Una nueva metodología busca integrar huertas urbanas, jardines comunitarios y parques en el tejido urbano para crear ciudades más sostenibles y resilientes. Estos espacios verdes no solo mejoran la calidad de vida, sino que también combaten el efecto de isla de calor, previenen inundaciones y promueven la biodiversidad.
ARGENTINA (15/8/2025).- Imagina vivir en una ciudad donde el equilibrio, la sostenibilidad y el bienestar son parte del diseño. Una visión que, a través de la Acción 1.5 y la Metodología de Modificación Integrada (IMM), está convirtiendo a las ciudades en prósperos ecosistemas.
Estos espacios verdes, que incluyen desde huertas urbanas hasta parques de bolsillo, son más que simples parches de naturaleza: actúan como los pulmones y la fuerza vital de nuestro futuro urbano.
El enfoque sistémico de IMM asegura una planificación cuidadosa que equilibra los entornos construidos y naturales, impulsando el progreso hacia objetivos críticos de los ODS como:
- Ciudades inclusivas, verdes y resilientes (Objetivo 11.7).
- Conexión entre zonas urbanas, periurbanas y rurales (Objetivo 11a).
- Planificación urbana inteligente para el clima (Objetivo 11b).
Estos espacios verdes traen consigo una serie de beneficios vitales para la salud de las ciudades y de sus habitantes:
- Regulación del clima: Actúan como «islas urbanas de calor», creando microclimas más frescos y saludables.
- Gestión del agua: Al restaurar la permeabilidad del suelo, absorben el agua de tormenta, previniendo inundaciones y protegiendo la infraestructura urbana.
- Biodiversidad: Proporcionan hogares para la vida silvestre, apoyando la biodiversidad local.
- Bienestar social: Crean espacios para la recreación y la conexión social, mejorando la calidad de vida de los ciudadanos.
Con un enfoque en la sostenibilidad, la inclusión y la adaptación al clima, la Metodología de Modificación Integrada demuestra que, al apostar por una infraestructura verde, podemos construir juntos ciudades más sanas y felices para las generaciones venideras.