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El desarrollo sostenible, el impacto ambiental, y las papeleras

La tecnología garantiza el control de la contaminación

(*)La Dra. María Cristina Area es Profesora de la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales, Universidad Nacional de Misiones, Directora del Instituto de Ciencia Ambiental y Desarrollo Sostenible, e Investigadora Independe.

Escribe la Dra. María Cristina Área (*)

MISIONES (5/1/2006).- Desde su aparición, el hombre ha conseguido modificar substancialmente y en poco tiempo, las características del planeta. Las necesidades humanas han generado grandes problemas planetarios, tales como la contaminación del aire, el cambio climático, la humanización del paisaje, la extinción de especies, la desertización, la escasez de agua dulce, la destrucción de la selva… La definición más frecuentemente de desarrollo sostenible pertenece al informe Nuestro Futuro Común, también conocido como informe Brundtland (1987): «El desarrollo sostenible es el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades». Esta definición implica un cambio muy importante de una idea de sustentabilidad, como principalmente ecológica, a un marco que también da énfasis al contexto económico y social del desarrollo. Es decir, que el desarrollo sostenible vincula al crecimiento económico con el uso racional de los recursos naturales y el medio ambiente. Dentro de sus objetivos económicos, el concepto de desarrollo sostenible involucra al crecimiento industrial, sin el cual no habría desarrollo. Puede pensarse que el crecimiento industrial está en conflicto con la preservación de los recursos naturales. A largo plazo, sin embargo, el uso responsable de los recursos naturales en la actualidad ayudará a asegurar que se cuente con recursos para el crecimiento industrial sostenido dentro de muchos años. Para articular estas ideas en el contexto de una sociedad global industrial y de información, el hombre debe dar respuesta a los grandes problemas tecnológicos a los que se enfrenta, como son, el mejoramiento de los sistemas productivos, la preservación del agua, la minimización y disposición de los residuos, el suministro energético, etc. negrita/Impacto ambiental/negrita El Impacto Ambiental de una determinada industria involucra las perturbaciones que ésta genera sobre el medio circundante. La fábrica en cuestión debe tomar medidas minimizadoras, correctoras y compensatorias de sus posibles efectos negativos (mitigación). Dado que nos enfrentamos a conceptos socializados recientemente, es importante observar la respuesta que ha tenido esta especie de “llamamiento universal” a la toma de conciencia sobre el desarrollo sostenible. La industria de pulpa y papel puede presentar dos tipos de impactos ambientales asociados: los que producen agotamiento de los recursos naturales (eliminación de áreas de bosque nativo para extender de plantaciones de pino y eucalipto) y los que degradan el medio ambiente (contaminantes sólidos, líquidos y gaseosos). Hablemos entonces de la situación actual de esta industria con respecto a la sostenibilidad de los recursos. A partir de los años 90, en la mayoría de los países desarrollados se iniciaron fuertes presiones sociales y gubernamentales para disminuir la contaminación producida por estas fábricas. En los últimos 5 años, se realizaron importantes avances en el diseño de ingeniería de los procesos de producción y de mitigación. Los cambios se centraron en la disminución de la generación de residuos en general, y perniciosos en particular, la recirculación del agua utilizada y el tratamiento de los efluentes. negrita/Tecnologías sustentables/negrita En diciembre del año 2001, una Comisión Europea (Integrated Pollution Prevention and Control, IPPC) emitió un documento de referencia donde se establecen las Mejores Técnicas Disponibles para la Industria de Pulpa y Papel (Best Available Techniques in the Pulp and Paper Industry, BAT). En este documento, de 509 páginas, se cubren los aspectos ambientales más relevantes de la fabricación de pulpa y papel a partir de distintos recursos fibrosos en diferentes tipos de fábricas. Las BAT identifican a la última etapa de desarrollo disponible (“estado del arte”) de las instalaciones, procesos, o métodos de operación, que indican la adecuación práctica de un proceso u operación particular, para limitar las descargas. Consideran también: la viabilidad económica del control de la contaminación, los tiempos límites de aplicación y la naturaleza y volúmenes de las descargas. El proceso de pulpado kraft es dominante en el mundo (80% de la producción mundial), debido a la calidad superior de sus pulpas (poseen elevadas resistencias y se aplican a cualquier materia prima) y su eficiente sistema de recuperación de reactivos químicos, con producción simultánea de energía. Por este motivo se le dedican unas 100 páginas del documento citado, donde se definen las formas más adecuadas de fabricación, abarcando desde la recepción de la madera en la fábrica, hasta el secado de la pulpa final. Incluyen también la generación y manipulación de productos químicos, el sistema de recuperación y el blanqueo. Además de lo anterior, este documento establece los niveles permisibles de los diferentes compuestos que estas fábricas pueden emitir al agua (efluentes líquidos), al aire (efluentes gaseosos) y a la tierra (residuos sólidos). Estos niveles garantizan la sostenibilidad de los recursos. Es así que desde el año 2001, la industria de pulpa y papel se maneja con el compromiso internacional de cumplir dichas pautas, y limitar sus emisiones a los niveles permitidos. Según datos de la FAO, Estados Unidos es el principal productor de este tipo de pulpas (29.015.000 toneladas), seguido por Canadá (12.576.000 t), Japón (8.949.000 t), Finlandia (7.440.000 t) y Brasil (7.317.000 t). Como puede observarse, estamos hablando de cuatro países altamente desarrollados, y uno que se encuentra en vías de serlo. Lo más importante es que esos países poseen una legislación específica para la industria de pulpa y papel, donde se establecen los parámetros definidos para las emisiones de estas fábricas. No debemos tener miedo de la tecnología. La tecnología acompañó el desarrollo humano, mejoró la calidad de vida, nos llevó a traspasar límites insospechados. Solo debemos asegurarnos de que la industria cumpla las pautas que nosotros mismos debemos establecer a través de las leyes. negrita/Legislación ambiental/negrita La legislación no puede desatender los avances tecnológicos. Los niveles permitidos deben ajustarse en función del desarrollo de nuevas tecnologías de producción y de mitigación para exigir el mejoramiento de la calidad de los efluentes. Como conclusión, hoy en día existen las tecnologías para reducir al mínimo la contaminación producida por la industria de pulpa y papel. En fábricas nuevas, solo basta con ajustar la legislación, exigir el cumplimiento de las BAT, y verificar el cumplimiento de los valores permitidos durante su funcionamiento. En fábricas existentes, mediante acuerdos pautados en el tiempo, exigiendo que las fábricas incorporen los elementos de mitigación necesarios. La ejecución de una estrategia de desarrollo sostenible exige, para tener éxito, prestar cuidadosa atención a las consecuencias ambientales de las actividades económicas. El desarrollo sostenible es posible con una legislación adecuada, que incluya monitoreos y controles apropiados de los medios receptores, y organismos capaces de hacerla cumplir con eficacia. (*)La Dra. María Cristina Area es Profesora de la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales, Universidad Nacional de Misiones, Directora del Instituto de Ciencia Ambiental y Desarrollo Sostenible, e Investigadora Independe.

Escribe la Dra. María Cristina Área (*)

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