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Mestres: «Tenemos la mayor riqueza forestal en potencia del país y hay que aprovecharla»

El gobierno de Corrientes realizará el Censo Industrial

El titular de la Dirección de Recursos Forestales de Corrientes, el ingeniero Luis Mestres, se refirió a la enorme disponibilidad de superficies aptas para forestación de Corrientes, pero hay que generar las condiciones para atraer inversiones e implementar un proyecto de desarrollo industrial.

Fuente: NEA Rural

CORRIENTES (23/6/2005).- «Corrientes tiene 320 mil hectáreas forestadas aproximadamente, antes de fin año se podrá tener la cifra exacta porque ya se inició el inventario forestal provincial y se está trabajando en la realización del censo forestoindustrial», aseguró el director de Recursos Forestales de la Provincia, Luis Mestres en la mesa redonda organizada por la Redacción de La República, a la que asistió en compañía de Ricardo Iglesias, director del Banco de Corrientes. «Son dos bases de datos fundamentales para planificar. La disponibilidad de Corrientes es de más de 3 millones de hectáreas, pero estamos hablando de riqueza en potencia que tenemos que aprovechar creando las condiciones favorables para atraer inversiones, y para ello es fundamental saber qué tenemos y con qué contamos», señaló. «Lo que un posible inversor va a mirar es, en principio, la materia prima, luego si hay seguridad jurídica y la infraestructura, como caminos y energía. El inventario forestal resuelve lo primero, el marco jurídico lo establecen la ley 25.080, que hoy tiene problemas de implementación, la ley provincial de desarrollo forestal y los institutos creados por las leyes productivas que estarían por promulgarse, como el Fondo de Desarrollo Rural, el Fidecor, la Sociedad de Garantías Recíprocas, por ejemplo», agregó. Brasil está atravesando lo que se denomina apagón forestal, que podría extenderse por cinco años o más, porque según Mestres, «20 años atrás no plantaron lo que debieron haber plantado. Pero para aprovechar la coyuntura, no tenemos que venderles sólo rollos, sino productos con mayor valor agregado como muebles o partes de muebles. Pero para llegar a ese nivel es necesario que organicemos la estructura industrial llamada cluster forestal, que permitirá un aprovechamiento de 100% del árbol». El funcionario explicó de qué manera se puede aprovechar el residuo que deja un aserradero en la industrialización de la madera, diciendo que: «Se puede vender el rollo, que es ya un buen negocio, pero se lo puede aserrar y convertir en tabla; el aserrín costanero y de punta, se debe aprovechar en una fábrica de celulosa o de tableros, luego la tabla se seca y se vende como machimbre, como moldura o mueble». Según estudios realizados en el sector, «si tomamos el proceso desde el rollo al mueble fino, utilizando un indicador en dólares por kilogramo de madera, en el rollo tenemos US$ 0,04; a la tabla hay que agregarle US$ 0,27; a la madera terciada US$ 0,41; a las molduras US$ 0,76; a los muebles US$ 1,97 y finalmente a los muebles finos US$ 4,51. En definitiva, esto significa un incremento de 11 mil %». Como Estado «debemos lograr que eso suceda», aseguró el funcionario. También se refirió a un proyecto de generación y energía en Santa Rosa quemando residuos, que podría cubrir su demanda y le sobraría para vender a la red. Con la implementación del cluster, el productor primario venderá los residuos que antes tiraba y ello hará más rentable su negocio. El valor que se va agregando a la cadena va a multiplicar la ocupación de mano de obra, pero se debe acompañar con proyectos de capacitación en los que podría intervenir la universidad y otras entidades. «Hay un proyecto de mejora de la competitividad de las pymes forestoindustriales, financiado por la UE por 8,5 millones de euros», concluyó el ingeniero Mestres.

Fuente: NEA Rural

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