Economía |
Anoche Cristina no lo confirmó ni lo desmintió. Lo relevaría un hombre de Scioli.
Fuente: Diario Clarin
BUENOS AIRES (16/9/2009).- Una vez más circuló ayer con fuerza la noticia de la inminente renuncia del secretario de Agricultura, Carlos Cheppi. Las versiones, desmentidas tibiamente por varios funcionarios del Ejecutivo, daban por cierto además el nombre de su reemplazante: el actual vicepresidente de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, Julián Domínguez. El reemplazo de Cheppi, un ex técnico del INTA que tal como adelantó Clarín desde hace meses espera por su relevo, cobró fuerza después de que medios bonaerenses informaran que Domínguez había pasado por la residencia presidencial de Olivos. Allí, según los trascendidos, el matrimonio Kirchner le habría ofrecido ocupar la cartera agropecuaria, con un atractivo especial: el organismo subiría de rango para convertirse en Ministerio de Agricultura y Ganadería, algo que siempre reclamaron las entidades de la Mesa de Enlace. Al encabezar anoche un acto oficial, la presidenta Cristina Kirchner tuvo un breve contacto con los periodistas acreditados en Casa de Gobierno, que le consultaron por los rumores. «¿De dónde sacaron esas cosas?», repreguntó risueña, sin desmentir ni confirmar nada. ¿¿Va a haber cambios en Agricultura?-, insistió este diario. ¿Después charlamos…-, contestó Cristina alejándose. Otras altas fuentes oficiales indicaron que la salida de Cheppi era inminente. Estimaron que podría pasar a ocupar otro cargo en el Gobierno, y le quitaron entidad a la versión de que Agricultura podría pasar a ser un Ministerio. A última hora, en una tibia desmentida desde La Plata, Domínguez negó el ofrecimiento presidencial. En tanto, voceros de la Secretaría de Agricultura volvían a negar enfáticamente el alejamiento de Cheppi. Nadie, sin embargo, prefería dar por muerta la versión, ya que desde hace varios meses se aguarda un desenlace semejante. Cheppi llegó a Agricultura a los pocos días de la frustrada votación de la Resolución 125, en julio de 2008. Reemplazó a un desgastado Javier De Urquiza y asumió con un proyecto estratégico bajo el brazo, que entre otras cosas pretendía elevar la cosecha de granos a 148 millones de toneladas. Duró poco ese embale: a las pocas semanas ya se había convertido en una gris figura incapaz de imponer sus criterios frente a otros funcionarios. En especial, el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y el ex titular de la ONCCA, ahora en la AFIP, Ricardo Echegaray. La llegada de Débora Giorgi al flamante Ministerio de la Producción no le aportó mayor sostén. Otra desautorización a Cheppi fue la reciente designación como secretaria de Integración Nacional de María del Carmen Alarcón, quien se sumó al Gobierno con la misión de reencauzar las relaciones con el sector agropecuario. De larga trayectoria en la arena política (ver aparte), Domínguez parece tener más espaldas que Cheppi para sobrellevar las agitadas internas del kirchnerismo