Durante una jornada organizada por la Sociedad Rural Argentina, representantes del sector forestal y legisladores nacionales y provinciales analizaron la necesidad de avanzar con leyes como la de Inversiones y Empleo (RIMI), la regulación de Créditos de Carbono y la modificación de la ley de Manejo del Fuego. El sector se abre a la sociedad para brindar información y no dejar pasar las oportunidades para el crecimiento foresto-industrial argentino.
Por Patricia Escobar
@argentinaforest
BUENOS AIRES (12/6/2025).- Con una amplia convocatoria de referentes del agro, legisladores nacionales y provinciales, se realizó en Buenos Aires la jornada “El sector forestal en la agenda legislativa: desafíos y soluciones”, organizada por la Comisión de Forestación y Bosque Nativo de la Sociedad Rural Argentina (SRA).
El encuentro tuvo lugar en el salón principal de la entidad rural, oportunidad que abordó el rol estratégico para el desarrollo sostenible del país, la generación de empleo y el agregado de valor que representa la foresto-industria.
En ese marco, se debatieron iniciativas como el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones y Empleo (RIMI), la regulación del mercado de Créditos de Carbono y la necesidad de modificar la Ley de Manejo del Fuego (27.604), que actualmente restringe el uso del suelo en predios incendiados por plazos de hasta 60 años.
La apertura estuvo a cargo del vicepresidente de la SRA, Marcos Pereda, quien destacó el potencial del sector forestal argentino como motor para el desarrollo sostenible y la generación de empleo. “El sector cuenta con recursos naturales únicos y un enorme margen para crecer con valor agregado y sostenibilidad”, expresó.
El eje central de la reunión fue analizar las prioridades legislativas para consolidar el crecimiento del sector foresto-industrial argentino.
A su turno, Ignacio Méndez Cunill, director de la Comisión organizadora, compartió una mirada personal y profesional: “Soy un entusiasta del sector porque veo su enorme capacidad de generar trabajo, desarrollo y futuro. Es una industria que se tecnifica, pero también demanda mano de obra intensiva”, expresó.
Además, presentó datos oficiales sobre la superficie forestada del país, su evolución en las últimas décadas y comparativas con países de la región, señalando que “la Argentina tiene condiciones climáticas y geográficas privilegiadas para posicionarse como referente foresto-industrial global”.
Con una cadena productiva compuesta por más de 6.000 empresas, 110.000 empleos directos y 1.280.000 hectáreas forestadas, el sector representa una oportunidad concreta para el desarrollo sostenible del país. “El desafío es actuar frente a la oportunidad de alcanzar las 3 millones de hectáreas forestadas en un escenario macroeconómico favorable y con condiciones naturales privilegiadas”, agregó en su presentación.
Argentina cuenta con cuencas forestales altamente productivas, principalmente en Misiones, Corrientes, Entre Ríos y Buenos Aires, que concentran cerca de 900 mil hectáreas forestadas. Sin embargo, preocupa el estancamiento de la actividad: no hay aumento significativo de nuevas plantaciones desde hace 20 años.
Los tiempos de crecimiento -9 a 12 años para el eucalipto y 16 a 18 años para el pino- obligan a pensar en ciclos de inversión largos y estables. Hoy, más del 50% de la superficie forestada tiene más de 13 años, mientras que solo el 13% tiene menos de seis. Esta situación pone de relieve la urgencia de reactivar los incentivos a la forestación.
“En la actualidad contamos con una ventaja competitiva: la disponibilidad de materia prima en el corto plazo”, explicó Méndez Cunill. Sin embargo, este escenario también refleja una realidad desequilibrada: una sobreoferta de madera, poca capacidad industrial instalada y precios bajos en comparación con otros países de la región.
Además, se observa una baja tasa de reforestación y un aumento en la exportación de rollizos sin procesar, lo que reduce el valor agregado y perjudica la balanza comercial. Históricamente, el sector ha registrado un saldo negativo: exportaciones por USD 800 millones frente a importaciones por USD 1.700 millones.
En el caso del mercado celulósico, Argentina ha retrocedido en forma notoria: del 12% de participación regional en 1980 al 0,4% actual, lo que evidencia una falta de políticas de largo plazo para el desarrollo del sector.
