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“Muchos países han demostrado voluntad política para mejorar la gestión de los bosques y revisar sus políticas y legislaciones, así como para reforzar las instituciones forestales. Cada vez se presta más atención a la conservación del suelo y los recursos hídricos, la biodiversidad y a otros valores medioambientales”, señaló David Harcharik, director general adjunto de la FAO.
Fuente: Lignum
ROMA (9/4/2007).- “Muchos países han demostrado voluntad política para mejorar la gestión de los bosques y revisar sus políticas y legislaciones, así como para reforzar las instituciones forestales. Cada vez se presta más atención a la conservación del suelo y los recursos hídricos, la biodiversidad y a otros valores medioambientales”, señaló David Harcharik, director general adjunto de la FAO. “Sin embargo –añadió-, los países que encuentran mayores dificultades a la hora de alcanzar una gestión sostenible de los bosques son aquellos que tienen elevados índices de pobreza y sufren conflictos civiles”. La cubierta forestal a nivel mundial alcanza casi 4.000 millones de hectáreas, y cubre cerca del 30 por ciento de la superficie terrestre. Entre 1990 y 2005, el mundo perdió el 3 por ciento de su superficie forestal, con una reducción media del 0,2 por ciento anual, según los datos de la FAO. Entre 2000 y 2005, 57 países experimentaron un incremento de su superficie forestal, mientras que 83 señalaron una reducción. La pérdida neta de bosques se sitúa en 7,3 millones de hectáreas anuales, unas 20 000 hectáreas diarias, una superficie que equivale dos veces a la ciudad de París. Un grupo de diez países reúne el 80 por ciento de los bosques primarios del mundo. Dentro este grupo, Indonesia, México, Papua Nueva Guinea y Brasil experimentaron las mayores pérdidas de bosques primarios entre 2000 y 2005. Los bosques de América Latina y el Caribe Latinoamérica, el Caribe y África son hoy las regiones que experimentan mayores pérdidas. África, con el 16 por ciento de la superficie forestal mundial, perdió el 9 por ciento de sus bosques entre 1990 y 2005. La región latinoamericana, con el 47 de las tierras, y el 22 por ciento de los bosques de todo el mundo, vio como la tasa de pérdida anual pasaba del 0,46 al 0,51 por ciento entre 2000 y 2005. De 1990 a 2005, la región de América Latina y el Caribe perdió alrededor de 64 millones de hectáreas de superficie forestal. Durante ese periodo, la superficie forestal aumentó en un 11 % en el Caribe y disminuyó en 19% en América Central, y un 7% en América del Sur. En ese mismo periodo, la superficie forestal disminuyó del 51 al 47 % de la superficie terrestre total en la Región. La superficie total de otras tierras boscosas se mantuvo estable, representando el 6% de la superficie terrestre total. En la Región de América Latina y el Caribe, representan 1,4% de la superficie forestal total y las plantaciones están aumentando a una tasa de alrededor del 1,6% al año. De 2000 a 2005, la pérdida mayor, dentro de la Región, se registró en América del Sur, mientras que el porcentaje mayor de pérdida de superficie forestal tuvo lugar en América Central. La superficie forestal aumentó en Chile, Costa Rica, Cuba y el Uruguay. Costa Rica es el único país de América Central que registró una tasa negativa de variación de la superficie forestal en el decenio de 1990, y que en cambio notificó un aumento de la superficie forestal de 2000 a 2005. Este viraje puede estar relacionado a políticas innovadoras y el pago por servicios medioambientales. Diversidad Biológica Los bosques primarios representan 70% de la superficie forestal de la región y el 56% de los bosques primarios del mundo. En los últimos 15 años la superficie forestal destinada para fines de conservación de la diversidad biológica ha aumentado espectacularmente, incluido un aumento de 2% al año de 2000 a 2005. No menos de 10 países en la región poseen por lo menos 1.000 especies de árboles. América Latina y el Caribe figuran en primer lugar en el mundo en cuanto al número de especies de árboles consideradas en peligro o vulnerables a la extinción. Salud y Vitalidad de los Bosques De 1999 a 2003, los países de América del Sur informaron un promedio de 26 000 incendios de áreas silvestres por año, que quemaron un promedio de 5,5 millones de ha/año. En el Caribe, Cuba, la República Dominicana y Trinidad y Tobago, informaron un promedio de incendios de 140 a 325 incendios por año, con 4.000 a 5.000 ha/año de superficie quemada de 2000 a 2003. En América Central, Guatemala