Entre el 21 y 28 de septiembre, la XVII edición de la Semana del Clima reunió a gobiernos, empresas y sociedad civil bajo el lema Power On. Más de 100 países adelantaron o presentaron sus nuevos compromisos climáticos al 2035, aunque expertos advierten que solo alcanzan un 6% de las reducciones necesarias para limitar el calentamiento a 1,5°C.
Fuente: Periodistas x el Planeta
ESTADOS UNIDOS (29/9/2025).- La ciudad de Nueva York fue escenario de una oleada de anuncios climáticos durante la Semana del Clima, que este año cumplió su edición número 17 bajo el lema Power On.
La cita funcionó como antesala del reporte de síntesis de la ONU que se publicará en octubre y de la conferencia climática COP30, que se celebrará en noviembre en Belém, Brasil.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, inauguró la cumbre con un mensaje contundente: “Necesitamos planes para 2035 que vayan mucho más lejos, mucho más rápido”.
Si bien el volumen de compromisos fue significativo, el balance deja un panorama agridulce: según el portal especializado Carbon Brief, los nuevos planes apenas cubren un 6% de las reducciones necesarias para mantener vivo el objetivo de 1,5°C del Acuerdo de París.
América Latina: señales mixtas de ambición
En la región se presentaron varias actualizaciones de Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDCs), que reflejan avances pero también limitaciones:
- Chile: fijó una NDC más ambiciosa con metas absolutas de reducción de emisiones, fortaleciendo el compromiso de carbono neutralidad para 2050. Incluye protección y restauración de bosques, renovables y adaptación frente a sequías.
- Honduras: reafirmó la meta al 2030 y presentó una estrategia al 2035, con foco en adaptación a sequías e inundaciones, además de aumentar renovables en su matriz energética.
- Nicaragua: propuso que el 80% de su matriz provenga de energías limpias hacia 2030, con continuidad hasta 2035. Sin embargo, recibió críticas por falta de claridad en financiamiento y transparencia.
- Colombia: mantuvo como ejes la reducción de gases de efecto invernadero, el control de la deforestación y la disminución del carbono negro. Incorporó prioridades territoriales de adaptación con enfoque de justicia climática y reconoció la importancia de pérdidas y daños.
Grandes emisores: compromisos aún insuficientes
Los anuncios de las principales economías del mundo también marcaron el encuentro:
- China: prometió un recorte del 7–10% respecto al pico de emisiones (2024) y que las fuentes no fósiles superen el 30% de la demanda en 2035. Analistas lo consideran insuficiente, aunque destacan avances en su transición real.
- Unión Europea: estableció un rango de reducción del 66,25%–72,5% al 2035 en comparación con 1990. Expertos piden que se adopte el valor más alto para dar una señal clara.
- Turquía: anunció que limitará sus emisiones a 643 Mt para 2035, lo que representaría un freno en su curva de crecimiento.
- Otros países: Australia, Nigeria, Jamaica, Mongolia y Pakistán también actualizaron sus metas, en su mayoría con compromisos de transición energética y renovables.
Lo que viene: reporte de síntesis y COP30
El próximo paso será la publicación en octubre del reporte de síntesis de la ONU, que evaluará las metas nacionales al 2035 para ofrecer un panorama consolidado de la ambición climática global.
Ese documento será clave para medir la credibilidad de los compromisos de los grandes emisores y servirá como insumo político central en la COP30 de Belém (Brasil), donde se espera un debate decisivo sobre el futuro del Acuerdo de París.