Últimas noticias

Opinión

Una mirada a la crisis del mercado forestal con optimismo al mediano plazo

Artículo de opinión (*)

Ing. Gustavo Cetrángolo

BUENOS AIRES (4/11/2008).- Cuando me pidieron desde ArgentinaForestal.com que escriba un artículo analizando las perspectivas sobre el mercado de la Madera realmente no sabía en que momento me lo pondría a escribir y cuan desactualizado podría estar al momento de su edición. Este artículo es un intento de opinar sobre una situación realmente excepcional que vive el mundo. negrita/La Política/negrita La volatilidad de los mercados mundiales tras la crisis del mercado de hipotecas en Estados Unidos y la estatización de las AFJP en nuestro país, hizo que cualquier proyección se ubique más cerca de la fantasía o el azar que de la realidad. Usar indicadores tanto mundiales como locales no nos darían una idea hacia donde van los mercados. Además, estamos frente a un cambio político importante, aún no están definidas las elecciones americanas, una pieza clave en el desarrollo futuro de los mismos. Si bien la crisis es económica, su resolución va a venir del lado de la política, aunque los economistas se resistan a este concepto. El actual presidente George Bush es en la actualidad lo que los americanos denominan un «pato rengo». Sin poder político esta crisis no se puede manejar. Para empezar a ver una luz hay que esperar que asuma el nuevo presidente de EE UU y pasen unos 100 días de gobierno. Es probable que con el tiempo veamos que el problema original no han sido las «subprime» sino la maraña de inventos financieros que maquillaban el creciente desequilibrio de la economía americana como consecuencia del debilitamiento político y el creciente déficit fiscal ocasionado por la guerra de Irak y la rebaja de impuestos de la administración Bush. (Daniel Larriqueta, La Nación 28/10/2008). negrita/Los Mercados/negrita Revisando algunos papeles que había escrito, me llevaron a la charla que brindé en las XXI Jornadas Forestales de Entre Ríos en octubre de 2006. En ella hablada de las tendencias mundiales y como estaba evolucionando la construcción de viviendas en Estados Unidos, y aparece una frase casi profética: «La situación actual es que la venta de casas nuevas ha caído el 17% y las usadas el 12% con respecto al año anterior. Las bajas de precios oscilan en el 1,5% respecto a agosto del 2005. Si se está frente a un derrumbe de la burbuja inmobiliaria o sólo ante un aterrizaje suave de la economía, las opiniones son variadas, algunas optimistas y otros pesimistas.» En ese momento los comentarios del público en esa Jornada señalaban que sólo iba a ser un problema estacional. Desde mi óptica yo era pesimista. Y realmente fui pesimista desde hace dos años, cuando veía que los commodities subían como disparados por misiles y que se hacían montañas de dinero sin trabajo. Cuando se creaban instrumentos financieros que los legos no alcanzábamos a entender como securitización, apalancamiento, colaterales, derivados, etcétera, pero sí a desconfiar de ellos. Ahora tras este «shock» soy más optimista. Si lo vemos desde el lado de las forestaciones, históricamente el valor de las mismas se ha comportado en forma contraria a las tendencias del mercado y de otros productos. Es lo que se llama en finanzas tener un «beta negativo». Por otra parte, nos conviene recordar lo sucedido con posterioridad a la crisis de 2002. En ese entonces me llamaba la atención que un porcentaje importante de alumnos de mi cursos de Gestión de Negocios en la Universidad de San Andrés, estaba compuesto por gente que venía del mundo de las finanzas. ¿Que ocurría? venían a ver –para sus inversores- la posibilidad de desarrollar productos que estuvieran vinculados a la «economía real». Posteriormente, varios de ellos desarrollaron carteras donde la forestación era una de las inversiones. Por otra parte, los árboles no leen Ámbito Financiero, siguen creciendo en volumen y calidad. Si bien los valores de la madera en el mundo no han subido espectacularmente (salvo segmentos muy específicos, en muchos ha bajado) creo que al final, del reposicionamiento de precios que ocurrirá en el próximo año y medio, la relación de intercambio frente a otros productos habrá mejorado para el sector forestal. En cambio la situación para las industrias de la madera va a ser más difícil. El «número mágico» del comercio mundial de madera aserrada (construcción de viviendas en EEUU) seguirá en niveles muy bajos, la recesión mundial se extenderá por al menos un año y medio más y la Argentina tal vez debido a la devaluación del peso (Práctica proteccionista) permita un nivel mínimo aunque decente de actividad en la construcción y del consumo de madera. subtitulo/Las perspectivas/subtitutlo Como adelanté al comienzo soy optimista en el mediano plazo. Esta crisis mundial va a ser una de las más duras de los últimos años, pero no creo ni en el «fin del capitalismo» ni «el fin de la era americana» como anuncian los agoreros o los resentidos. Lo que si se ve, es que va a ser uno de los ajustes del sistema más fuertes que vea nuestra generación. Soy optimista además, porque creo que a nivel global, en lugares como Europa del Este, algunos