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American Home Mortgage se declaró en bancarrota al no poder cumplir con obligaciones pendientes por más de US$ 100 millones; el viernes, despidió al 90% de sus trabajadores. La decisión se produjo luego de que la semana pasada la compañía señaló tener problemas para cumplir obligaciones con sus acreedores por unos 800 millones de dólares
Fuente: Lignum
NUEVA YORK (6/7/2007).- En medio del temor por un potencial estallido de la burbuja inmobiliaria estadounidense, que llenó de incertidumbre a las diferentes plazas bursátiles del mundo, la compañía de créditos inmobiliarios American Home Mortgage se declaró hoy en bancarrota al no poder cumplir con obligaciones pendientes por más de 100 millones de dólares con unos 100.000 acreedores. La empresa se declaró en bancarrota ante un tribunal de Wilmington, Delaware, y dijo tener activos por más de 100 millones de dólares. La decisión se produjo luego de que la semana pasada la compañía señaló tener problemas para cumplir obligaciones con sus acreedores por unos 800 millones de dólares. El viernes la compañía anunció el despido de más del 90 por ciento de su plantilla, calculada a fines del año pasado en 7400 empleados, y señaló que no seguiría entregando servicios a sus clientes. La compañía fue fundada en 1987 y se considera una de las mayores empresas que brinda crédito a clientes que tienen buen historial de cumplimiento de sus compromisos de deuda, pero que no logran conseguir créditos preferenciales en bancos o instituciones financieras. El año pasado American Home Mortgage negoció créditos hipotecarios por unos 59.000 millones de dólares, lo que la vuelve la décima mayor entre las firmas que prestan estos servicios de facilitación de créditos en EE.UU. Entre los acreedores de la firma figuran varias de las mayores firmas de Wall Street, como Deutsche Bank y JP Morgan Chase. En la mañana de hoy las acciones de la empresa perdían un 36,69 por ciento a 0,44 dólares, tras la caída del 48 por ciento del viernes. Antes de que la compañía comunicara sus problemas para cubrir sus posiciones financieras a fines de julio se negociaba en torno a los diez dólares. Fuente: La Nación