Últimas noticias

Opinión

Ursula von der Leyen en Argentina | Discurso completo de la Presidenta de la Comisión Europea en el 1° Foro Empresarial UE-Argentina

En el marco de la visita de Ursula von der Leyen al país y a partir del trabajo que viene desarrollando la Delegación de la Unión Europea en Argentina, se llevó a cabo el 1° Foro Empresarial UE-Argentina, con la meta de contribuir al proceso de integración económica, explorar el potencial para un mayor desarrollo y reflexionar sobre los desafíos en común. Este foro fue organizado conjuntamente con la Erocámara Argentina. Compartimos el discurso completo de la Presidenta de la Comisión Europea este martes 13 de junio en Buenos Aires.

Señor presidente:

Señoras y señores:

Les agradezco enormemente su invitación a venir aquí. Qué gran placer estar aquí, en Buenos Aires, en Argentina.

Es un país de una belleza impresionante si se observa todo el país desde la Amazonia, pasando por las cumbres andinas, hasta los glaciares de la Patagonia. Y, en efecto, hoy he tenido el placer de ver un poco más de la ciudad. Qué fantástica ciudad tienen ustedes. Qué bueno estar aquí y muchas gracias por haberme invitado.

Es mucho lo que argentinos y europeos tenemos en común. Compartimos profundos lazos históricos y culturales. Somos los amigos más antiguos. En muchos casos, somos familia. Defendemos valores comunes; tenemos intereses compartidos, incluida la pasión por el fútbol. Y debo admitir que, como presidenta de la Comisión Europea, apoyé por supuesto a Francia en la final de la Copa Mundial de la FIFA. Sin embargo, la actuación de Argentina fue simplemente espectacular. Enhorabuena por una victoria bien merecida. Siempre hemos sido socios naturales y amigos. Permítanme tomar prestadas las palabras de Raúl Alfonsín, su primer presidente democrático moderno. Hace cuarenta años estuvo en Estrasburgo, y se dirigió al Parlamento Europeo. Estuvo allí unos meses después de ganar las históricas elecciones de 1983.

Dijo: «Aunque parezca tan diversa, Europa está a la vez tan unida. Aunque parezca tan unida, América latina es a la vez tan diversa. Nos unen los mismos valores, la misma convicción democrática. Estamos destinados a trabajar juntos». Esto era ya cierto hace cuarenta años, cuando tanto Argentina como los países del sur de Europa pasaban de la dictadura a la democracia, y sigue siéndolo en la actualidad. Nos unen los mismos valores, compartimos la misma convicción democrática. Y nuestros cimientos comunes son sólidos.

Tras cuarenta años de cooperación, casi la mitad de toda la inversión extranjera directa en Argentina procede de la Unión Europea. Somos su tercer socio comercial más importante, y las empresas europeas proveen casi 300 000 empleos en Argentina, que abarcan desde los servicios financieros a los productos químicos, a los productos farmacéuticos, y por supuesto la industria automovilística. Pero es mucho más lo que podemos hacer juntos.

El potencial de nuestra amistad es mucho mayor. Hoy en día, si se observan nuestras agendas económicas, coinciden como nunca antes: en lo que respecta, por ejemplo, a las energías limpias, a las materias primas y a las infraestructuras digitales. Creo que ha llegado el momento de iniciar una nueva era de cooperación entre viejos amigos.

Esta es la razón por la que estoy hoy aquí. Y veo dos vías principales para que Argentina y Europa estrechen más sus lazos. En primer lugar, tenemos ciertamente la oportunidad histórica de dar un impulso final al Acuerdo de Asociación UE-Mercosur y cruzar la meta. Yo estoy comprometida a celebrar este acuerdo con Mercosur tan pronto como sea posible. Y pienso: hagámoslo realidad antes de final de año. Este debería ser nuestro objetivo común.

El acuerdo UE-Mercosur es el acuerdo comercial más amplio y el más ambicioso que tanto la Unión Europea como el Mercosur han negociado jamás. Reuniría a dos de los mayores bloques comerciales del mundo, con una población conjunta de más de 700 millones de consumidores. El potencial de progreso económico es inmenso. Permítanme ofrecerles un ejemplo: Hace unas semanas me encontraba en Corea del Sur, donde observé el impresionante efecto positivo del acuerdo comercial que hemos celebrado.

