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La industria maderera está encarando el desafío de buscar nuevos mercados

Desde Faima apuntan a trabajar en la acción comercial de promoción de la «Madera Argentina»

Los empresarios del sector tratan de encontrar una salida a la crisis y una estrategia a largo plazo, tras ser duramente golpeada primero por la crisis inmobiliaria en los Estados Unidos -a partir del segundo semestre de 2006- y luego por la debacle económica global y su fuerte impacto en el mercado interno.

Fuente: Primera Edicion Web

BUENOS AIRES Y MISIONES (AGOSTO 209).- En una entrevista con Eco&Agro, los principales referentes de la Federaciòn Argentina de la Industria de la Madera y Afines (Faima) resaltaron que la industria está obligada a intentar la apertura de mercados alternativos a los que se cerraron por la crisis. Los países de Medio Oriente, hasta ahora inexplorados, y la construcción de viviendas en las provincias son una opción posible para la industria de la región. La industria maderera argentina está encarando el desafío de buscar nuevos mercados, como una salida a la crisis y una estrategia a largo plazo, tras ser duramente golpeada primero por la crisis inmobiliaria en los Estados Unidos -a partir del segundo semestre de 2006- y luego por la debacle económica global y su fuerte impacto en el mercado interno. Nada más cierto que una crisis es, a la vez, una oportunidad. La dura realidad, que casi hizo desaparecer las exportaciones, obligó al sector a buscar nuevas alternativas. Misiones y Corrientes tuvieron como principal cliente a Estados Unidos y a Canadá, pero ahora tienen que ampliar la mirada en busca de mercados alternativos. Sobre estos desafíos Eco&Agro habló -en una entrevista exclusiva- con el gerente general de la Federación Argentina Industria Maderera y Afines (FAIMA), Alejandro Rivello, y el asesor de la Subcomisión de Forestoindustria de la misma, Víctor Marecos. Los nombrados coincidieron, en base a estudios realizados por la entidad, en que las industrias de Misiones y Corrientes deberían realizar acciones para posicionarse en los países del Medio Oriente, mercados ignorados hasta hoy por la Argentina. Resaltaron que el desafío “requiere planificación y asociatividad, para generar una estrategia en el largo plazo”. Los mercados árabes demandan, en forma creciente, madera para la construcción, similar a la que importa Estados Unidos, por lo que la industria misionera -que se pertrechó tecnológicamente en la década pasada- está en condiciones de iniciar la exploración de esos destinos. La Faima también avizora un importante potencial de desarrollo en el mercado doméstico, y promueve una mayor utilización de madera en las construcciones de viviendas. En esta materia, la decisión -afirman- se encuentra totalmente en manos de los institutos provinciales, como el Iprodha. Respecto al impacto de la crisis, Rivello reseñó que a mitad de 2006 se empezó a marcar una caída, que se fue acentuando a tal punto que “los mercados externos de la primera y segunda transformación de la madera (aserrada y remanufacturada, respectivamente) prácticamente desaparecieron”. Marecos a su vez apuntó que “si bien el crack se produjo en octubre de 2008, ya en el segundo semestre de 2006 empezó la desaceleración en la construcción, notándose una menor demanda de productos”. El mercado fuerte era Estados Unidos”, tanto para los misioneros como para los vecinos correntinos. Rivello subrayó que al caer el mercado internacional no se encontró una salida en el mercado interno, por los volúmenes comercializados. Marcó la diferencia entre la forestoindustria y bienes finales (la industria mueblera), aclarando que este último rubro “es en un 92% internista (va al mercado interno) y solamente se exporta el 8%. Estamos hablando básicamente de muebles. Su comercialización también cayó, pero -aclaró- ambos problemas se atacan de manera distinta. Lo que estamos haciendo para bienes finales es darle una asistencia en lo que es monitoreo de exportaciones y solicitudes de licencias no automáticas. Veíamos que el mercado se achicaba y era absorbido. La parte de lo importado se mantenía estable y lo que en realidad se venía achicando es la parte del productor nacional. Queremos proteger la cuota del mercado de los industriales argentinos”. Al respecto mencionó el acuerdo que la Faima logró