En la primera sesión extraordinaria del año en el Senado |
Otorgará descuentos impositivos para promover desarrollos aplicados a la producción. La norma regirá por 15 años. Apunta, sobre todo, a crear tecnologías que beneficien al sector agropecuario, como las semillas híbridas. Un 98% de la soja local es transgénica .
Fuente: Diario La Nación
BUENOS AIRES (16/2/2006).- El Senado aprobó ayer y giró a la Cámara de Diputados un proyecto de ley, originado en el Ejecutivo, que crea un régimen de fomento y promoción al desarrollo y la investigación de la biotecnología aplicada a la producción de bienes y servicios o a la mejora de procesos productivos. El esquema tendrá, a partir de su sanción definitiva y promulgación, un plazo de vigencia de 15 años y se basa en el incentivo mediante desgravaciones impositivas. Según lo establece la iniciativa en su segundo artículo, quedarán comprendidos en el régimen toda aplicación tecnológica que utilice organismos vivos o partes derivadas de ellos para la obtención de bienes y servicios. En particular, el proyecto apunta a fomentar la biotecnología aplicada a la producción agropecuaria, como el desarrollo de semillas híbridas, entre otras aplicaciones. Al respecto, el titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado, Jorge Capitanich (PJ-Chaco), destacó que un 98% de la soja cosechada en el país es transgénica y que cada vez es más fuerte el uso de semillas de maíz desarrolladas mediante biotecnología. «Es importante el impacto en el sector agropecuario porque un 52% de las divisas que genera el país deriva del complejo agroalimentario», destacó el senador. En ese sentido, agregó que, de los $ 2200 millones que se venden en semillas, 350 millones corresponden a las de tipo híbrida y que el de las vacunas veterinarias es un mercado de 250 millones. Las medidas de fomento a la biotecnología están basadas en la desgravación impositiva. Así, el proyecto establece diferentes niveles de beneficios, como la amortización acelerada en el impuesto a las ganancias por los bienes de capital aplicados a los proyectos y la devolución anticipada del IVA mediante la acreditación contra otros impuestos, a cargo de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). La iniciativa también prevé la conversión en bonos de crédito fiscal del 50% de las contribuciones previsionales y del costo de la contratación de servicios de investigación y desarrollo prestado por instituciones públicas. Por último, se excluye de la base de imposición del impuesto a las ganancias a los bienes adquiridos para la concreción de los proyectos. Como ejemplo de uso de esa tecnología en el campo agroindustrial, Capitanich destacó la posibilidad de reconvertir el uso del tabaco para la generación de enzimas para producir catalizadores. Algunas excepciones La iniciativa excluye de los beneficios impositivos a las patentes de perfeccionamiento de inventos ya existentes y a las que se encuentran en proceso de inscripción al momento de ponerse en vigencia la ley, así como a los proyectos de investigación y desarrollo de origen extranjero. La cuestión de las patentes en trámite de inscripción fue motivo de reclamo por la Unión Cívica Radical (UCR), que destacó que existen 60 presentaciones realizadas por empresas nacionales, pero su pedido de modificación no fue aceptado. El proyecto se modificó en el recinto para colocar en el consejo consultivo que tendrá a su cargo la evaluación y aprobación de los proyectos a representantes de las provincias y del Conicet, que no figuraban en el dictamen de comisión. El Ministerio de Economía estará encargado de aplicar los beneficios fiscales de la ley. Todos los 57 senadores presentes en el recinto ayer votaron a favor de la ley. Esta fue la primera sesión extraordinaria del año en el Congreso. La Cámara de Diputados sesionará el miércoles próximo, cuando discutirán las modificaciones del Consejo de la Magistratura.