Cobertura especial de ArgentinaForestal.com en el Congreso Forestal Mundial |
La presidenta Cristina Fernández puso en valor ayer a los bosques por su aporte a la preservación del ambiente, y enfatizó que la deforestación genera mayor impacto en el cambio climático y también más pobreza y hambre.
Por Federico Ullrich y Patricia Escobar
BUENOS AIRES (21/10/2009).- La presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kichner, puso en valor ayer a los bosques por su aporte a la preservación del ambiente, y enfatizó que la deforestación “genera no sólo mayor impacto en el cambio climático, sino también más pobreza y hambre”. La primera mandataria hizo estas declaraciones en el marco de la Ceremonia de Plantación Simbólica de un árbol en pleno jardín de la Casa Rosada, como muestra de apoyo del gobierno nacional no sólo a la XII edición del Congreso Forestal Mundial, que desde el domingo se está llevando a cabo en La Rural de Palermo en Buenos Aires y rescatando el slogan del evento “Desarrollo forestal, equilibrio vital”. Tras el acto inaugural, Cristina respondió una sola pregunta a la prensa, y fue la formulada por la Revista Argentina Forestal.com, respecto a cuál es el lugar que la Presidenta le da al sector forestal en las políticas nacionales, sobre lo cual remarcó que “a la forestación la consideramos como una actividad económica muy importante siempre y cuando se lleve a cabo de manera sustentable, como sucede en Corrientes y Misiones, donde el sector maderero es uno de los más importantes y que genera trabajo para muchísimos argentinos”. “En la última visita que hice a Misiones, con motivo de ayudar a los damnificados por el tornado que afectó a San Pedro, donde tuvimos que llegar por tierra, pude ver cómo se desarrolla la industria maderera, como plantan los árboles y cómo permanentemente los renuevan dándole sustentabilidad a esta actividad”, comentó la titular del Ejecutivo nacional a ArgentinaForestal.com. “En Misiones hay muchísimo bosque nativo, y uno puede ver cómo en diversos países se demarca la frontera justamente porque a un lado está todo deforestado, y del otro aún hay bosque, y esto también sucede por ejemplo en Formosa”, destacó. Con anterioridad, alrededor de las 18, la Presidenta argentina inauguró una placa oficial en reconocimiento a la organización del XIII Congreso Forestal Mundial y realizó la plantación de una Araucaria araucana (Pehuén) originaria de Neuquén, como recordatorio de este evento internacional y del compromiso asumido por Argentina en la preservación de los bosques tanto a nivel nacional como en la lucha a nivel internacional. “Este no es el primer árbol que planté, entre plantas, arbustos, árboles y rosales, ya planté más de tres mil o cuatro mil, en realidad, les soy sincera, yo digo dónde tienen que ir y van otros y lo plantan, pero lo que cuenta es la voluntad y la intención de forestar, y de ver verde al planeta que cada vez lo está menos, y esto hace que tengamos entonces no sólo problemas de contaminación y cambio climático, sino que profundiza aún más la situación de hambre de miles de millones de personas en el mundo”, recalcó en su discurso durante la ceremonia. En la oportunidad, destacó el trabajo de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) dependiente de las Naciones Unidas, “porque sabemos el compromiso que se tiene desde esa entidad en la lucha contra el hambre y la pobreza, y esta cuestión de los bosques también tiene que ver con el cuidado del ambiente y el desarrollo de una agricultura que sea absolutamente sustentable, y que también provea de alimentos a los más de mil millones de seres en el mundo que hoy no lo tienen, y un gran compromiso por parte de nuestro país, ante la necesidad de articular un esfuerzo global al respecto”. “Si uno analiza la cantidad de alimentos que a diario se tiran en el mundo, mientras millones de personas no tienen qué comer, vemos una realidad cínica que requiere de mayores esfuerzos por parte de todos los que tenemos responsabilidades institucionales, pero también de la sociedad en su conjunto, para que este planeta sea un lugar más habitable y admirable para todos”, exhortó. Con anterioridad, durante el mismo acto, se había expresado el subdirector General del departamento Forestal de la FAO, Jan Heino, quien luego de agradecer al gobierno nacional por el “esfuerzo empeñado en organizar el XIII Congreso Forestal Mundial”, explicó que bajo el lema “Desarrollo forestal, equilibrio vital, hemos querido fortalecer el mensaje de que los bosques deben ser utilizados para el desarrollo de los países, pero sin alterar sus condiciones básicas fundamentales para la vida sobre la Tierra”. “Agradezco a la Presidenta por hacerse partícipe del Congreso a través de esta significativa ceremonia, mediante la plantación de este árbol que simboliza la permanencia del mensaje del Congreso Forestal, dándonos una muestra más del compromiso de la República Argentina con la conservación y uso sostenible de los bosques del mundo”, continuó Heino. En ese sentido, agregó que “esperamos que este árbol plantado en el corazón mismo de los argentinos, en