con sus pares de Brasil, con el aval de ambos gobiernos, por el cual el vecino país autolimitó sus exportaciones este año en un 35%. “No es un tema menor, en el comercio exterior, hablar de restringir. Hay que hacer notar la predisposición del Gobierno brasileño y de la Asociación que nuclea a los fabricantes de muebles de Brasil en autolimitarse en el envío de productos. Se trabajó sobre la cantidad de muebles que entraban el año pasado, posición por posición, y ellos se comprometieron a enviar un 35% menos que el año pasado. Esto se está cumpliendo. Hay una comisión bilateral de monitoreo entre Argentina y Brasil, dentro del Mercosur, que es la encargada de observar el cumplimiento de este convenio”, dijo Rivello. Aclaró además que el mercado del mueble “se achicó como todos los rubros. La caída de ventas del sector está en la media de otros sectores. No es que se ha achicado más”. Hay que tener en cuenta, además, que “el mueble aún no tiene un lugar privilegiado en las decisiones de compra de los consumidores. No es un producto de primera necesidad y por lo general su compra está posdatada a si aumenta la construcción, al equipamiento. El mobiliario no está vinculado al cambio de tendencias o de moda”, añadió. Frente a esta realidad la FAIMA está transmitiendo a sus asociados en la región (APICOFOM, AMAYADAP en Misiones) que hay que trabajar en la acción comercial de promoción de la madera argentina, apoyado con ese posicionamiento que tuvieron la madera brasileña y chilena porque es la misma”. También se está analizando el tema precios y la competitividad. La realidad a la fecha es que Brasil y Chile nos ganaron en la ofensiva. Pero estamos a tiempo para remontar”. El gerente de la FAIMA recordó que “el repunte tras la crisis del 2001 vino de la mano del sector forestal en su conjunto”. “Fueron los primeros que pudieron insertarse en mercados internacionales. Los productos de la primera y segunda transformación de la madera han motorizado la salida. Si uno mira las exportaciones son los que han tomado la punta a la hora de acceder a mercados tradicionales de exportación. Los bienes finales, más orientados al mueble, han ido un paso atrás en este proceso de internacionalización y dentro de lo que es el esquema productivo presentan realidades que no son del todo iguales. Las fábricas de muebles son PyME, el aserradero, si bien hay aserraderos pequeños, toma una dimensión mediana”. Marecos aclaró que los países de Medio Oriente demandan madera para la construcción (primera y segunda transformación) no así los muebles porque allí tienen una fuerte presencia los muebles del sudeste asiático. Que es la FAIMA La Federación Argentina Industria Maderera y Afines (FAIMA), fue fundada en 1933 y cuenta con 26 cámaras asociadas que representan a nivel nacional a esta industria. De Misiones y la región están asociadas la Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones (APICOFOM) y la Asociación Maderera, Aserraderos y Afines del Alto Paraná (AMAYADAP). Entre los principales objetivos de la FAIMA está la representación nacional del Sector Industrial Maderero en Foros Regionales e Internacionales; potenciar al sector ante autoridades nacionales, provinciales y demás organismos vinculados; promover acciones para el posicionamiento de la madera y del mueble; estimular el diseño, la innovación y el desarrollo tecnológico. También es la signataria del convenio que establece salarios y condiciones laborales de los trabajadores madereros del país, recaba información en forma directa anualmente, a través del Registro Industrial Maderero, que le permite tener u diagnóstico del sector. Además brinda servicios a sus asociados y promueve acciones para mejorar la competitividad empresaria; orienta además a la inserción de las PyMES madereras en el mercado nacional e internacional. “Misiones ha creado una infinidad de tasas” Consultado sobre la carga impositiva que afronta el sector forestal el gerente general de la FAIMA, Alejandro Rivello, sostuvo que “es bastante dispar en las provincias. Misiones, por ejemplo, tiene un esquema diferente a Corrientes”, precisó. “En Misiones se han creado una infinidad de tasas que obviamente afectan al producto, como la tasa forestal, Ingresos Brutos para la exportación, etcétera”. Recordó que algunas provincias intentaron seguir el camino de Misiones, como la suba de alícuotas, pero