Misiones | Un Mbya se recibió de Licenciado en Trabajo Social y alienta a otros jóvenes de su comunidad a estudiar

Con 40 años, Martín González, de la Comunidad Ka’aguy Mirĩ Rupa en Aristóbulo del Valle, logró convertirse en el primer universitario de su aldea. Con esfuerzo y perseverancia, superó la discriminación y las dificultades económicas, y ahora busca inspirar a otros jóvenes Mbya a seguir el mismo camino.

 

Fuente: EMIPA

MISIONES (24/9/2025).- Martín González, un mbya guaraní de 40 años, pertenece a la Comunidad Ka’aguy Mirĩ Rupa de Aristóbulo del Valle y acaba de cumplir un sueño: graduarse como Licenciado en Trabajo Social en la Universidad Nacional de Misiones (UNaM).

Su historia está marcada por la superación de obstáculos y el compromiso con su pueblo.

“Quise estudiar para ayudar a mi Comunidad como profesional, acompañando y asesorando a las familias. También para demostrar que los Mbya podemos ser profesionales”, contó tras recibir su título.

 

Una trayectoria llena de desafíos

El camino académico no fue sencillo. Lejos de su hogar, Martín debió afrontar necesidades económicas, la ausencia de sus padres —que fallecieron cuando era niño— y episodios de discriminación por su condición indígena.

“La experiencia fue larga y dura, pasé muchas necesidades, pero eso me daba más fortaleza para afrontar los desafíos. Al principio no comprendía los textos ni las consignas, pero con ayuda de mis compañeros logré avanzar”, recordó.

Gracias a becas y al albergue universitario, pudo sostener su carrera. Mientras estudiaba, también trabajó en el programa de Relevamiento Territorial, lo que le permitió sumar experiencia práctica y reforzar su compromiso con el acompañamiento a las comunidades.

Primer universitario de su comunidad

Convertirse en el primer egresado universitario de su comunidad es un orgullo que Martín asume con responsabilidad.

Aunque actualmente no tiene empleo formal, aseguró que seguirá trabajando por el bienestar de los Mbya: “Voy a seguir acompañando a mis hermanos de las Comunidades con su lucha y aportando para su desarrollo. Me interesan especialmente las áreas de salud y justicia, porque veo las necesidades de las familias”.

Martín sabe que muchos jóvenes Mbya sueñan con estudiar en la universidad pero no se animan por miedo a la discriminación o por la falta de recursos. Por eso insiste en transmitir un mensaje de aliento:

“No abandonen sus sueños. Aunque la vida se ponga difícil, hay que resistir y enfrentar la discriminación y los prejuicios. Siempre vale la pena aprovechar la oportunidad de estudiar”, concluyó.

Artículos relacionados

Últimas noticias

Opinión