Por Lilian Portillo, Coordinadora del Proyecto Bosques para el Crecimiento Sostenible.
PARAGUAY (Junio 2020).- En el año 2020 hemos iniciado una de las décadas más importantes para tomar acción y enfrentar los efectos del cambio climático, los próximos 10 años marcarán un hito en la historia en donde de forma sinérgica los tres pilares del desarrollo sostenible: lo económico, lo social y lo ambiental se constituyan en ejes estratégicos para lograr alcanzar las metas que las naciones se han fijado en el año 2015 a través del Acuerdo de París.
Paraguay como un país sin litoral marítimo altamente vulnerable a los efectos adversos del cambio climático y con una economía altamente dependiente a las condiciones climáticas; a partir del 2015, adquiere una mayor conciencia climática colectiva, transcendiendo a los niveles de decisión política, posicionando al tema en los aspectos de la planificación nacional, facilitando el camino para el desarrollo de importantes instrumentos de políticas públicas. Entre las cuales se encuentran la Ley Nacional de Cambio Climático, la Estrategia de Género y Cambio Climático y la Estrategia Nacional de Bosques para el Crecimiento Sostenible.
Siendo el cambio climático uno de los problemas mundiales de mayor relevancia en el siglo XXI, no hay nación en el mundo que no experimente sus efectos adversos sin importar su condición de país desarrollado o en vías de desarrollo, pero enfrentan su vulnerabilidad de diferente manera. Es por eso que, desde el inicio de este siglo, se ha visto la necesidad de reforzar las acciones de los países para lograr estabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero y reducir los efectos adversos del cambio climático, esa senda condujo a los países incluido Paraguay, a presentar en el año 2015 sus intenciones nacionales de contribuciones nacionales, destacando cuál sería su posibilidad de reducción en sus emisiones al año 2030 sin que esta meta afecte a su posibilidad de crecimiento económico proyectado en su Plan Nacional de Desarrollo.
A nivel nacional, la clave para la construcción de consensos en materia de cambio climático han sido los procesos participativos liderados por el gobierno, que a lo largo de estos últimos 5 años ha permitido delinear acciones para que el país posicione como un eje estratégico al crecimiento sostenible, promoviendo las buenas prácticas agrícolas y ganaderas, el manejo sostenible de los bosques, y las soluciones basadas en la naturaleza como instrumentos estratégicos para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y buscando reducir las vulnerabilidades. En estos procesos el PNUD Paraguay sigue jugado un rol protagónico apoyando al gobierno al logro de los resultados delineados.
La inclusión ha sido uno de los factores fundamentales al discutir las soluciones basadas en naturaleza, en la acción climática colectiva con el sector financiero, la sociedad civil, la academia, los grupos de pequeños agricultores familiares, pueblos indígenas, y jóvenes en distintos procesos. Las mujeres han tenido un rol protagónico, siendo más vulnerables no por ser más débiles, sino por estar a cargo de buscar soluciones para hacer frente a los efectos adversos del cambio climático, la provisión de alimentos, agua y en un papel fundamental en el cuidado del bosque.
Así mismo, en el último quinquenio, el sector privado — productivo, se ha constituido en un aliado estratégico en todos los procesos de acción climática colectiva a nivel nacional tomando en consideración las buenas prácticas que están siendo implementadas en sus procesos productivos buscando un crecimiento más resiliente y sostenible.
El año 2020 un año crucial para la acción climática en el cual las naciones incluido Paraguay, debería presentar sus planes de implementación de las contribuciones nacionales y la actualización de estas con una mayor ambición en sus metas; nadie esperaba que nos encontremos enfrentando una pandemia que nos obligó a tomar distanciamiento social y dar una breve pausa a la naturaleza.
Hoy estamos afrontando una crisis global que nos dejará muchas enseñanzas, las cuales tendremos que tomarlas en consideración para afrontar la crisis climática que no ha tomado una pausa, el aprendizaje de afrontar al COVID 19 nos tiene que permitir delinear acciones de recuperación amigables con el clima — más verdes, que nos permitan cumplir con las metas establecidas en el ODS al 2030 y el Acuerdo de Paris.
Las acciones realizadas en años anteriores tendrán sus resultados en este 2020 demostrando que Paraguay ha dado un importante paso en el fortalecimiento de su acción climática colectiva, pero aún hay un camino por recorrer sin dejar a nadie atrás
El PNUD es la red mundial de las Naciones Unidas en materia de desarrollo y de los ODS para alcanzar la Agenda 2030