Últimas noticias

Opinión

José Olinuck se despide del INTA tras 47 años: una vida dedicada a la agrometeorología y al servicio de la producción agropecuaria

Con una carrera ejemplar de casi medio siglo, el técnico agrometeorólogo José Olinuck se jubiló del INTA Cerro Azul dejando para el sector productivo del NEA un trabajo estadístico invaluable sobre temperaturas, lluvias y otras condiciones metereológicas, además de la consolidación de una red de estaciones agrometeorológicas. Su labor silenciosa, meticulosa y constante permitió anticiparse al clima y mejorar las decisiones de miles de productores.

 

Por Patricia Escobar

@argentinaforest 

Fotos:INTA Misiones 

 

MISIONES (12/6/2025).- Cuando en 1978 José Olinuk ingresó como técnico al INTA Cerro Azul para hacerse cargo del área de Agrometeorología, seguramente no imaginaba que su trabajo marcaría a fuego el desarrollo de esta disciplina en la región. Hoy, a pocos días de su jubilación -trabajó hasta el 31 de mayo-, repasó con emoción una vida entera dedicada a observar el clima, recolectar datos, emitir boletines y, sobre todo, ser fuente confiable de información para productores, investigadores, docentes y estudiantes.

La agrometeorología, una rama relativamente nueva dentro de la ciencia agropecuaria cuando él comenzó, fue su vocación y su especialidad durante 47 años. “El clima influye en todo y es muy importante para el productor recibir información, porque de eso depende sus rendimientos, cuidado del suelo, riego, humedad, heladas, temperaturas extremas de sequía o altas temperaturas, balance hídrico, y cada cultivo tiene su momento. Es cada vez más imprescindible tener datos precisos para tomar decisiones”, afirma Olinuck en diálogo con ArgentinaForestal.com.

Oriundo de Almafuerte, en el departamento de Leandro N. Alem, en Misiones, realizó sus estudios primarios en la ruralidad, siguió la secundaria en la ciudad de Alem, y en Eldorado estudio la tecnicatura Agronomia Forestal (antes de la creación de la facultad de Ciencias Forestales de la UNaM).

Después realizó la tecnicatura en Observador de Metereologia que se dictaba en la EPET N°37 «Benjamín Matienzo» en la ciudad de Posadas, y finalmente, ya trabajando en el INTA, fue becado para cursar en la Universidad de Buenos Aires (UBA) la especialización de dos años en Agrometereología. «Realmente tengo mucho que agradecer al INTA porque esto me permitió tener las herramientas necesarias para avanzar en mi profesión, es una especialidad que me gusta mucho, y que tiene una relevancia cada vez mayor en la producción ante los cambios del clima y los pronósticos tan inestables», planteó.

Desde la estación experimental del INTA Cerro Azul, fundada en septiembre de 1966, el técnico continuó el trabajo iniciado por Hugo Galeano, y logró consolidar el desarrollo de una red provincial de estaciones agrometeorológicas.

Bajo su impulso, se instalaron más de 40 estaciones en Misiones y el noreste de Corrientes, cubriendo zonas como Andresito, San Pedro, San Antonio, Iguazú, Virasoro, Liebig y Playadito.

“Recibimos toda esa información en Cerro Azul, la cargamos, actualizamos y generamos boletines que quedan disponibles para investigaciones o para quien los necesite, en forma gratuita”, explica Olinuck en declaraciones a la emisora local Radio Estación Azul.

Este esfuerzo sostenido transformó al INTA Cerro Azul en un nodo clave de información climática. “Es una red muy amplia que nos permite comprender el comportamiento del clima en una región con una topografía compleja. Eso fue fundamental para acompañar al productor”, remarca el técnico.

De los sobres al tiempo real: los cambios tecnológicos

Sobre los cambios, mencionó que “durante muchos años se trabajó en papel, y todo el registro era a mano. A fin de mes, enviábamos los sobres con las planillas a la EEA Castelar”, precisó.

La transformación tecnológica llegó con fuerza en los últimos 20 años: “Ahora las estaciones son automáticas, la información se carga diariamente en línea y está disponible en tiempo real, desde cualquier lugar del mundo”, valoró.

Este avance permitió no solo mejorar la precisión de los datos, sino también ampliar el acceso. “Hoy los datos están disponibles para investigadores, universidades, escuelas técnicas, productores. Es un patrimonio colectivo, y me enorgullece haber contribuido a eso. Esperemos que lo continuen y lo fortalezcan”, dice.

Un legado para el futuro

José no se va del todo: deja una estructura funcionando y un equipo profesional que continuará su trabajo. “Una nueva profesional se incorpora al área, y sé que lo va a hacer muy bien. El INTA es una institución sólida, y Cerro Azul es un lugar muy valioso”, asegura.

Los productores de la región reconocen su trayectoria con gratitud, y él se despide con humildad: “Para mí fue un orgullo haber trabajado en esta institución, le debo mucho de lo logrado en mi profesión. Esta es una especialidad que me gusta mucho, y siento que logramos acercar a mucha gente al INTA brindando gratuitamente una información necesaria para todos”, expresó.

Su labor fue destacada y reconocida en la edición de la Expo Rural de la Misiones 2022, organizada por la Sociedad Rural de Misiones.

Con su retiro, a los 67 años se cierra una etapa y se continuará otra, en un contexto donde la agrometeorología debería cobrar cada vez más un papel aún más relevante frente a los desafíos de la crisis climática. Su historia, marcada por el compromiso y la constancia, deja una huella profunda en el organismo y en la historia agropecuaria de la región.

 

 

Artículos relacionados