Condiciones ideales, pero falta decisión política
Argentina posee una de las mejores tasas de crecimiento forestal del mundo gracias a sus suelos, clima y disponibilidad de tierras. Además, cuenta con una estricta regulación sobre el uso de bosques nativos y una evolución tecnológica e institucional significativa en la última década.
En comparación, países vecinos como Uruguay han logrado avances notables: pasó de 500.000 hectáreas forestadas en 2000 a más de 1.190.000 en la actualidad, desarrollando tres plantas de celulosa y exportando productos foresto-industriales por más de USD 3.200 millones anuales.
“El sector argentino está preparado. Solo falta el impulso legislativo adecuado”, remarcó Méndez Cunill.
“Es fundamental abrir canales de información con los ámbitos Ejecutivo, Legislativo, institucional y productivo, y lograr que todos estén alineados en torno al potencial estratégico de este sector. Hoy las condiciones macroeconómicas están dadas para atraer las inversiones necesarias, y no podemos permitirnos desaprovechar esta oportunidad, como ocurrió hace dos décadas”, resumió Méndez Cunill en diálogo con ArgentinaForestal.com.
Remarcpo también que el sector foresto-industrial argentino tiene la capacidad y los recursos para ser un actor global relevante, tanto en la provisión de materias primas como en productos de alto valor agregado. Pero para lograrlo, necesita reglas claras, seguridad jurídica e incentivos a largo plazo.
La foresto-industria no es solo una apuesta económica, sino también ambiental y social: es sostenible, genera empleo federal y contribuye activamente a la mitigación del cambio climático. Como resume Méndez Cunill, “tenemos una oportunidad histórica, y esta vez no podemos dejarla pasar”.
El cierre de la jornada estuvo a cargo de un panel de representantes del Consejo Foresto Industrial Argentino (ConFIAr), integrado por Juan Sackman, Osvaldo Kovalchuk, Mercedes Omeñuka, Manuel Frávega y Claudia Peirano.
El consejo dejó en claro cuáles son las prioridades legislativas para destrabar el crecimiento del sector:
- Ley de Promoción de Inversiones y Empleo (RIMI)
Expediente 7151-D-2024. Aún sin dictamen. Su aprobación permitiría potenciar inversiones industriales, especialmente en PYMES, y generar empleo formal. - Modificación de la Ley de Manejo del Fuego
El proyecto propone derogar la Ley 27.604, que impide el cambio de uso de suelo en terrenos incendiados por 30 a 60 años, incluso en casos donde el fuego fue accidental o controlado. El expediente S-1250/24 cuenta con dictamen positivo desde noviembre de 2024. - Ley de Créditos de Carbono
Los créditos de carbono, equivalentes a 1 tonelada de CO₂ capturada o evitada, representan una fuente de ingresos clave. La normativa busca otorgar seguridad jurídica, establecer su naturaleza impositiva y patrimonial, y permitir su comercialización en mercados internacionales, incluyendo bajo el Artículo 6 del Acuerdo de París. Expedientes S-2134/24 y 6538-D-2024.
Durante el intercambio con legisladores nacionales, se reiteró el respaldo al proyecto RIMI, que busca promover inversiones industriales y la modernización tecnológica de las pymes del sector.
También se enfatizó la importancia de brindar seguridad jurídica al incipiente mercado de Créditos de Carbono, con proyectos para monetizar los servicios ecosistémicos que proveen los bosques.
Entre los legisladores nacionales estuvieron presentes Martín Ardohain, Sofía Brambilla, Pablo Ansaloni, Yolanda Vega, Alfredo de Angelo. Por parte de las provincias, asistieron Romina Braga, Gloria Liliana Cozzi, Miguel Nuñez y la asesora de Antonio Rodas.
Asimismo, se planteó la necesidad de derogar la Ley 27.604 de Manejo del Fuego, señalando que sus restricciones actuales dificultan la recuperación productiva de áreas afectadas por incendios.
La jornada dejó en claro que la foresto-industria argentina cuenta con un potencial significativo para liderar el desarrollo económico con sustentabilidad, pero necesita un marco normativo acorde que acompañe su expansión, fomente el empleo y promueva el agregado de valor.