaciones”, añadió.
Riesgos estructurales: envejecimiento de plantaciones y pérdida de empleo
El economista también advirtió sobre los efectos estructurales que podrían comprometer el futuro de la actividad.
“Muchos productores decidieron no cosechar por la baja del precio de la madera, y eso genera un envejecimiento de las plantaciones: casi un 30% supera los 25 años, que es el límite óptimo. Después, la calidad empeora”, explicó.
Además, alertó sobre la pérdida de mano de obra calificada, un capital humano que lleva años formar. “Un operario especializado en la forestoindustria tarda años en capacitarse, y hoy muchas industrias están suspendiendo o despidiendo personal”, remarcó.
Pese al panorama adverso, Oriozabala valoró los esfuerzos del Gobierno provincial por aliviar la carga tributaria, ofrecer créditos subsidiados y potenciar las exportaciones a través del Puerto de Posadas. Sin embargo, sostuvo que la crisis “excede el ámbito provincial”.
“Incluso grandes aserraderos del norte de Corrientes están reduciendo personal o al borde del cierre (por crisis financiera), como Tapebicuá. Recuperar la capacidad técnica y el conocimiento del universo forestal llevará años”, concluyó.
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