Un informe elaborado por AL-INVEST Verde, un programa de la Unión Europea (UE), revela estrategias de desarrollo sostenible, para que el complejo foresto-industrial de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay logre alinearse con la puesta en vigencia del nuevo reglamento europeo sobre productos libres de deforestación y avance en la inserción internacional con inversiones sostenibles en el sector.
Por Patricia Escobar
@argentinaforest
ARGENTINA (20/1/2025).- A partir de 2026, la Unión Europea implementará su nuevo reglamento sobre productos libres de deforestación (EUDR), una normativa que plantea tanto retos como oportunidades para el complejo foresto-industrial del Mercosur.
Según un informe reciente promovido por AL-INVEST Verde, financiado por Unión Europea (UE), la región tiene el potencial de incrementar significativamente su inserción global adoptando estrategias adecuadas.
El estudio, titulado «El sector forestal-maderero de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Estrategias, desafíos y oportunidades para avanzar hacia el desarrollo y la inserción internacional sostenible», publicado en noviembre de 2024, detalla indicadores que destacan el momento propicio para que Argentina impulse su crecimiento en el sector.
El potencial para una Argentina forestal
En las últimas décadas, en el país logró desarrollar su foresto-industria sobre bases sólidas, alcanzando un reconocimiento como una cadena productiva estratégica para el crecimiento nacional. Además de ser proveedor de recursos madereros, la industria contribuye con servicios ambientales esenciales para la sociedad, como ser aliado para la mitigación del cambio climático, la protección de la biodiversidad y la regulación hídrica.
“Las empresas forestales enfrentan el desafío de optimizar la productividad y el retorno económico, mientras aseguran la conservación de los recursos naturales, el desarrollo comunitario y el trabajo decente”, señalaron Gerardo Breard y María Josefina Paz, autores del informe del capítulo de Argentina.
El estudio realizado, fue basado en datos estadísticos, bibliografía especializada y entrevistas a actores clave del sector público y privado, y resalta el impacto ambiental positivo de las plantaciones forestales en el país. Según el Programa Nacional Forestal del INTA y la Dirección Nacional de Desarrollo Foresto Industrial, las plantaciones nacionales almacenan 70 millones de toneladas de carbono orgánico del suelo (COS), siendo la región mesopotámica responsable del 74% de esta reserva.
Una oportunidad única para el desarrollo regional
El Consejo Foresto-industrial Argentino (CONFIAR) subrayó que el reglamento EUDR puede convertirse en una herramienta para el desarrollo del sector y atraer inversiones al país. Según la entidad, la industria forestal podría movilizar más de 6 mil millones de dólares en inversiones, generar bioproductos de alta demanda y crear miles de empleos.
CONFIAR representa a empresas y PyMEs de la cadena foresto-industrial, que en conjunto tienen un patrimonio de cerca de 1,3 millones de hectáreas de plantaciones forestales. En la Argentina se registran 53 millones de hectáreas de bosques nativos y el sector forestal genera exportaciones por 550 millones de dólares, 100 mil empleos directos y tiene 6000 pequeñas y medianas empresas de la cadena Madera y Muebles.
“La foresto-industria tiene un enorme potencial para promover economías regionales, con impactos positivos inmediatos en el empleo y las divisas”, aseguraron en un reciente comunicado.
“Los países de la región han crecido y desarrollado enormemente la foresto industria, especialmente en Brasil, Chile y Uruguay, lo cual hace que al día de hoy el 40% de la producción mundial de pastas celulósicas esté localizado en América del Sur –siendo Brasil el principal productor mundial-, con proyección de crecimiento por las inversiones previstas”, señalaron desde CONFIAR.
En ese marco, consideran que a través del Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones (RIGI) vigente en la Argentina se podría sumar a nivel global con un camino hacia la estabilidad macroeconómica.“Las posibilidades de inversiones en Argentina son altas ya que son conocidas sus ventajas comparativas para el crecimiento forestal; los países vecinos han demostrado la posibilidad de crecimiento foresto-industrial con alrededor de 30 mil millones de dólares de inversión en los últimos 20 años”, destacan.
“Es momento de crecer y diversificarse en productos de base forestal; comienza una nueva era con el foco puesto en el bienestar social, económico y ambiental, en concordancia con la era de bioeconomía y economía digital” apuntan desde la entidad. Es más, un estudio de la consultora AFRY indica que el crecimiento del valor de la industria forestal mundial para 2019-2035 será de más de 210 mil millones de dólares y Argentina puede posicionarse para ser parte de ese crecimiento», agregaron.
Según un estudio de la consultora AFRY, el valor global de la industria forestal podría aumentar en 210 mil millones de dólares entre 2019 y 2035, y Argentina tiene todo para ser parte de este crecimiento.
Estrategias para la expansión global del Mercosur
Un reciente estudio sobre el complejo foresto-industrial del Mercosur ofrece un análisis integral del sector forestal-maderero de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, abordando sus estrategias, desafíos y oportunidades en el marco del Reglamento de la Unión Europea sobre productos libres de deforestación (EUDR). Este reglamento plantea nuevas exigencias que impulsan una transformación hacia el desarrollo sostenible.
El principal desafío es avanzar en la adaptación al EUDR. El sector forestal del Mercosur, que representa una proporción significativa de los recursos forestales globales, cuenta con extensas áreas de bosques nativos y plantaciones forestales. Estos territorios son clave para la producción de madera, papel y celulosa. Mientras Brasil y Uruguay destacan como grandes exportadores hacia la UE, Argentina muestra un bajo nivel de inserción internacional pero con un potencial de crecimiento significativo.