En poco más de una década, el comercio de la UE con Corea ha crecido un 110 %. Esto es lo que ocurre cuando das la oportunidad a negocios y personas de trabajar a través de las fronteras. El comercio aumenta exponencialmente. La economía prospera. Y lo más importante: las personas se benefician de ello. Así que hagámoslo. Esta es la razón por la que Mercosur y la Unión Europea deberían abordar las últimas cuestiones pendientes este año. Y cuento especialmente con Argentina como actual presidente del Mercosur para que también contribuya en la medida que le corresponde.

Sin embargo, más allá del comercio, nuestra amistad tiene mucho más potencial. Tienen ustedes tanta población joven brillante y apasionada. Su sistema educativo ocupa el puesto más alto de América Latina, por encima de la mayoría de las naciones del G-20. Pueden presumir ustedes de universidades que están entre las mejores del mundo, como el Instituto Balseiro o la Universidad de Buenos Aires, por la que pasaron cinco ganadores de premios Nobel. Pueden estar ustedes muy orgullosos de ello. Tomemos como ejemplo sus empresas tecnológicas.

El 20 % de las empresas unicornio de América Latina son de Argentina. Compañías innovadoras como Globant y Mercado Libre. O fíjense en la empresa argentina que produce radioisótopos para tratamientos contra el cáncer usados en hospitales europeos. Eso salva vidas.

Pero, como ocurre en cualquier otro lugar, los empresarios argentinos y las personas con capacidad para solucionar los problemas necesitan inversión. Es aquí donde Europa puede realmente marcar la diferencia. Y la inversión necesita un entorno previsible y propicio. Y ahí es donde Argentina puede marcar la diferencia. Volviendo a las inversiones, permítanme ofrecerles dos ejemplos, la energía limpia y las materias primas, solo para ver y mostrarles lo que podemos hacer juntos. Como saben, Europa se ha comprometido a ser el primer continente climáticamente neutro de aquí a 2050. Pero, para tener éxito en este viaje, Europa necesitará un suministro ingente de energía renovable. Su país tiene todo lo necesario para convertirse en una potencia de la energía renovable.

En gran parte de este hermoso país, en la gran meseta del sur, solo se oye un sonido: es el sonido del viento soplando sin obstáculos. Han aprovechado ustedes este recurso natural, que está aquí presente en abundancia. En los últimos cuatro años, Argentina ha multiplicado por veinte su producción de energía eólica. Los extraordinarios vientos de la Patagonia son un don de la naturaleza. Si se crea la infraestructura adecuada para la electricidad y el hidrógeno verde, pueden proporcionar energía a Argentina y al mundo. Y Europa está dispuesta a invertir. Juntos podemos construir una asociación estable y fiable. De esta manera, al final, si reflexionamos y lo hacemos realidad, las renovables de Argentina no solo aportarían energía limpia y sostenible al mundo, sino también empleos bien remunerados para Argentina. Embarquémonos juntos en este viaje.

Permítanme darles otro ejemplo: respecto al litio, el oro blanco para la electrificación de nuestras economías. Tienen ustedes una de las mayores reservas de litio del mundo. Y tienen una industria manufacturera sólida, incluida la automotriz.

Permítanme ofrecerles dos datos: Hace dos años, de cada veinticinco vehículos vendidos en todo el mundo, uno era un vehículo eléctrico. En la actualidad, dos años después, de cada cinco vehículos vendidos, uno es un vehículo eléctrico. La demanda de vehículos eléctricos está en alza. Y esto es solo el principio porque no lo olviden: sin litio no hay baterías. Y también en esto Argentina puede convertirse en un socio importante para Europa. Juntos somos capaces de construir cadenas de suministro de baterías resilientes. Y creo que es importante que, a diferencia de hoy, el valor añadido permanezca aquí en Argentina.

Dicho de otro modo: juntos desarrollaremos cadenas de valor que vayan más allá de la extracción únicamente. Eso es lo que hoy ocurre. Pero, si vamos más allá, se crearán puestos de trabajo y oportunidades a lo largo de toda la cadena de valor en Argentina. A tal fin, me complace haber firmado hoy un memorando de entendimiento sobre materias primas fundamentales. Este es un gran avance y ambos nos beneficiaremos de ello.

