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Senadores avanzan en un proyecto de ley para la creación del Área Marina Protegida Bentónica «Agujero Azul» que resguardará el Mar Argentino

La creación del Área Marina Protegida Bentónica Agujero Azul marcará un cambio en la protección de los fondos marinos de Argentina, ecosistemas que cumplen un rol clave para la vida en el mar y en la tierra. Esta área protegida es un primer paso para el cuidado integral frente a todas las amenazas potenciales asociadas a actividades humanas, en especial poniendo un freno a la explotación descontrolada que opera en la zona por parte de flotas pesqueras internacionales de arrastre de fondo. El proyecto de ley ya tiene media sanción de la Cámara de Diputados y luego de las sesiones informativas en curso, deberá tratarse en el Senado antes de fin de año para no perder estado parlamentario.

 

Fuente: WCS Argentina 

 

Buenos Aires, 11 de septiembre de 2024 – La protección de los fondos marinos del Mar Argentino está un paso más cerca con el proyecto de ley que busca la creación del Área Marina Protegida Bentónica «Agujero Azul», una iniciativa clave para preservar uno de los ecosistemas más valiosos del país.

Este martes 10 de septiembre, en una reunión informativa en el Senado, se discutieron los alcances de esta nueva área protegida, la cual abarcaría 148.000 km² en la plataforma continental extendida.

El proyecto, que ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados, tiene como objetivo frenar la explotación pesquera descontrolada de flotas internacionales y prevenir futuras amenazas, como la minería profunda y la explotación hidrocarburífera offshore.

Además, el área contiene los restos del submarino ARA San Juan, haciendo de su protección un tema de interés no solo ecológico sino también histórico.

Esta área denominada “Agujero Azul” abarca 148.000 km2 y se encuentra a la altura de las provincias de Chubut y Santa Cruz, pasadas las 200 millas marinas desde la costa.

En esa zona las aguas de altamar son internacionales y por eso la pesca internacional puede operar sin ningún control; sin embargo, desde 2019 el lecho marino es considerado territorio nacional (Ley 27.557) habilitando la soberanía argentina para protegerlo.

Barcos arrastreros en el Agujero Azul. Crédito: Valeria Falabella – WCS Argentina

Un ecosistema marino único en riesgo

Valeria Falabella, directora de Conservación Costero Marina de WCS Argentina, subrayó la importancia de este ecosistema, que alberga una gran diversidad de especies, como arrecifes de coral, erizos y estrellas de mar, junto a un complejo sistema de cañones submarinos que transportan nutrientes y brindan refugio a numerosas especies. Falabella destacó que estos ecosistemas son cruciales para el secuestro de carbono, un proceso vital en la lucha contra el cambio climático.

Por su parte, Silvia Romero, doctora en Oceanografía Física de la Universidad Nacional de Buenos Aires, resaltó la productividad del talud continental, una zona de 1.500 kilómetros de extensión que nutre a toda la plataforma submarina, con el Agujero Azul como uno de los puntos más relevantes.

El proyecto de ley, que fue aprobado en la Cámara de Diputados el 5 de julio de 2022, ahora enfrenta el reto de ser tratado en el Senado antes de fin de año para no perder estado parlamentario.

Durante la reunión plenaria, convocada por las comisiones de Ambiente y Desarrollo Sustentable, y Presupuesto y Hacienda, se enfatizó la importancia de lograr un dictamen positivo. Edith Terenzi, senadora nacional por Chubut, expresó su compromiso de llevar el proyecto al recinto para asegurar su tratamiento.

Soberanía y protección ambiental

Graciela Camaño, autora del proyecto original en la Cámara de Diputados, destacó el rol de Argentina en la protección de estos territorios, enfatizando que «si alguien debe proteger el área somos nosotros», aludiendo a la soberanía sobre estos fondos marinos, reconocidos como parte del territorio nacional desde 2019.

