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Un laboratorio cerca de la planta finlandesa de celulosa que se construye en la ciudad de Fray Bentos, 300 kilómetros al noroeste de Montevideo, monitoreará niveles de alguna eventual contaminación, anunciaron hoy autoridades uruguayas.
Fuente: Prensa Latina
CHILE (27/4/2007).- El laboratorio, cuyo montaje culminará en julio próximo, estará ubicado a unos cinco kilómetros de la planta, informó el ministro interino de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Jaime Igorra. La papelera de la firma Metsa Botnia, de Finlandia, es objeto de controversia entre ambas naciones, pues se construye en las márgenes del río Uruguay, de soberanía compartida. Según el país austral, la planta desarrollaría sobre dicha corriente la primera fase de producción de celulosa, conocida como la etapa sucia del proceso en la fabricación del papel, para lo cual utilizaría de ochenta a seis mil metros cúbicos de agua diariamente. Estudios presentados por Argentina indican que esa agua será reconducida al río con unos 50 mil kilogramos de materia orgánica, compuestos orgánicos halogenados en un volumen aproximado de 650 kilogramos; así como con fósforo, nitrógeno y mercurio. Por su parte, Montevideo sostiene que no se producirán afectaciones ecológicas en el punto geográfico en litigio. La supuesta contaminación del área binacional provocó el rechazo de organizaciones civiles y de las autoridades gubernamentales de Argentina. Con el objetivo de solucionar el diferendo, ambos países concluyeron hoy la primera parte de un diálogo en Madrid, auspiciado del Rey de España, para hallar una salida negociada al conflicto de las papeleras. Ambas naciones suramericanas aceptaron la mediación del rey del país ibérico, Juan Carlos de Borbón, propuesta en la XVI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estados. Diversas fuentes destacan que Argentina y Uruguay acordaron este viernes continuar las rondas de conversaciones iniciadas en la capital española. Aseguran que se comprometieron con la firma de un documento llamado Declaración de Madrid, «a abstenerse de adoptar medidas o actitudes que puedan contribuir a profundizar las diferencias existentes o a incrementar las tensiones.» Las delegaciones encabezadas por los cancilleres de las dos partes, acordaron retomar las conversaciones aproximadamente dentro de un mes, aunque no fijaron el lugar donde se celebrarán. Jaime Igorra subrayó que si prospera lo conversado en Madrid podría realizarse el monitoreo conjunto, a través del nuevo laboratorio. Asimismo, el ministro señaló que se puede a analizar la eventual participación de las Naciones Unidas en el seguimiento de la planta. La iniciativa permitirá lograr «resultados más certeros, reales y eficaces en el análisis de sustancias peligrosas para el medio ambiente», aseveró el titular.