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¿Es tan contaminante la industria papelera?

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El sector asegura que se trata de una de las industrias más respetuosas con el medio ambiente, aunque los ecologistas no lo creen así . En cualquier caso, los consumidores son fundamentales a la hora de reducir el impacto ambiental de este sector, colaborando por ejemplo en el reciclaje del papel.

Fuente: Consumer

ESPAÑA (26/5/2007).- Los representantes de la industria papelera consideran que se ha mitificado su imagen de sector muy contaminante, y aseguran que en la actualidad constituyen una de las industrias más avanzadas medioambientalmente. Sin embargo, los ecologistas explican que estas instalaciones siguen siendo un peligro para el entorno natural, especialmente en países donde los estándares de calidad no son tan estrictos. Un ejemplo es la polémica surgida entre Uruguay y Argentina por la construcción de una planta de origen español. En cualquier caso, los consumidores son fundamentales a la hora de reducir el impacto ambiental de este sector, colaborando por ejemplo en el reciclaje del papel. negrita/El sector papelero se defiende/negrita Carlos Reinoso, Director General de Aspapel, la asociación representante del sector español de la celulosa y el papel, defiende que «cualquier actividad humana tiene un impacto sobre el medio ambiente; pero el sector papelero es hoy uno de los más avanzados medioambientalmente, y un buen ejemplo de desarrollo sostenible, con unos productos naturales y reciclables»: Gracias a la producción papelera, se mantienen 400.000 hectáreas de arbolado de pino y eucalipto que absorben y fijan al año 7,5 millones de toneladas de CO2Su materia prima, la madera, es renovable. Se planta y se cultiva en plantaciones específicamente para este fin, contribuyendo a aumentar los bosques y a la lucha contra el cambio climático, ya que devoran el CO2. En España, gracias a la producción papelera, se mantienen 400.000 hectáreas de arbolado de pino y eucalipto (el 2% de la superficie total de bosques), que absorben y fijan al año 7,5 millones de toneladas de CO2 (alrededor del 2% de las emisiones totales del país). El papel es el material que más se recicla, alargando la vida útil de la fibra de celulosa. En España, en 2006, se recogieron y reciclaron 4.637.700 toneladas de papel usado, el 60% del papel consumido. El sector está activamente implicado tanto en la gestión forestal sostenible y en su certificación, como en la investigación y aplicación de las mejores tecnologías, con especial atención al medio ambiente (uso de combustibles limpios y renovables, ahorro de agua y energía, y reducción de emisiones y vertidos). Sin embargo, la imagen de industria contaminante que tiene la sociedad no se corresponde con los datos ofrecidos desde Aspapel. Carlos Reinoso explica que esta contradicción se debe al escaso esfuerzo de comunicación que sus representantes han realizado, al haber confiado en «las evidentes bondades ecológicas de nuestro producto y las mejoras medioambientales implantadas en su producción». Por ello, desde Aspapel se están promoviendo diversas campañas informativas para desmentir lo que en su opinión son «mitos», como se explicaba en su reciente Asamblea General. Asimismo, Reinoso recuerda la Memoria de Sostenibilidad que publican desde 2005 «el primer sector en España que publica una memoria de este tipo»; la actualización informativa constante de la web de la asociación; o diversas iniciativas de educación ambiental sobre la importancia de los bosques o el reciclaje, como Edufores, Tu papel es importante o Gracias, papel. Asimismo, Reinoso recuerda que los productos papeleros cubren una amplia variedad de necesidades en la sociedad, y que según una reciente encuesta de Sigma Dos para el Foro del Papel, una iniciativa de las principales asociaciones del ámbito del papel y cartón en España para trabajar en temas de comunicación e imagen del sector, los consumidores españoles muestran un alto nivel de satisfacción global con el papel (7 sobre 10) y valoran positivamente su calidad (7,5), su adaptación a los diferentes usos (7,4) y sus características medioambientales (6,8). Radiografía del sector papelero español Según datos de Aspapel, España, con 131 plantas industriales, es uno de los grandes productores de papel y celulosa de la Unión Europea (UE) y el decimosexto del mundo, con unas inversiones en nuevas instalaciones de última tecnología de 1.200 millones de euros solo en los tres últimos años. La producción anual del sector alcanza unos dos millones anuales de toneladas de celulosa. El director de Aspapel asegura que la industria papelera española ha protagonizado en los últimos años una verdadera revolución medioambiental: *El uso de agua en el proceso industrial se ha reducido en casi un 40% desde 1990 y el vertido unitario ha disminuido en un 40% para la celulosa y en un 70% para el papel. *El 100% de la producción de celulosa blanqueada es ECF (libre de cloro elemental) o TCF (totalmente libre de cloro). El sector utiliza un 91% de combustibles limpios como el gas natural (62%) o renovables como la biomasa residual del proceso de fabricación (29%). Asimismo, produce cerca del 50% de la energía renovable con biomasa generada en España, y mediante cogeneración, el 2,5% de la electricidad total generada en España (es líder, con un 18%, de la cogeneración nacional). subtitulo/Críticas de las organizaciones ecologistas/subtitulo Aspapel Las asociaciones ecologistas no comparten las afirmaciones de los responsables de la industria papelera. Desde WWF-Adena, Heikki Mesa considera que no es un mito: «La industria papelera ha sido muy contaminante y sigue siéndolo en muchos casos. Se suele mencionar a los países nórdicos como ejemplo de ecologismo, pero sus empresas también tienen cierta tendencia a rebajar sus estándares cuando producen en países en vías de desarrollo. Incluso en mi país de origen, Finlandia, han contaminado lagos enteros antes de que la situación fuese revertida gracias a acciones judiciales.» Según el responsable de WWF-Adena, las papeleras tienen tres grandes impactos medioambientales: Pueden provocar una mala gestión de los bosques que producen su materia prima (monocultivos, gestión insostenible, pérdida de biodiversidad). Necesitan grandes cantidades de energía, por lo que en caso de no utilizar recursos renovables o con poco contenido en carbono, pueden ser focos significativos de emisiones de CO2. Los efluentes de los procesos químicos pueden tener graves impactos sobre la atmósfera y sobre los ecosistemas acuáticos a los que se viertenSi no se gestionan bien los efluentes de los procesos químicos, pueden tener graves impactos sobre la atmósfera y sobre los ecosistemas acuáticos a los que se vierten. El cloro es especialmente dañino, ya que tiene una gran facilidad para combinarse con otras sustancias para producir elementos tóxicos para el medioambiente. Luís González Reyes, Coordinador de Ecologistas en Acción, añade a esta lista «la extracción de grandes cantidades de agua (el eucalipto, del que se obtiene la mayoría de la pasta de celulosa, es un fuerte consumidor de agua)» y detalla los efectos contaminantes: «la producción de dioxinas en el proceso de blanqueo y en la fabricación de dióxido de cloro son muy perjudiciales para la salud humana; la generación y el derrame de productos de desechos pueden generar concentraciones de productos tóxicos en el medio, como los compuestos de azufre, que les dan su característico y fétido olor y los organoclorados, altamente contaminantes; así como el consiguiente riesgo de contaminación del agua potable y de destrucción de las poblaciones de peces.» En opinión de Ricardo Natalichio, Director de la web ecologista argentina Ecoportal, «su impacto ambiental depende mucho de su capacidad de producción. Además, en lo único que están trabajando es en mejorar la tecnología utilizada para reducir un poco el daño.»

Fuente: Consumer

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