el jardín de la Casa Rosada, recuerde a este país y al mundo, la importancia de los bosques”. negrita/Desarrollo forestal/negrita En la Sesión Plenaria de ayer el tema de debate fue sobre “Organización para el desarrollo forestal y producción para el desarrollo” que contó con la disertación del secretario de Medio Ambiente de Minas Gerais (Brasil), José Carlos Carvalho; la Directora de UNFF, Jan McAlpine y el ministro de Agricultura, bioseguridad y Bosques de Nueva Zelanda, David Carter. Carvalho consideró que se debe tener en cuenta la relación de interdependencia de los bosques, con el suelo, el agua y la biodiversidad y que no se puede olvidar la importancia de los bosques para las comunidades indígenas. “Esta concepción de la política forestal no puede ser concebida como política monotemática. A partir de los nuevos paradigmas estos deben ser analizados para comprender cómo el desarrollo forestal debe ser organizado, incorporando los aspectos sociales, económicos y ambientales sin perjuicio de la rentabilidad y las inversiones”. El funcionario agregó que en la práctica estos nuevos paradigmas están siendo ignorados y postergados por las dificultades que afrontan los gobiernos, por la falta de sensibilidad de los agentes económicos, por la indiferencia de los mercados y, en muchos casos, por la incapacidad política. “Esta nueva realidad no debe ser vista como obstáculo, sino como una exigencia que impone un nuevo modelo de desarrollo forestal, necesariamente sistémico, interinstitucional y multidisciplinario”, dijo. Asimismo, indicó que el sector forestal necesita de una institucionalidad distinta de la actual. “Una nueva institucionalidad que contenga las transformaciones del sector y revierta su falta de coordinación y articulación”. De esta manera, para Carvalho “se torna crucial la construcción de programas integrales de desarrollo forestal”. Esto significa la búsqueda de un planteo multisectorial, que tenga interfaces activas con otros sectores del gobierno. Por lo tanto, no hablemos más de un sector sino de un sistema.“Hay en marcha un proceso institucional de transición, que todavía no se consolidado pero que camina hacia un formato multisectorial. De aquí resulta la importancia de los programas de de desarrollo forestal capaz de dialogar con todas los sectores del gobierno, articular acciones unificadas, integrar instituciones, de coordinar atribuciones legales distintas y de descentralizarse hasta los niveles más bajos”. En este contexto, “se trata de colocar a la comunidad no como beneficiaria pasiva de los programas de desarrollo forestal, sino como protagonista de las acciones: Las personas se transforman como ciudadanos y participantes activos de la formulación de las políticas de las cuales es destinatario”. Carvalho dijo que “en pleno Siglo XXI no es posible aceptar la explotación predatoria de los bosques. Esta es una manera de producción insoportable y que debe ser duramente rechazada por la comunidad forestal y por este Congreso”. En este sentido, precisó que “no se estimula el uso sustentable de los recursos forestales. El desarrollo forestal debe ser un instrumento insustituible para el equilibrio vital de todos los tipos de bosques, detener la deforestación y la destrucción. Para ello, se deberá contar con estamentos modernos, instrumentos económicos eficientes, seguridad jurídica e inversiones en educación e investigación aplicada al manejo sustentable de los bosques nativos”, aseveró. En ese sentido, agregó que “esperamos que este árbol plantado en el corazón mismo de los argentinos, en el jardín de la Casa Rosada, recuerde a este país y al mundo, la importancia de los bosques”. negrita/Producción y ambiente/negrita En tanto, en la Sesión Plenaria de ayer del CFM el tema de debate fue sobre “Organización para el desarrollo forestal y producción para el desarrollo” que contó con la disertación del secretario de Medio Ambiente de Minas Gerais (Brasil), José Carlos Carvalho; la Directora de UNFF, Jan McAlpine y el ministro de Agricultura, bioseguridad y Bosques de Nueva Zelanda, David Carter. Carvalho consideró que se debe tener en cuenta la relación de interdependencia de los bosques, con el suelo, el agua y la biodiversidad y que no se puede olvidar la importancia de los bosques para las comunidades indígenas. “Esta concepción de la política forestal no puede ser concebida como política monotemática. A partir de los nuevos paradigmas estos deben ser analizados para comprender cómo el desarrollo forestal debe ser organizado, incorporando los aspectos sociales, económicos y ambientales sin perjuicio de la rentabilidad y las inversiones”. El funcionario agregó que en la práctica estos nuevos paradigmas están siendo ignorados y postergados por las dificultades que afrontan los gobiernos, por la falta de sensibilidad de los agentes económicos, por la indiferencia de los mercados y, en muchos casos, por la incapacidad política. “Esta nueva realidad no debe ser vista como obstáculo, sino como una exigencia que impone un nuevo modelo de desarrollo forestal, necesariamente sistémico, interinstitucional y multidisciplinario”, dijo. Asimismo, indicó que el sector forestal necesita de una institucionalidad distinta de la actual. “Una nueva institucionalidad que contenga las transformaciones del sector y revierta su falta de coordinación y articulación”. De esta manera, para Carvalho “se torna crucial la construcción de programas integrales de desarrollo forestal”. Esto significa la búsqueda de un planteo multisectorial, que tenga interfaces activas con otros sectores del gobierno. Por lo tanto, no hablemos más de un sector sino de un sistema.