Por su lado, Mariano Aguas, politólogo especialista en temas de política antártica y ambiental, y director del Observatorio de la Universidad de Palermo sobre Cambio Climático y Antártida, comenzó su presentación preguntándose por qué sostener un área marina protegida en el Agujero Azul, a lo que respondió enfatizando “porque podemos, porque estamos proyectando poder. Cuando Argentina como país se comporta de esta manera está diciendo cosas en el ambiente internacional referidos a la legitimidad política”, y agregó que “una política ambiental positiva no sólo sostiene un bien público, también proyecta y construye consensos en las relaciones internacionales».

Valeria Carreras, abogada y representante de las familias de los héroes del ARA San Juan, hizo un emotivo llamado a preservar el Agujero Azul para las generaciones futuras. “Preservemos el área para que, en el futuro, podamos decir que hubo una ley que no solo protegió los recursos, sino también nuestra historia», afirmó.

La creación del Área Marina Protegida Bentónica Agujero Azul es respaldada por diversas organizaciones de la sociedad civil, como AquaMarina, Aves Argentinas, Fundación Ambiente y Recursos Naturales, Fundación Cambio Democrático, Fundación Patagonia Natural, Fundación Temaikèn, Fundación Vida Silvestre Argentina, Global Penguin Society, Greenpeace Argentina, Instituto de Conservación de Ballenas, ProyectoSub y WCS Argentina, entre otras, que trabajan incansablemente por la conservación de los océanos en Argentina.

Los aspectos más importantes del proyecto Agujero Azul

Este proyecto representa una oportunidad única para que Argentina refuerce su compromiso con la protección de sus recursos naturales y afiance su soberanía sobre el mar.

Objetivo: Crear el Área Marina Protegida Bentónica Agujero Azul, que abarcaría 148.000 km² del fondo marino, con el fin de proteger las especies bentónicas vulnerables a la pesca de arrastre internacional. La protección se centraría en el fondo marino y no en la columna de agua debido a su ubicación en alta mar.

Impulsores: El proyecto es promovido por diversas organizaciones civiles dedicadas a la conservación marina, como Greenpeace Argentina, Fundación Vida Silvestre, Aves Argentinas, entre otras.

Definición de Área Marina Protegida (AMP): Se trata de zonas delimitadas para conservar especies y hábitats, protegiéndolos de amenazas humanas, promoviendo su adaptación al cambio climático y contribuyendo a un ecosistema marino saludable.

Importancia de la Conservación del Mar: El océano es un aliado crucial en la lucha contra el cambio climático, ya que absorbe el 90% del calor atmosférico y captura el 30% de las emisiones de CO2. Sin embargo, su protección es insuficiente a nivel global y nacional.

Área Bentónica: El Agujero Azul se enfoca en el fondo marino, hogar de una gran biodiversidad, como corales, esponjas, moluscos, equinodermos y cañones submarinos que sirven de refugio y áreas de reproducción para muchas especies.

Ubicación y Jurisdicción: El área se encuentra frente a las costas de Chubut y Santa Cruz, más allá de las 200 millas marinas, dentro de la plataforma continental extendida de Argentina, donde el país ejerce soberanía sobre el lecho marino.

Impacto en Relaciones Exteriores: El proyecto reafirmaría la soberanía argentina sobre su plataforma continental extendida y consolidaría una estrategia nacional de protección marina.

Actividades Reguladas: La protección prohibiría la pesca de arrastre internacional, que destruye el fondo marino. También fortalecería el monitoreo de actividades ilegales y la protección ante riesgos de explotación hidrocarburífera.

Relación con el Tratado Global de los Océanos: El Área Protegida complementaría el Tratado de Alta Mar, que promueve la conservación marina a nivel internacional. Argentina ya ha adherido al tratado, pero falta su ratificación por el Congreso.

Estado del Proyecto (agosto 2024): Aprobado en Diputados en 2022, aún espera tratamiento en el Senado. Debe ser sancionado antes de fin de año para no perder estado parlamentario.

La sanción de esta ley posicionaría a Argentina como líder en la protección de fondos marinos, contribuyendo a la soberanía nacional y al manejo responsable del ecosistema bentónico.

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