Conflicto ambiental por inversiones de celulosas |
El canciller uruguayo aseguró que hubo un diálogo telefónico entre Kirchner y Tabaré. El Gobierno argentino prefirió el silencio. Pero se admiten contactos para aflojar la tensión. El gobernador Busti volverá a pasar por la Casa Rosada para analizar esta delicada cuestión junto al Presidente y al jefe de Gabinete.
Fuente: Diario Clarín
BUENOS AIRES (5/2/2006).- Con estilos bien diferentes pese a la historia de los dos países, los gobiernos de la Argentina y Uruguay coincidieron ayer en admitir que en las últimas horas se está abriendo una puerta de negociación para resolver el conflicto por la instalación de dos plantas papeleras en la ciudad de Fray Bentos. El final de ese camino incipiente, que comenzó con un diálogo informal entre Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez, es una cumbre presidencial que sólo tendrá lugar cuando se produzca un acercamiento de las posiciones. El primero en emitir señales públicas en estas horas de juego diplomático fue el gobierno uruguayo. El viernes por la noche, su canciller —Reinaldo Gargano— emitió un comunicado admitiendo «contactos» entre Vázquez y Kirchner por el tema de las papeleras. Pero ayer, en una entrevista radial, fue más explícito. «Existió la conversación; hablaron por teléfono y el presidente me pidió que lo transmitiera a la opinión pública porque ya existían voces, pero el Gobierno no hablaba», explicó Gargano sobre el diálogo telefónico entre Kirchner y Tabaré. Y aunque no dio precisiones sobre el contenido ni sobre la duración aseguró: «Sé que los dos demostraron la voluntad de que las relaciones nuestras sigan bien y este tema tenga una solución normal». El viernes, ante una consulta sobre si el diálogo había existido, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, dijo públicamente que no. Ayer, el Gobierno argentino prefirió mantener silencio. Ante una consulta de Clarín, dos funcionarios del Gobierno admitieron que la conversación entre los presidentes había existido pero pidieron que no se los identificara públicamente. Esas mismas fuentes señalaron que se trató de un diálogo breve e informal que sirvió para aflojar la tensión que se venía generando entre los dos países hermanos. En la misma línea, ayer el gobernador Jorge Busti les pidió «una tregua» a los ambientalistas que cortan la ruta 136 en Gualeguaychú para permitir que avance «una instancia de negociación». También el secretario político del Mercosur, Carlos «Chacho» Alvarez, desplegó en los últimos días algunas gestiones de mediación al reunirse con el ministro de Agricultura, José Mujica (ver Panorama Político). La estrategia futura de la Argentina, de acuerdo a las fuentes consultadas, consiste en mantener la decisión de recurrir a la Corte Internacional de La Haya mientras se llevan a cabo todas estas gestiones bilaterales. Kirchner buscará acotar el conflicto «a lo ambiental», preservando la relación política con Tabaré Vázquez, a quien considera presionado por los sectores políticos de derecha en Uruguay. «Sería una derrota insoportable para tabaré no hacer las papeleras», es una de las frases que más se escucha en la Casa Rosada. De allí surge una conclusión inmediata: Kirchner no será quien le propine esa derrota al presidente uruguayo por el Frente Amplio. La diplomacia argentina buscará demostrar que Uruguay no completó los estudios previos necesarios para calcular el impacto ambiental que causarían las papeleras para avanzar en el control conjunto que los dos países puedan ejercer para disminuir ese impacto. El canciller Gargano, en tanto, dio su versión pública de cómo seguirán las negociaciones. A su criterio habrá una cumbre presidencial, pero opinó que «antes se debe preparar bien el terreno, con técnicos y diplomáticos, para que sea un éxito y no un fracaso». En el Gobierno argentino admiten que habrá una extensa negociación técnica, que conducirá la Cancillería, a cargo de Jorge Taiana. Pero también aseguran que la negociación política permanente con Uruguay quedará en manos de Alberto Fernández. Toda esta ingeniería política y diplomática que acaba de ponerse en marcha para resolver el conflicto de las papeleras no encuentra un horizonte optimista para el mantenimiento de los cortes de ruta por parte de los asambleístas entrerrianos, que en esta madrugada seguían bloqueando el paso de Gualeguaychú hasta Fray Bentos. Por eso, el gobernador Busti volverá a pasar mañana (por el lunes 6) por la Casa Rosada para analizar esta delicada cuestión junto al Presidente y al jefe de Gabinete. De todos modos y a pesar de los disparates mutuos, el acercamiento entre Kirchner y Tabaré indica que un rayo de racionalidad comienza a iluminar un conflicto que jamás debió llegar a este punto entre dos países de una identidad tan simétrica como la de la Argentina y Uruguay.