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¿Los trabajadores cómo llegan a ser prudentes, a proponer mejoras o a colaborar en las políticas de prevención?

Higiene & Seguridad

Un grupo canadiense de investigadores sociales de la prevención, dirigidos por Marcel Simard y Marie-Claire Carpentier-Roy, han intentado responder a estas preguntas. Según ellos, el tipo de relaciones que mantienen los trabajadores entre sí y con sus superiores es lo que más condiciona los comportamientos de seguridad o de riesgo de los trabajadores. Una vez más, la evidencia muestra que sin un buen clima de trabajo la pretensión de que los trabajadores se impliquen activamente en prevención es una falacia.

Fuente: Boletín N°1. Ing.Civil Héctor Rodríguez Brussa, especialista en Higiene y Seguridad en el Trabajo

MISIONES (Mayo 2005) .- Un estudio (1) realizado por el GRASP (Groupe de Recherche sur les Aspects Sociaux de la Prévention) sobre una muestra de 1.374 trabajadores de 9 empresas industriales ha puesto de relieve una de las claves de la participación de los trabajadores en prevención: cuanto más respetados, consultados y escuchados se sienten, mayor es su disposición a implicarse en la solución de los problemas. En caso contrario, se repliegan en sus propias reglas e, incluso, llegan a negar la realidad del riesgo. El estudio demuestra también que para que los trabajadores apoyen activamente las políticas de prevención, la dirección debe conseguir una imagen de credibilidad en materia de salud y seguridad. subtitulo/Si la empresa cumple, los trabajadores también cumplen/subtitulo Según el equipo de investigación es el propio comportamiento de la dirección, y no los discursos o las consignas, lo que favorece la prudencia en los trabajadores, es decir, el respeto a las reglas y procedimientos de seguridad en el trabajo diario. Si los encargados escuchan y tienen en cuenta las demandas y sugerencias de los trabajadores, éstos suelen aplicar las normas de seguridad. Por el contrario, cuando los encargados son percibidos como meros controladores o practican la política de «divide y vencerás» entre los trabajadores, lo más probable es que cada cual trabaje a su aire, con sus propias reglas de seguridad y al margen de las normas prescritas. Cuanto mayor es la gravedad de los riesgos percibidos por los trabajadores, menos dispuestos están a aplicar los procedimientos prescritos si no se sienten escuchados, ya que desconfían de dichos procedimientos o los consideran inadecuados. Dos ejemplos extraídos del mismo estudio ilustran la influencia que el diálogo y la confianza ejercen sobre las iniciativas de los trabajadores en materia de seguridad. El caso de una empresa de aluminio en la que según dicen los propios trabajadores: «cuando hay un problema o alguna cosa que hay que modificar, nos consultan». En dicha fábrica se trabaja en equipo y los operarios se sienten estimulados a proponer mejoras porque saben que la dirección, como mínimo, las tendrá en consideración. En el extremo opuesto, los trabajadores de una empresa de fabricación de productos cerámicos consideran que su experiencia no se tiene en cuenta en absoluto: «pedimos y sugerimos cosas para mejorar la situación pero siempre es el ingeniero el que tiene la última palabra ¡lo que decimos nosotros no vale para nada!» Como resultado, los trabajadores van a la suya y funcionan de forma totalmente individualista en materia de seguridad. En su informe, el equipo de investigadores propone como conclusión cuatro recomendaciones generales: 1) Los trabajadores son especialmente sensibles a las prácticas de gestión de la prevención: han de estar convencidos de que la empresa se esfuerza por asumir sus propias responsabilidades. 2) La dirección debe promover el trabajo en equipo, la ayuda mutua y el enriquecimiento de las tareas: si los trabajadores se apoyan entre sí es más fácil que desarrollen estrategias de seguridad comunes. 3) No basta con informar a los trabajadores sobre los riesgos, sino que se debe promover una comunicación interactiva para que expresen su propia experiencia. 4) El Comité de Seguridad y Salud debe favorecer el contacto regular con los trabajadores para informarse de sus problemas, promover la participación directa tanto de los trabajadores como de los supervisores y, sobre todo, hacerse visible en los lugares de trabajo. Simard M, Carpentier-Roy M-C, Marchad A, Ouellet F. Processus organisationnels et psychosociaux favorisant la participation des travailleurs en santñe et en sécurité du travail. Rapport R-221 ( Revista por Experiencia – ISTAS CCOO (29/04/2005)

Fuente: Boletín N°1. Ing.Civil Héctor Rodríguez Brussa, especialista en Higiene y Seguridad en el Trabajo

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