Según el estudio, el EUDR impactará las exportaciones forestales del Mercosur a través de varios aspectos:
- Requisitos de trazabilidad: Los productos forestales exportados a la UE deberán estar libres de deforestación y cumplir con las leyes locales, lo que demandará sistemas de trazabilidad sólidos.
- Clasificación de riesgo: La UE evaluará el riesgo de deforestación de cada país del Mercosur, aplicando controles más estrictos a los de mayor riesgo.
- Incremento de costos: Las empresas deberán asumir costos adicionales por diligencia debida, como auditorías y geolocalización de sus productos.
- Impacto en pymes: Las pequeñas y medianas empresas enfrentarán mayores dificultades para adaptarse debido a la falta de recursos y capacidades técnicas.
- Relevancia de las certificaciones: Programas como FSC y PEFC ganan protagonismo para facilitar el acceso al mercado europeo.
- Oportunidades para empresas sostenibles: El EUDR puede beneficiar a las empresas que logren demostrar prácticas responsables y sostenibles.
- Reestructuración de exportaciones: Se requerirá ajustar cadenas de suministro y procesos productivos para cumplir con las normativas.
Perspectivas para las empresas argentinas
El reglamento presenta un reto significativo para las exportaciones del Mercosur, pero también es una oportunidad para «enverdecer» el sector y mejorar su competitividad global.
En Argentina, el robusto marco normativo para la protección de bosques nativos y el ordenamiento territorial representan una ventaja inicial. Sin embargo, el desconocimiento del alcance del EUDR y la falta de claridad sobre los sistemas de trazabilidad generan incertidumbre en el sector.
El estudio, en este sentido, destaca hallazgos relevantes tras entrevistas con actores del sector:
- Desconocimiento relativo del Reglamento europeo sobre productos libres de deforestación (EUDR). Si bien se menciona en las entrevistas que hubo instancias de difusión del Reglamento organizadas por la delegación de la UE en Argentina, se desconocen sus alcances. Hay preocupación por el impacto que pueda tener en el país, aunque se reconoce que juega a favor un marco normativo robusto de protección de los bosques nativos y de promoción de plantaciones respetando las categorías de conservación y el ordenamiento territorial”.
Además, dado que las plantaciones forestales están concentradas en las provincias de Misiones y Corrientes, se requiere mayor claridad sobre el sistema de trazabilidad. Se argumenta que no hay claridad acerca de cuáles van a ser las fuentes de información para definir los indicadores que serán utilizados por la UE para clasificar a los países de acuerdo con su riesgo de deforestación y en función de ello los requerimientos para gestionar la diligencia debida.
- Hay voces a favor y en contra. Se entiende que el Reglamento es una decisión autónoma de la UE, no obstante, se reclama más participación en las decisiones que puedan afectar el comercio internacional. “Es una medida prohibitiva”, “es injerencista”, son algunos de los argumentos.
Considerando, además que existen asimetrías en términos de capacidad de respuesta entre la UE y los países que integran el bloque del Mercosur.
Por otro lado, también se presenta como una oportunidad para “enverdecer” el sector. En este sentido se plantea que la modificación presentada al Congreso de la Ley 25080 de Inversiones para Bosques Cultivados, que propone no financiar plantaciones en “zonas verdes”, va en línea con el espíritu del Reglamento.
- Respecto a las Certificaciones forestales y sus ventajas. Sostienen que la implementación actual de los sistemas PEFC-CERFOAR y FSC, que alcanza más del 40% de la superficie forestal cultivada (Mesa de la Competitividad Forestal, 2019), será una ventaja al momento de gestionar esquemas de trazabilidad o diligencia debida según lo establezca el Reglamento. Desde la política pública se menciona que habrá que reforzar los mecanismos para la adhesión de más empresas, especialmente las medianas y pequeñas
- Dificultades para garantizar la trazabilidad en bosque nativo. Una de las deficiencias en la trazabilidad, sustentada en herramientas como guías de transporte, radica en la posibilidad de falsificar la información y en los registros dispares de las provincias, porque los requerimientos para el aprovechamiento se establecen a nivel local. Otro problema identificado para garantizar la trazabilidad y aplicación de la normativa es la disponibilidad de recursos para los controles, la superficie boscosa es muy amplia, de difícil acceso y con pasos fronterizos en las cercanías.
- Dificultades para garantizar la trazabilidad en plantaciones. En el caso de la industria forestal, los establecimientos beneficiarios del marco normativo de plantaciones son georreferenciados y la trazabilidad del origen de la madera podría ser más sencilla. Sin embargo, en estos casos, la trazabilidad se asocia fundamentalmente al origen del recurso, no se hace una verificación exhaustiva contemplando aspectos sociales y ambientales como sí sucede con las certificaciones forestales.
- Trabajo decente. Una falencia hoy es la falta de articulación entre las jurisdicciones para avanzar con las inspecciones laborales donde participe no solo el Estado sino los sindicatos. Los esquemas de certificación de competencias son un ejercicio tripartito reconocido por el sector como un antecedente para promover además el trabajo decente.
En este contexto, desde el Consejo Foresto-industrial Argentino (CONFIAR), se considera esencial mantener un diálogo fluido entre el sector productivo, el Estado y las Cancillerías del Mercosur con la UE. Este esfuerzo busca garantizar una implementación del reglamento que sea ágil, transparente y costo-efectiva.
«Desde CONFIAR apoyamos todas las iniciativas que posicionen a Argentina como un actor clave en el desarrollo foresto-industrial global. Este es el momento de aprovechar el potencial de crecimiento y empleo que ofrece el sector», concluyeron.