se frenaron por el impacto que causan a la actividad. “No se entiende, dijo, como consideran que la actividad está en emergencia, por la caída de las exportaciones y el mercado interno, pero por otro lado le aplican impuestos como si estuviera en el esplendor”. “Hay tributos, como el IVA, que cuando uno exporta lo devuelven, es un costo financiero, pero hay otros tributos que no hay manera de recuperar, son un costo hundido para el industrial, porque afectan directamente la competitividad del producto”. Rivello interpretó que Misiones subió la presión al sector porque “evidentemente están teniendo políticas distintas de inversión”, aunque debería tener en cuenta que es una actividad que aporta el 60% del Producto Bruto Geográfico. En cuanto a las tasas, Rivello observó que “se supone que la tasa tiene que tener una contraprestación de servicios”. Admitió que en este tema hay una discusión jurídica y hay jurisprudencia que sostiene que “se puede cobrar una tasa sin contraprestación de servicio, siempre y cuando se esté en condiciones potenciales de poder prestarlo”. “Hay media biblioteca que dice que sí, y la otra mitad que no. En Córdoba, por ejemplo, la semana pasada salió un fallo de la Corte Suprema de esa provincia en contra del municipio de Córdoba Capital, que rechaza el cobro de una tasa sin contraprestación de servicio”, remató. Plan para incentivar la construcción de viviendas Los directivos de la FAIMA advirtieron que Misiones tiene un potencial para explotar y reactivar la industria maderera, principalmente a través de la utilización de madera en la construcción. Dijeron que están trabajando de forma orgánica y coordinada las cámaras del sector. El esquema varía en función de cada región. Donde el recurso es abundante, como en Misiones, se puede pensar en una vivienda totalmente de madera, en otras regiones, como Buenos Aires, “estamos contentos en poder incorporar el mobiliario, las aperturas de madera, algún componente”, explicó el gerente de la FAIMA, Alejandro Rivello. Dijo que la Subsecretaría de Vivienda de la Nación dejó en claro que desde el punto de vista técnico “no hay restricciones” para incluir madera en las construcciones. Pero las decisiones están delegadas a los institutos provinciales de vivienda, en el caso de Misiones en el Iprodha. Con la construcción de viviendas de madera “se abre un campo interesante a la hora de no estar dependiente exclusivamente del mercado externo, se da un movimiento importante. Se pueden hacer planes de viviendas totalmente de madera, algún insumo de madera utilizado en la construcción y a su vez el equipamiento de las viviendas con el mobiliario de madera”, destacó Rivello. Se apunta ahora a “tratar de posicionarnos en determinado volumen en el mercado interno y de incrementarlo, porque tenía volumen cero de participación”. En la FAIMA se creó una subcomisión de trabajo de Vivienda y “estamos trabajado en la promoción de la madera en los institutos provinciales, para aumentar los cupos de la madera en la construcción, principalmente viviendas de planes sociales. Nos ponemos a disposición técnicamente para aportar en el debate”. Destacó que se trabaja con los institutos provinciales de vivienda, que son autárquicos, para que liberen cupos “En Misiones se trabaja bien, también en Tierra del Fuego, Entre Ríos, Mendoza, que han manifestado interés para usar más madera”, dijo a su vez Víctor Marecos, asesor de la FAIMA. Industrialización de muebles Hay varios programas en marcha para aumentar las capacidades de los pequeños productores de la región, desde carpinteros, asociaciones cooperativas, etc. a fin de que produzcan muebles de diseño con capacidad competitiva. Las instituciones gremiales empresarias, como el caso de la FAIMA acompañan el tema. Desde el Gobierno, además, hay planes específicos, dentro de la Secretaría de Planificación Económica del Ministerio de Economía de la Nación; también la Secretaría de Industria tiene el Plan Nacional de Diseño, que está avanzando para desarrollar capacidad. Hay regiones, como Misiones, que están muy enfocadas a una actividad forestoindustrial, pero también hay que desarrollar la capacitación en la realización de muebles que significa un incremento importante de mano de obra y el desarrollo de nuevos emprendedores.

Fuente: Primera Edicion Web

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