Medio ambiente |
director general de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, según sus siglas en inglés), Jacques Diouf, pidió una nueva «revolución verde» para conseguir alimentar a la creciente población mundial, al tiempo que se conserven el medio ambiente y los recursos naturales.
Fuente: Diario La Nacion
ROMA (ANSA).- El director general de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, según sus siglas en inglés), Jacques Diouf, pidió una nueva «revolución verde» para conseguir alimentar a la creciente población mundial, al tiempo que se conserven el medio ambiente y los recursos naturales. «Durante las próximas décadas será necesario un esfuerzo internacional sin precedente para alimentar a una población mundial que pasará de 6000 a 9000 millones de personas. Podemos denominarlo una segunda revolución verde», dijo Diouf al intervenir en una reunión del Consejo de Asuntos Mundiales del Norte de California, en San Francisco (EE.UU.). Con cerca de 10.000 miembros, el Consejo de Asuntos Mundiales es uno de los principales foros de debate no gubernamentales en Estados Unidos sobre asuntos de alcance internacional. «La denominada revolución verde en las décadas del 50 y del 60 logró duplicar la producción mundial de alimentos, al aplicar los progresos científicos a la agricultura, pero se basó en el uso desmesurado de agua, fertilizantes y pesticidas», subrayó Diouf. «La tarea que tenemos por delante puede ser incluso más difícil. No solamente necesitamos producir unos mil millones de toneladas adicionales de cereales en 2050, año que verán nuestros hijos y nietos, sino que necesitamos hacerlo a partir de unos recursos básicos de tierra y agua en disminución, y con el medio ambiente cada vez más amenazado por el calentamiento global y el cambio climático.» Como agencia de la ONU especializada en la alimentación y la agricultura, la FAO tendrá un papel fundamental en hacer posible esta nueva revolución, según Diouf, quien señaló que el proceso debe comenzar a nivel de las aldeas y en los países en desarrollo. «Invertir en agricultura no es una de las principales prioridades de los políticos, que normalmente se interesan en obtener resultados a corto plazo», dijo Diouf. «No podemos seguir permitiéndonos esta desatención. Nuestro futuro depende de ella», agregó. Para el funcionario, a pesar de todo, hay señales concretas de que se va en la buena dirección a nivel nacional e internacional. «Por ejemplo, los líderes africanos decidieron aumentar 10% los fondos destinados a agricultura y alimentación. Y la tendencia del Banco Mundial de destinar menos recursos a la agricultura y el desarrollo rural se está ahora invirtiendo», agregó el funcionario. El responsable del organismo de la ONU advirtió que 100 millones de personas se enfrentan a la migración forzada como consecuencia del avance de la desertificación y la erosión del suelo, al tiempo que las reservas acuíferas han empezado a descender en importantes zonas cerealeras, como la India y China. «La nueva revolución verde no consistirá tanto en introducir nuevas y productivas variedades de trigo u arroz, que es importante, pero sobre todo en hacer un uso más sabio y eficiente de los recursos», aseguró. Las pruebas realizadas por la FAO en diversos países en desarrollo desde 2000 han demostrado que es posible aumentar el rendimiento de las cosechas hasta en un 30% a través de lo que se denomina técnicas de cultivo mejoradas (ICM, por sus siglas en inglés). «Puede parecer increíble, pero se puede ahorrar agua y producir más alimentos al mismo tiempo», añadió el director general. La clave para incrementar la producción y salvaguardar los recursos naturales se encuentra en el desarrollo agrícola sostenible desde el punto de vista medioambiental, sostuvo. «Tenemos que aceptar que en nuestro mundo el destino de los países desarrollados y en desarrollo está estrechamente ligado. Está claro que tenemos importantes desafíos por delante», culminó.