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Apuntan a estandarizar las mejores prácticas en el sector foresto-industrial

Cierra un ciclo del Programa de Competencias Laborales y aparecen nuevos desafíos al 2010

En el marco del programa nacional dieron comienzo a la aplicación del proceso de normalización de los roles laborales, evaluación y además, en la capacitación de los formadores para generar un estándar de calidad en la formación laboral. MISIONES Y CORRIENTES (31/12/2009).- Los beneficios del Programa de Certificación de Competencias Laborales y Formación Continua se pueden medir en varias dimensiones: mejorar la oferta de mano de obra capacitada, elevar las condiciones laborales de los trabajadores forestales y madereros, así como normalizar y estandarizar su formación, mejorar la empleabilidad, mayor productividad, reducción de la accidentabilidad, entre otros. Las competencias laborales son la descripción exhaustiva del estándar de calidad que le vamos a pedir a un trabajador en un rol determinado; ahora bien, cuando esa descripción la hacen los propios actores del sector en conjunto -representantes de los trabajadores, de los empresarios y de las instituciones académicas-, es que adquiere el estatuto de normas de competencias», definió el Técnico Sectorialista dentro del Sector Forestal del Programa de Fortalecimiento Institucional del Ministerio de Trabajo de la Nación, Horacio Murolo. En tanto, en su presentación, en el marco de una de las sesiones paralelas del Congreso Forestal Mundial realizado en Buenos Aires en octubre pasado, la representante de Afoa y Ritim, Claudia Peirano, expuso que este programa, «desde el punto de vista de las políticas públicas, es un instrumento idóneo para estandarizar las mejores prácticas laborales y atender la formación continua de los trabajadores, especialmente en los casos en que la mejora salarial proviene de la capacitación en el trabajo», y que «aparece como relevante encontrar mecanismos que promocionen la adopción de los sistemas de certificación -ISO 14.000, OSHAS, FSC; PEFC- como metodología para transferir las mejores prácticas y elevar los estándares de gestión forestal, tanto productiva como ambiental y laboral». En ese sentido sostuvo que «el diseño del Programa involucra la participación activa de las organizaciones representativas del sector empresario, el gremial y el académico, enmarcado en las pautas metodológicas del Ministerio de Trabajo de la Nación (MTEYSS) y el financiamiento del Estado», a la vez que «promueve la normalización de puestos laborales, la elaboración de instrumentos de evaluación acordes a la norma, la formación de evaluadores, la evaluación de los trabajadores, la acreditación de aquellos que demuestran las competencias requeridas y la elaboración de la currícula y material didáctico para la capacitación compensatoria». De manera tal que “el primer Protocolo se firmó en 2004, y del mismo participaron el sector empresario (Afoa), el gremio rural (Uatre) y la Red de Instituciones de Tecnología de la Madera (Ritim) para la normalización de los primeros tres roles laborales: motosierrista, preparador y aplicador de agroquímicos , y combatiente de incendios”, y aclaró que en el caso de este último rol “se contó con la participación del Plan Nacional de Manejo del Fuego (PNMF), comenzando así con los roles de mayor nivel de riesgo laboral, para luego continuar con cinco roles del sector de la madera, agregándose en 2008 otros cinco nuevos roles del área forestal”. “Los evaluadores y los trabajadores evaluados como competentes se acreditan en el Organismo Certificador de Trabajadores Forestales, de la Madera o del Fuego”, explicó Peirano, y comentó que además se creó el Consejo de Certificación de Competencias Laborales y Formación Continua en el ámbito nacional y en las provincias de Misiones y Corrientes”. Todo esto llevó a abril de 2009 lograr un resultado de 1.100 evaluaciones de motosierristas, de preparadores y aplicadores de agroquímicos y de combatientes de incendio en las Provincias de Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Buenos Aires (Delta), Neuquén y Formosa. En tanto que en diálogo con Argentina Forestal.com, la capacitadora y formadora de formadores, Liliana Zuk, destacó que la Certificación de Competencias “es una manera de reconocer lo que los trabajadores saben hacer, hay muchos que desde hace años vienen realizando una labor determinada y que, capaz, nunca pasaron por alguna formación formal o informal, entonces ahora lo que estamos haciendo es reconocer su saber hacer, y esto le da otras posibilidades, otras herramientas”. En ese sentido remarcó que “si un trabajador que tiene una credencial de operador de moldurera y se desempeña en una empresa de Misiones, se va a vivir a Santa Fe, presentando ese carnet es como un título que certifica su oficio, y por lo tanto tendrán mayor facilidad para conseguir empleo”, y concluyó “para muchos este seguramente es el único título que obtuvieron en su vida”. cursiva/Más información en la Revista ArgentinaForestal.com Nº74/cursiva

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