países de Medio Oriente, la India, China, el Sudeste de Asia, Brasil, Chile y muchos más, decenas de millones de personas se han incorporado a la clase media en los últimos quince años. No se han incorporado a la clase media sólo por una estadística basada en la apreciación de sus monedas (lo que mejora su poder adquisitivo en forma aparente) sino porque todas estas personas cuentan con un nivel de educación más elevado y cuentan con nuevas habilidades para desarrollarse en la economía moderna y global. El mundo no va a salir de esta crisis sólo por la decisión de los dirigentes de los países desarrollados, sino porque tras esta devastación económica la GENTE COMÚN, en todo el mundo y ante este tipo de situaciones, siente un llamado a la reconstrucción y responde con todo lo que tiene y siente. Después de las guerras que asolan periódicamente al Mundo, uno ve que humildes personas, con sus familias desgarradas, aún mutiladas y con sus hogares destruidos comienzan la reconstrucción de sus casas, de sus talleres, de sus familias. La decisión y el coraje de decenas de millones de personas en el mundo serán los que nos saquen adelante de esta crisis. negrita/¿Qué hacer?/negrita Lo primero que hay que hacer es salvar a la industria maderera y conservar los puestos de trabajo. El sector deberá presionar a los gobiernos a que tomen medidas destinadas a preservar los mercados y las fuentes de trabajo. Una ya fue tomada, la devaluación del peso (Ocasionada por la apreciación del dólar). Ahora la Burocracia debe actuar. En esto tengo dudas. Hasta ahora parece más una BURROCRACIA que una burocracia. Empresarios y Gobierno deben apuntar a bajar la oferta de productos hasta que se estabilicen los mercados. Una idea puede ser disminuir los turnos de trabajo a 6 horas por día en TODAS las empresas. Que los sindicatos hagan entender a los trabajadores que aporten una hora a costa de sus salarios, que esto es mejor que despidos o subsidio al desempleo. Que el Estado aporte otra hora como subsidio y que los empresarios aporten otra hora como colaboración. Pero nadie a hacerse el vivo y, porque le llegó un pedido excepcional a trabajar 9 horas. A ser solidarios y estrictos con el acuerdo. Bajando un 30 % la oferta es muy probable que los mercados se estabilicen en poco tiempo. A quienes adhieran al acuerdo, el Estado hace una tregua en el cobro del impuesto a los ingresos brutos (esto especialmente en Misiones). Dentro de las empresas, hoy crisis no significa oportunidad, ni hay estrategia posible de aplicar, sólo hay corto plazo. Cuando en marzo de 2002 debí encuestar a un número importante de aserraderos en la zona de Concordia- Federación observé que aquellos que mejor resistían la crisis eran los empresarios que tenían mejores relaciones con sus trabajadores, que eran estrictos con la cobranza (es más importante la cobranza que la venta) y que mantenían también buenas relaciones con los proveedores de materia prima. Trabajar en estos tres puntos es fundamental en tiempos de crisis. Otro punto crítico es bajar los gastos de estructura al mínimo posible. En la empresa pequeña, el gasto de estructura es muchas veces el gasto familiar de los dueños. Suspender compra de autos, vender alguno que sobre y austeridad general es muy saludable en estos momentos. Me acuerdo en el 2002 que una empresa compuesta por tres hermanos, acordaron retiros de $1.500/ mes cada uno para sus gastos personales, decisión modesta, pero altamente efectiva y sabia. En los últimos seis años se han incorporado muchos jóvenes de segunda o tercera generación en la gestión de las empresas familiares. Un consejo, consulten con sus padres y abuelos. Ellos han pasado innumerables crisis, tienen la EXPERIENCIA sobre su cuerpo, no hay asesor, computadora o internet que pueda reemplazar a esto, sean modestos y consúltenlos permanentemente. Si aparecen oportunidades de comprar máquinas de alta tecnología de empresas en quiebra, intentar comprar si es útil para el futuro de vuestras empresas. Por esto hay que estar en estos momentos con la mayor cantidad posible de efectivo disponible. subtitulo/Conclusiones/subtitulo -Hablar hoy de los mercados futuros es más un juego de azar que una predicción estudiada -Los propietarios de forestaciones serán los menos afectados, básicamente porque pueden postergar la cosecha. -Los aserraderos deben organizarse para bajar oferta para estabilizar precios y cobranza. -El Estado, los Sindicatos y los Empresarios deben establecer reglas para mantener las fuentes de trabajo y cargar cada uno con parte de su costo. -Durante el tiempo que dure la crisis, la gestión diaria y rutinaria de la empresa debe ser excelente y dedicar la mayor cantidad de horas posibles al trabajo. La meta es sobrevivir. -Cuando la crisis finalice, la economía real, que es donde estamos, saldrá fortalecida. negrita/Seamos optimistas./negrita (*) Gustavo Cetrangolo es consultor forestal, especialista en Comercio Exterior, y coordinador de los cursos ejecutivos sobre Negocios de Base Forestal que se dictan en la Universidad de San Andrés. E-mail: cursiva/Más información en la Revista ArgentinaForestal.com Nº60/cursiva

Ing. Gustavo Cetrángolo

Artículos relacionados