“Hay en marcha un proceso institucional de transición, que todavía no se consolidado pero que camina hacia un formato multisectorial. De aquí resulta la importancia de los programas de de desarrollo forestal capaz de dialogar con todas los sectores del gobierno, articular acciones unificadas, integrar instituciones, de coordinar atribuciones legales distintas y de descentralizarse hasta los niveles más bajos”. En este contexto, “se trata de colocar a la comunidad no como beneficiaria pasiva de los programas de desarrollo forestal, sino como protagonista de las acciones: Las personas se transforman como ciudadanos y participantes activos de la formulación de las políticas de las cuales es destinatario”. Carvalho dijo que “en pleno Siglo XXI no es posible aceptar la explotación predatoria de los bosques. Esta es una manera de producción insoportable y que debe ser duramente rechazada por la comunidad forestal y por este Congreso”. En este sentido, precisó que “no se estimula el uso sustentable de los recursos forestales. El desarrollo forestal debe ser un instrumento insustituible para el equilibrio vital de todos los tipos de bosques, detener la deforestación y la destrucción. Para ello, se deberá contar con estamentos modernos, instrumentos económicos eficientes, seguridad jurídica e inversiones en educación e investigación aplicada al manejo sustentable de los bosques nativos”, aseveró. Por eso, las nuevas alternativas deben mejorar la renta adicional para los agricultores, mejorar el uso de la tierra a través de la articulación entre la agricultura, la ganadería y los bosques, eliminar la explotación de bosques nativos para uso doméstico y proteger las especies nativas. En este sentido, señaló que la legalidad no está necesariamente asociada a la sustentabilidad. Lo que la ley torna legal lo que no es sustentable o cuando ella es blanda con la devastación, no se está contribuyendo al objetivo final que debe seguir toda política forestal: El uso sustentable del recurso”. negrita/Desafío global/negrita Por su parte, Mc Alpine reconoció la necesidad de encontrar un “nuevo paradigma” en torno a la temática forestal, en el que haya un “equilibrio” entre desarrollo sustentable, calidad de vida y seguridad alimentaria, entre otros aspectos. Consideró que “ese nuevo paradigma estará más cerca en tanto desde hace algunos años los bosques sólo eran concebidos como proveedores de madera y de carbono, mientras que hoy en día se los reconoce como sectores fundamentales para mantener la biodiversidad, la soberanía alimentaria y hogar de cientos de comunidades originarias, entre otros temas”. En este sentido, la directora de UNFF recordó que el 80 por ciento de la biodiversidad del planeta está en los bosques (sobre todo los tropicales) al tiempo que 1.100 personas dependen directa o indirectamente de los recursos que se obtienen de los mismos y 300 millones de personas viven en los bosques. Además, en la actualidad, el comercio de productos forestales es de 327 mil millones de dólares al año, lo que representa 3,7% del comercio de commoditties globales. Por todo ello, Mc Alpine sostuvo que la problemática forestal debe ser abordada desde un “enfoque intersectorial”. Luego, explicó que el Foro Forestal de la ONU es un foro de política intergubernamental, con 191 países miembros y trabaja con un abordaje integral: desde la gestión, pasando por la conservación, hasta el uso sustentable de todos los tipos de bosques. Mc Alpine reconoció los graves problemas que ocasionan la desertificación y la degradación de los bosques (se pierden alrededor de 13 millones de hectáreas por año), fundamentalmente para las poblaciones de los países en desarrollo: inundaciones, sequías, enfermedades, entre otros. “Movilizar recursos financieros adicionales son objetivos que comparten todos los Estados miembro del Foro Forestal de la ONU, el tema es cómo ponernos de acuerdo para lograrlo”, reconoció Mc Alpine, quien agregó que “la conservación de los bosques cumple un rol fundamental para lograr los Objetivos del Milenio”. Sin embargo, el especialista se mostró optimista al anunciar que los países miembros del Foro llegaron a un acuerdo para comenzar un proceso intergubernamental para buscar financiamiento adicional para la conservación de los bosques durante los próximos cuatro años. “Esto se va a llevar a cabo tanto a nivel nacional como internacional. Los gobiernos tendrán que buscar la manera de encontrar financiamiento para los bosques. Además, hemos logrado consenso internacional respecto de la problemática forestal”, concluyó.