El organismo de financiamiento internacional de la ONU destinó USD 802 millones a proyectos de financiación climática y alcanzó a más de 95 millones de personas en zonas rurales. Se prevé un crecimiento sostenido en su nuevo ciclo 2025.
Fuente: FIDA
ROMA (25 de junio de 2025) – El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), organismo de las Naciones Unidas, concluyó su ciclo trienal 2022-2024 con una inversión récord de USD 3.300 millones en proyectos nuevos destinados a transformar las economías rurales de todo el mundo, con foco en pequeños agricultores y emprendedores del campo.
El Informe Anual 2024, publicado esta semana, revela que el FIDA continúa ampliando su impacto global con más de 95,6 millones de personas beneficiadas a fines de 2023, superando ampliamente las cifras del año anterior (85,7 millones).
Solo en 2024, se aprobaron más de USD 802 millones en financiamiento climático, de los cuales un 90% se destinó a proyectos de adaptación al cambio climático.
“Estamos convencidos de que una agricultura próspera es clave para resolver muchos de nuestros problemas. Nos enfocamos en resultados concretos y en expandir el impacto de nuestra labor para los próximos años”, afirmó Álvaro Lario, presidente del FIDA.

Cambio climático: una prioridad
La institución señaló que el 94% de los proyectos aprobados en 2024 incorporan estrategias de adaptación climática, una cifra récord que reafirma el compromiso del FIDA con la resiliencia rural frente a fenómenos climáticos extremos, volatilidad de precios y barreras en el acceso a tecnologías y mercados.
El duodécimo ciclo de financiamiento (2022–2024) mostró una clara tendencia a reforzar capacidades locales y soluciones sostenibles, apuntando al crecimiento inclusivo del agro en contextos vulnerables.
En paralelo, el FIDA duplicó en cinco años su presencia en terreno, alcanzando 51 oficinas en 49 países y logrando que el 42% de su personal trabaje directamente en las zonas rurales, acercando soluciones efectivas a las comunidades más postergadas.
En términos de empleo, los proyectos en ejecución generaron alrededor de 200.000 nuevos puestos de trabajo, con un fuerte enfoque en mujeres y jóvenes del ámbito rural, lo que potencia la inclusión y el desarrollo local.
“Con casi 50 años de experiencia, sabemos cuáles son las soluciones. Hoy ampliamos nuestro alcance para transformar más vidas en más lugares del mundo”, concluyó Lario.
De cara a 2025, el FIDA inicia un nuevo ciclo con renovadas expectativas de crecimiento, mayor inversión en clima y un foco aún más agudo en la equidad territorial. La estrategia se centra en transformar los medios de vida rurales mediante alianzas globales, inversión responsable y políticas públicas basadas en evidencia.