Hasta aquí los dos ejemplos del litio y de la energía renovable, pero pueden ustedes añadir innumerables ejemplos más que siguen el mismo patrón. Es precisamente para apoyar este tipo de inversiones que acabo de describir por lo que hemos creado nuestro plan de inversiones relativo a la Pasarela Mundial («Global Gateway»). La Pasarela Mundial ya ha puesto en marcha 90 proyectos en todo el mundo este año. Y, en lo que respecta a América Latina y el Caribe, me complace anunciar que estamos casi duplicando nuestras inversiones en los proyectos en la región. La Unión Europea, por sí sola, pondrá a disposición 10 000 millones EUR. Esto se complementará gracias a la contribución de nuestros Estados miembros y, por supuesto, a la contribución del sector privado. Pero no se trata solo del dinero, sino también del método. Las inversiones procedentes de otros lugares suelen ir acompañadas de compromisos, las famosas notas a pie de página, o dar lugar a dependencias perjudiciales. Nuestro enfoque es diferente. Lo que se ve es lo que se obtiene. Los proyectos se adaptan a las realidades locales, pero comparten unos mismos principios.

Sostenibilidad

El primero es la sostenibilidad. Deseamos garantizar el respeto de las normas medioambientales más estrictas. Deseamos que las comunidades locales se beneficien. Y queremos garantizar la transparencia financiera, que es tan esencial para la previsibilidad que necesitan los inversores. La Pasarela Mundial reúne a empresas, instituciones financieras, inversores públicos y privados, y a todos los agentes pertinentes. La Pasarela Mundial puede ser el impulso que necesita la industria argentina de alto valor. Nuestros equipos ya están determinando proyectos sobre el terreno. Pongámonos a trabajar y hagámoslo realidad juntos.

Geopolíticas

Permítanme plantear un último punto. Muy al principio, mencionaban ustedes las tensiones geopolíticas que estamos padeciendo. Y en una época de tensiones geopolíticas, queremos a nuestro lado a nuestros amigos latinoamericanos, que son tan afines. No debemos olvidar que, durante décadas, tanto Europa como América Latina han formado parte integrante de la construcción de un orden mundial basado en normas y en el que el sistema de las Naciones Unidas ocupa un lugar central.

Las primeras palabras de la Carta de las Naciones Unidas proclaman la determinación de los pueblos de las Naciones Unidas de salvar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra. Lamentablemente, todos sabemos que la guerra y los conflictos no se han erradicado de nuestro planeta. Cuando el año pasado Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas dotado de armamento nuclear, envió sus tanques a través de las fronteras de Ucrania para conquistar a su vecino soberano, se trataba simplemente de una guerra elegida y fue un ataque directo a nuestro orden internacional, la Carta de las Naciones Unidas, de la que todos dependemos. Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania he estado en Kiev varias veces. He estado en Bucha, justo después de su liberación. He visto las fosas comunes y las filas de bolsas de cadáveres. He visto las marcas producidas por los misiles lanzados para aterrorizar a la población civil, los cuales han destruido hogares, hospitales, escuelas y guarderías.

Por supuesto que queremos la paz. Y nadie la desea tanto como los propios ucranianos. Pero debe ser una paz justa. Debe ser una paz justa y duradera que defienda los principios de la Carta de las Naciones Unidas. Consagrado en la Carta de las Naciones Unidas está, por ejemplo, el principio de soberanía y de integridad territorial de todos y cada uno de los países del planeta. Y, por supuesto, deseamos una paz justa que defienda el derecho del pueblo ucraniano a ser los dueños de su propio destino.

El presidente Zelensky ha presentado una fórmula de paz. Cada uno de los diez puntos de la fórmula de paz se basa en los principios de la Carta y se derivan de las resoluciones de las Naciones Unidas. Y ha invitado a países de todo el mundo a unirse a él y a basarse en esa fórmula de paz. Quiero agradecerle a Argentina su apoyo incondicional e inquebrantable en los foros multilaterales que tenemos en las Naciones Unidas. Han votado ustedes junto a nosotros en cada una de las resoluciones relativa a este asunto. Y deseo realmente agradecerles ese claro compromiso y esa clara posición. No lo olvidaremos. Y creo que nuestro punto de inicio para la paz debe, por lo tanto, ser el orden basado en normas porque el pueblo ucraniano merece poner fin a su sufrimiento.

 

Nueva asociación con Argentina

Europa quiere iniciar una nueva asociación con Argentina. Una asociación que dé prioridad a las personas y a su pasión por la innovación. Acabo de estar en la exposición. Es fascinante observar a las personas jóvenes con las que cuentan. Es impresionante ver la innovación existente en esa sala, las soluciones basadas en la naturaleza que han encontrado estos jóvenes, la pasión con la que han desarrollado su proyecto y me lo han presentado. Deseamos una asociación que les dé prioridad. Deseamos una asociación de democracias unidas. Deseamos una asociación de prosperidad compartida. En otras palabras, deseamos un nuevo principio para viejos amigos.

Muchas gracias.

Artículos relacionados