Productores y vecinos de parajes y colonias que deben transitar en forma cotidiana esta ruta terrada que une ambos municipios, enfrentan graves problemas consecuencia de la falta de mantenimiento tras los entoscados realizados y arreglos necesarios en el trazado, quedando trunco el proyecto de asfaltado desde 2010. Decidieron elevar notas de reclamos ante Vialidad Provincial y autoridades municipales para exponer la situación y exigir soluciones urgentes.
Por Patricia Escobar
@argentinaforest
MISIONES (23/3/2023).- Miles de personas afectadas, entre las familias de cientos de productores con problemas económicos y en su vida cotidiana por el intransitable estado de la Ruta Provincial 219, que une entre otros parajes y colonias cercanas, el trayecto entre los municipios de 25 de Mayo y Aristóbulo del Valle.
La ruta tiene una longitud de más de 49 kilómetros de zona agrícola y forestal, de la cual dependen familias rurales de Colonia El Saltito, Paraje Pindaytí, Las Yerbas, Torta Quemada, Camión Cué, Santa Teresa, Santa Lucía, May Bau. En algún momento realizaron un entoscado, pero la falta de mantenimiento y su necesaria compactación, perjudica la circulación de los transporte y vehículos.
En el paraje “El Saltito” funciona la Escuela Rural N°514, que se ubica a una distancia de 40 kilómetros de ambas ciudades – y unos 14 kilómetros de la Ruta Prov. N°9-, y fue el lugar elegido por los vecinos este martes 21 de marzo para reunirse y consensuar acciones de reclamos a las autoridades de Vialidad Provincial y a los representantes locales, para encontrar una urgente solución de mejoras, mantenimiento, además de reactivar el Proyecto de Asfalto del trazado que quedó “trunco” desde el 2010.
En la zona hay una gran dependencia del trabajo de la tierra, familias productoras de tabaco, yerba mate, té, forestación y madera, entre otros cultivos agrícolas que requieren de mejores condiciones para poder trasladar su producción al destino sin “quedarse en el camino”, perdiendo tiempo y sus únicos recursos para lo cual trabajaron toda la cosecha.
La ruta 219 aun es terrada, y se vuelve intransitable ante la falta de mantenimiento. Desde los daños que afectan a los vehículos particulares y de transporte de carga, perjudicando el cumplimiento en tiempo y forma de la llegada a horarios de trabajo, trasladarse a las diferentes instituciones donde se desempeñan laboralmente, limitando el abastecimiento de alimentos y mercaderías a los comercios que brindan este servicio a la comunidad, a los alumnos que asisten a las escuelas, a los médicos y promotores de salud, entre tantas otras actividades de la vida cotidiana.

“El estado de la Ruta Prov. 219 es intransitable. Es una ruta terrada, no es asfaltada como quieren hacer figurar para cobrar impuestos a los colonos en Rentas, según se quejaron los propios productores en la reunión. Se hizo un entoscado, pero hoy está llena de pozos y piedras, afectando la falta de mantenimiento. Los intendentes no dan respuestas, cada vez que se les plantea el tema dicen que corresponde dar una solución a Vialidad Provincial, pero la gente no aguanta más vivir así. Esta es una zona de producción, de gente de trabajo, que está abandonada a su suerte, porque desde que estoy en la escuela rural nunca vi que pase una máquina o una topadora para el mantenimiento de la ruta”, explicó la directora de la Escuela, Claudia Pereyra, quien ejerce desde hace 26 años como docente en El Saltito, y se traslada diariamente desde Campo Viera donde reside y es oriunda.
Explicó que todos los docentes que trabajan en la Escuela N°514 residen en Aristóbulo o 25 de Mayo, y cada vez que llueve se ven afectados para llegar al trabajo, de la misma manera que los más de 260 alumnos que asisten al establecimiento rural entre el nivel primario y secundario que funciona en la escuela rural, donde tienen un rol estratégico para el desarrollo de la comunidad.
En cuanto a los alumnos, la mayoría camina varios kilómetros todos los días para asistir a la escuela “porque hay un transporte urbano que pasa una sola vez al día”, grafica la docente.
Ante las piedras y los pozos que marcan el rumbo de la ruta provincial, los colonos terminan averiando sus vehículos, volcando o quedando varados en los cerros con sus cargas de producción, no logrando llegar en tiempo y forma a cumplir con sus compromisos.
Los cultivos agrícolas deben llegar a los centros de consumo, el tabaco tiene plazos que cumplir para su entrega, y los transportes forestales se ven perjudicados también.

Ante este escenario, los vecinos ya en estado de indignación decidieron unirse entre varias colonias y parajes, y tras la reunión del martes, acordaron pedir reuniones y elevar notas de reclamos inicialmente a Vialidad Provincial y los concejos deliberantes, firmando todos los damnificados que se unieron para reflejar la situación de los distintos parajes y colonias.
“El perjuicio cotidiano es grave, la gente está preocupada y cansada, nos quedamos incomunicados por días o sin poder salir de la zona rural con nuestra mercadería. Tampoco pueden ingresar los transportes de alimentos a los comercios de la colonia para reponer el abastecimiento. Todo encarece la logística, y genera pérdidas económicas a las familias rurales”, señalaron los vecinos en diálogo con ArgentinaForestal.com
La directora de la escuela explicó que todos se acercaron a la escuela para pedir colaboración en la elaboración de las notas a presentar y en hacer escuchar sus reclamos. “En la colonia solo hay gente de trabajo, ni la sequía ni las lluvias torrenciales, ni la crisis económica los detiene, ellos se levantan todos los días a trabajar la tierra, a mejorar sus chacras, y el problema es que todo su esfuerzo queda en trabado en la movilidad por las condiciones de una ruta terrada que es intransitable”, asevera.

Realidades de la ruralidad misionera
Todo se hace más difícil en la vida rural ante la inestabilidad de los caminos terrados. Pero la salida a las rutas debieran garantizar seguridad vial, y ante las pésimas condiciones y el inexistente mantenimiento de los organismos responsables de ello, las consecuencias la sufren los vecinos y productores.
Además de los daños y averías de los vehículos particulares y transporte de carga, hay otros problemas sociales que se generan, como es la adecuada asistencia de salud hasta lograr llegar al hospital más cercanos ante las emergencias, o las personas que padecen alguna enfermedad y deben asistir en forma más frecuente a los centros de salud, pero se ven impedidos ante las condiciones de la ruta. Incluso los médicos y promotores sanitarios se ven afectados para llegar a las CAPS en tiempo y forma.

“No se trata solo del camino en mal estado o la falta de mantenimiento, sino todo lo que esto implica para las familias rurales que habitan en los parajes y colonias. Ha crecido mucho la zona y es gente de trabajo”, señala Claudia, que ya tiene experiencia de cooperación en red con directores y docentes de otras escuelas rurales de la zona, como la directora .
Comparten la misma cultura, problemáticas similares y proyectos comunes para los estudiantes. “Siempre tratamos de buscar soluciones entre nosotros, pero esto nos excede”, se excusa. Sin embargo, los servicios públicos y mantenimientos por seguridad vial corresponden ser atendidas por las autoridades locales y provinciales.