ha informado un promedio de más de 200.000 hectáreas quemadas de 2000 a 2003 y desde 1980 Honduras tiene un promedio de 2.300 incendios que han quemado 70.000 ha/año. Costa Rica registra promedios de 41.000 hectáreas quemadas por año, de las cuales alrededor de 5.000 hectáreas corresponden a tierras forestales. Se han formado tres redes subregionales para hacer frente más eficazmente a los incendios forestales. Se ha elaborado una estrategia regional para la gestión y la cooperación en relación con los incendios forestales, y América Latina y el Caribe es ahora un modelo para otras regiones. Por lo que respecta a los daños distintos de los incendios, el gorgojo descortezador del pino, se le acreditan las pérdidas mayores de bosques de pino en América Central en los últimos 40 años. Se ha preparado una estrategia regional para esta especie para hacer frente a esta amenaza. Las organizaciones regionales de protección fitosanitaria contribuyen a impedir la propagación e introducción de las plagas y promueven medidas apropiadas para su control. Funciones productivas de los recursos forestales Alrededor de 12% de toda la superficie forestal de la región está destinada principalmente para fines de producción, frente a un promedio mundial del 32%. No todos los países interpretan de la misma manera esta designación. Brasil informó que sólo el 5,5% de sus bosques pertenece a esta categoría, mientras el Uruguay el 60%, Chile el 45%, Honduras el 42%, la República Bolivariana de Venezuela el 38% y el Perú el 37. Al otro extremo, Bolivia, Costa Rica y Nicaragua notificaron el 0%. Las existencias en formación por hectárea se mantienen relativamente estables en América Central y del Sur, y están aumentando en el Caribe. Por lo que respecta a la región en conjunto, las existencias en formación representan alrededor de 30% de la superficie mundial total, y por hectárea supera en un 29% el promedio mundial. Conforme a este parámetro, los bosques de América Latina y el Caribe son considerablemente más productivos que los del mundo en general. En América Central y el Caribe, la mayor parte de la madera extraída de los bosques se utiliza para combustible. Funciones protectoras de los recursos forestales La superficie forestal destinada para fines de protección representa 11% de la superficie forestal de la Región, en comparación con el 9% mundial. Varios países de América Latina y el Caribe figuran entre los líderes del mundo por lo que respecta a la exploración de planteamientos innovadores para el pago por los servicios medioambientales, tales como el suministro de agua limpia. Funciones Socioeconómicas América Latina y el Caribe representa alrededor del 20% de la superficie forestal mundial, pero sólo aproximadamente el 7% del valor del sector forestal mundial. Los países de la Región representan el 18% del valor añadido del sector de los bosques primarios, pero sólo el 3% del valor añadido de las industrias de elaboración de la madera y el 6% de la industria de la pasta y el papel. La Región de América Latina y el Caribe es una fuente importante de materias primas, pero gran parte de su transformación en productos acabados se realiza en otras regiones. La amenaza de los incendios y las plagas Los bosques son también vulnerables a otras amenazas, como insectos, enfermedades, especies invasivas e incendios forestales. El incremento del transporte y los viajes, así como el creciente comercio internacional, han favorecido la propagación de plagas. El informe señala que existe una creciente tendencia hacia la adopción de estrategias frente a las plagas forestales, en particular en los países desarrollados. Al tiempo que muchos países señalan un aumento en la gravedad en los incendios forestales, no existe suficiente información para concluir si la superficie total quemada o el número de incendios se están incrementando a nivel mundial. Entre el 80 y el 99 por ciento de todos los incendios forestales están causados por el hombre de forma intencionada, en su mayoría para obtener tierras para la agricultura Entre las causas naturales de los incendios cabe destacar la caída de rayos. Cambio climático Cada día se hace más evidente que los bosques se verán profundamente afectados por el cambio climático, al igual que aumentará el daño provocado por los incendios, las plagas y las enfermedades. Al mismo tiempo, las nuevas inversiones en bosques para mitigar el cambio climático se encuentran rezagadas respecto a las expectativas optimistas creadas tras la entrada en vigor del Protocolo de Kyoto en 2005. Fuente: FAO