Los trabajadores recurrieron al Sindicato de Obreros de la Industria de la Madera de Corrientes ante el cierre “sin aviso” del aserradero. Son más de 32 operarios afectados por la quiebra de la empresa Forestal Santo Tomé. El aserradero frenó operaciones, dejando familias sin respuestas a los salarios adeudados en los últimos meses y con una inminente indemnización. El sindicato denuncia precarización y exige soluciones urgentes.
Por Patricia Escobar
@argentinaforest
CORRIENTES (17/5/2025).- El cierre inesperado del aserradero Forestal Santo Tomé dejó a más de 32 trabajadores en vilo, sin certezas sobre su futuro laboral. Desde el Sindicato de Obreros de la Industria de la Madera (SOIM) de Corrientes, su secretario general, Ricardo Kupec, denunció irregularidades, precarización laboral y la falta de responsabilidad empresarial ante una crisis que golpea con fuerza a la foresto-industria del país.
“La empresa presentó un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) pero sin la documentación correspondiente, sin balances ni información contable ante el Ministerio de Trabajo. Lo rechazamos. No sabemos la realidad económica de la empresa, y los trabajadores se enteraron por los medios del cierre. Nadie les avisó nada”, afirmó Kupec en diálogo con ArgentinaForestal.com.
Según relató el dirigente sindical, el conflicto con Forestal Santo Tomé no es nuevo. Hace tiempo que la planta arrastraba problemas: pagos atrasados, trabajadores registrados parcialmente, falta de aportes a la obra social, al seguro de vida y hasta al sindicato.
“Los compañeros cobraban parte en blanco y parte en negro, aceptando esta situación por sostener su fuente de trabajo. Algunos tenían 18 años de antigüedad, pero los recibos no reflejaban su verdadero salario. Eso significa que, si son indemnizados, van a cobrar menos de la mitad de lo que les corresponde”, explicó.
El gremio ya había intervenido en el pasado, pero muchos operarios optaron por no recurrir al gremio ante represalias por parte del empleador. “En su momento, cuando se contactaron con nosotros, la patronal despidió a siete trabajadores como castigo. Por miedo, se mantuvieron al margen. Hoy, con el cierre, vuelven a buscar respaldo y asesoramiento legal”, señaló.
Una crisis de mercado que golpea a todo el país
La situación de Forestal Santo Tomé se enmarca en una crisis más amplia que afecta al sector maderero. “No es un caso aislado. Tenemos también el caso de Forestadora Tapebicuá con reclamos laborales activos. La empresa tiene tres sectores industriales con quienes estamos en mesa de negociación ante el Ministerio de Trabajo, evaluando diferentes acuerdos de horas laborales, ya que tienen turnos de producción según el mercado y la demanda del producto (aserradero, remanufactura y compensados) y tienen problemas para enfrentar el pago de los salarios. Recientemente cerramos un acuerdo por el pago de haberes del mes de abril y esperamos otra propuesta de la empresa para analizar los meses a seguir. Tapebicuá tiene unos 300 operarios en el sector industrial, y preocupa su situación. La caída del mercado interno y la paralización de la obra pública perjudicaron a muchas pymes madereras. En Corrientes y Misiones, es una realidad que los aserraderos que exportan están al límite de su rentabilidad, y el mercado interno arrastra varios meses de caída de ventas de productos de madera. En Santa Rosa, por ejemplo, muchos ni siquiera aceptan ayuda estatal del parque foresto-industrial para no tener que formalizar a sus empleados”, alertó Kupec.
En el último Congreso de Secretarios Generales de la Unión de Sindicatos de la Industria de la Madera de la República Argentina (USIMRA), celebrado en Mar del Plata este jueves y viernes, la preocupación fue unánime: la crisis económica y la falta de control hacen que muchos empresarios se excusen en la coyuntura para incumplir con los derechos laborales o adviertan posibles cierres en el corto plazo.
“Los trabajadores terminan siendo siempre la variable de ajuste. Les recortan el presentismo, les reducen las jornadas o directamente los dejan en la calle sin previo aviso”, cuestionó.
Piden compromiso real con el empleo
Desde el sindicato exigen una mayor responsabilidad social empresaria. “Cuando los empresarios piden beneficios del Estado, dicen que es para sostener empleo. Pero cuando llega la crisis de mercado, lo primero que recortan son los derechos del trabajador: la obra social, la ropa de trabajo, los elementos de seguridad”, denunció.
“La industria maderera es el segundo hogar de nuestros trabajadores. La mayoría tiene familia, deudas, hijos en la escuela. No se puede jugar así con su vida. No es solo un número en una planilla: son personas que aguantaron mucho tiempo esperando que la situación mejore. Pedimos que, al menos, se les diga la verdad y se los respete”, concluyó Kupec.
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