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Producen plantines de pino a partir de gajos plantados y no de semillas

El procedimiento se denomina macropropagación vegetativa y contó con apoyo de la Unam

La firma Bosques del Plata ha desarrollado en Misiones esta técnica. Así obtienen las estacas de pino Taeda que son hincadas por mujeres hasta tener la altura para ser trasplantadas a las forestaciones.

Fuente: Diario El Territorio

Posadas (21/2/2005).- El método es sencillo y añejo. Proviene de tradiciones que se enraízan en la agricultura, y que permitieron al hombre dejar de ser un trashumante que únicamente podía vivir de lo que cazaba y recolectaba. Cualquier colono de Misiones lo sabe y muchas personas que aman la jardinería lo practican: al que se le ocurra, podrá hacer la experiencia, se planta un gajo de mandioca, se inserta en la tierra una ramita de rosa, se prueba con un «palo de agua» y al poco tiempo -oh, milagro de la vida- ese leño (o gajo o ramita) en vez de morirse empieza a crecer: está vivo y se desarrolla en la parte subterránea como raíces y arriba en forma de hojas. Todo eso, si alguien asiste a una facultad de ingeniería forestal, tiene un pomposo nombre científico: es la macro propagación vegetativa. Esta técnica antiquísima se está aplicando en la provincia pero para las forestaciones. En esta -en principio- ímproba tarea se hallan involucrados notables investigadores de empresas privadas y científicos la Unam así como los técnicos del Inta tan caminadores de nuestros campos. Y si se dice «ímproba» es porque realmente es así. Los pinos se mostraban reticentes, por decirlo de alguna manera, a aceptar esta forma de reproducción. Hasta que desde Misiones, los investigadores «encontraron el agujero al mate». Hoy, Bosques del Plata es una de las empresas que ya aplica -ahora sí- la macropropagación vegetativa para producir plantines de pinus Taeda con los que foresta en la región del Nea. En una palabra, no se recurre a la semilla porque se gana en calidad: los “gajos” o estacas que se plantan son materiales genéticos mejorados. Así, Bosques (que junto a Alto Paraná SA son las únicas en el país que realizan este procedimiento) anhela reemplazar todos los plantines que produce de semilla a macropropagación vegetativa. negrita/De qué y con quién hablamos/negrita CMPC es la sigla que remite a Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones SA y es una firma de origen chileno que hizo pie en la región más forestal del país en 1992. Pero aquí se la conoce por Bosques del Plata. En estos doce años ya posee casi 100 mil hectáreas forestadas. Su predilección se inclinó al Pinus Taeda que es el que viene ganando terreno en la región. Queda claro que su lugar de asentamiento y expansión se halla en Corrientes. Pero en Posadas, adyacente al autódromo de la ciudad, se halla una de las reparticiones de la empresa. Allí se trabaja con un vivero excepcional que es capaz de producir 7 millones de plantines. Raúl Pezzutti es un joven ingeniero forestal bahiense que estudió en la Universidad de La Plata y se perfeccionó en el Brasil. Hace dos años está en Bosques en el cargo de Jefe de Departamento de Productividad Forestal. «Hacer la macropropagación vegetativa en pinus Taeda era muy difícil. En la época que estudiaba, un profesor me decía que no era posible, pero lo logramos», afirmó Pezzutti. “Estos días, mi profesor anduvo por aquí viendo y tuvo que convencerse de que era posible”, señaló con una sonrisa. Recorrer los viveros de Bosques es ver esas grandes extensiones de bandejas con los tubetes que tienen plantines. Algunos han nacido de semillas (procedimiento “Seedling”) pero ya hay muchos de los 7 millones de plantines que provienen de la macropropagación. La estaquita proviene de una planta madre o seto. En concreto se trata de macetas de donde se sacan los brotes (o estacas). “Una especie de bonsais productivos”, parangonó Pezzutti. De cada seto suelen salir unas 35 estacas y existen unas 60 mil macetas. La estaca cortada tiene unos cinco centímetros. Las mujeres (que tienen mayor sensibilidad) van colocándolas en los tubetes: dos centímetros bajo tierra y el resto arriba. A los dos meses ya tiene raíces. “Este trabajo fue hecho con los científicos de la Unam, Fernando Niella y Patricia Rocha, de la Facultad de Ciencias Forestales de Eldorado”, señaló Pezzutti. “La gran virtud es la calidad del material genético que se obtiene: las plantas madres se obtienen de cruzamientos controlados y les inyectamos el polen, en una especie de inseminación artificial al estilo del ganado vacuno”, añadió. Pezzutti lleva a los cronistas hasta la zona de plantines más altos. “Estos ya están casi listos y para la temporada de mayo a julio irán a forestación”, adelantó. En ese ámbito, las bandejas tienen plantines con fuertes raíces. Pezzutti toma una manija y con la fuerza de las poleas es capaz de mover un grupo de bandejas que pesan 3 toneladas, estima. “Sirve para ir acomodando las estacas enraizadas”, aclara. Y extrae un plantín de su tubete: “Vean -dice- tiene unos 120 centímetros y sus cualidades están a la vista: son más duras, más rústicas y menos herbáceas”. Los periodistas miran y comparan con los plantines de semillas: la verdad es que estos últimos se ven débiles, frágiles: comida sabrosa para las hormigas (todo un tema para los forestadores de la región). “Es un conocimiento de libre disponibilidad y se lo mostramos en diversas exposiciones y salidas a campo. Los brasileños vinieron y quedaron fascinados”, dice con orgullo Pezzutti. Con un millón de plantines provenientes de la macropropagación, y 600 hectáreas ya implantadas con plantines provenientes de la macropropagación, Bosques dice que el sistema se duplica año a año y apunta a reemplazar completamente el “Seedling”, es decir, la obtención de plantines a partir de semillas. Un ejemplo de ciencia aplicada a mejorar la calidad. negrita/Un experimento revolucionario/negrita El sistema de macropropagación para pinus Taeda en la Argentina es sólo aplicado en Misiones. Se trata de una especie con una dificultad natural para enraizar, pero lograron llevarlo a cabo a gran escala. Bosques del Plata y la Unam lograron éxito con esta tecnología y la han puesto a disposición de la comunidad. En otros lugares del mundo como EE.UU. se aplica pero en otras especies arbóreas. La firma chilena y APSA son las únicas en aplicarlo y -vale reiterarlo- sólo se da en Misiones. “Se puede decir que es revolucionario”, señaló anoche Raúl Pezzutti el jefe de Departamento de Productividad de Bosques. Dentro de su área de investigación están los Programas de Producción de Plantas, de Mejoramiento Genético y de Desarrollo Silvícola. Las semillas que se utilizan para obtener las plantas que van a dar brotes y aportan a la macropropagación, se generan vía cruzamientos controlados, tomando como base una serie de ensayos genéticos. «Esto es muy innovador, porque en el mundo habrá hoy tres o cuatro empresas que estén aplicando esta técnica en forma operativa. En nuestro caso, por determinadas condiciones climáticas, sumado a la investigación es factible hacerlo y lo hemos aplicado en forma operativa, y eso marca una ventaja para los que la estamos usando», señaló Pezzutti. El programa de Mejoramiento Genético se inició con la selección de árboles en la región, trabajando en conjunto con otras empresas y con el Inta, tanto con pinus Taeda como Eliottii.

Fuente: Diario El Territorio

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