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El presidente uruguayo Tabaré Vázquez dijo el martes que su gobierno no se dejará «patotear» (presionar) por organizaciones internacionales como Greenpeace, que protestan por la construcción de dos plantas de celulosa en el país.
Fuente: Agencia REUTERS
MONTEVIDEO, ene 17 (Reuters) – El presidente uruguayo Tabaré Vázquez dijo el martes que su gobierno no se dejará «patotear» (presionar) por organizaciones internacionales como Greenpeace, que protestan por la construcción de dos plantas de celulosa en el país. Uruguay detuvo el martes y liberó horas después a nueve ambientalistas de Greenpeace por encadenarse a un muelle de una de las planta de celulosa. «No vamos a permitir que nadie de fuera venga a solucionar los problemas de los uruguayos», dijo el mandatario a la radio AM Libre. «No le vamos a permitir ni a Greenpeace ni a nadie que violen los derechos de los ciudadanos en el Uruguay. El Uruguay y los uruguayos nunca hemos permitido -voy a utilizar una expresión muy popular pero muy gráfica- no hemos permitido que nos patoteen y a este gobierno y a este pueblo no lo van a patotear», afirmó Vázquez. Los manifestantes, de varias nacionalidades, habían cruzado el río Uruguay desde Argentina para protestar contra las papeleras que la empresa finlandesa Botnia y la española Ence construyen en el departamento de Río Negro, al oeste de Montevideo y limítrofe con Argentina. Argentina rechaza las papeleras porque teme que contaminen el río que divide ambos países. «Lo que se pretende es detener las obras y nuestro reclamo no es teórico, Greenpeace pretende parar las obras y vamos a mantenernos (en el lugar) lo que sea necesario», dijo Juan Carlos Villalonga, de Greenpeace, a periodistas. Ambos países están enfrentados desde julio debido a la construcción de las papeleras en Uruguay. El gobierno uruguayo protestó el lunes formalmente ante su par argentino por los cortes de carreteras realizados por manifestantes en ese país que impiden el ingreso a Uruguay. La construcción de las plantas totaliza una inversión de unos 1.700 millones de dólares, la mayor privada en la historia del país, y crearía unos 2.000 puestos de trabajo. Una tercera empresa, la sueco finlandesa Stora Enso, anunció recientemente el establecimiento de una tercera planta de celulosa en Uruguay. Fuente: REUTERS (Con la colaboración de César Illiano en Buenos Aires, Conrado Hornos en Montevideo y Enrique Andrés en Madrid)