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COP30 | Los países del Sur Global se unen al llamado a establecer zonas de exclusión para el extractivismo como estrategia para la transición hacia energías renovables

Tras el compromiso de Colombia de transformar la Amazonía en una zona libre de extractivismo, expertos de Brasil, Congo y Fiyi intensifican la presión para que se asuman compromisos vinculantes que pongan fin a los combustibles fósiles y promuevan la transición energética.

 

Fuente: COP30

 

BRASIL(15/11/2025).– En la COP30 que se lleva a cabo en Belém do Pará, expertos de países del Sur Global reforzaron el llamado a establecer zonas de exclusión para la minería extractiva como estrategia para la transición hacia energías renovables.

Esto se produce tras el anuncio del gobierno colombiano de su compromiso para transformar la Amazonía en una zona libre de minería a gran escala y combustibles fósiles.

Con esta medida sin precedentes, el Gobierno del Cambio da un paso histórico para proteger más de 483.000 km² del bioma amazónico -el 42% del territorio nacional y el 7% de la gran Amazonía suramericana- y llama a los países de la región a unirse en una Alianza Amazónica por la Vida.

Esta declaratoria convierte a Colombia en el primer país de la región en liderar la protección de todo su territorio amazónico, ratificando su liderazgo en la conservación de la selva como potencia de vida.

Los pueblos indígenas amazónicos han liderado la lucha por la creación de zonas prioritarias libres de combustibles fósiles para proteger ecosistemas vitales para la vida en la Tierra, como la selva amazónica.

Esta lucha cobra ahora mayor fuerza, ya que países de África y la región de Asia-Pacífico, que también comparten la historia de los impactos irreversibles del modelo extractivista, se suman a la exigencia de compromisos vinculantes para impulsar con urgencia una transición energética justa.

Colombia, primer país en declarar la Amazonía como zona libre de gran minería e hidrocarburos

En una conferencia de prensa, el Cacique Jonas Mura, representante de la Coordinación de Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña (COIAB/APIRA), expresó: «Para nosotros, los pueblos indígenas, es crucial que la Amazonía sea declarada zona de exclusión para la explotación extractiva, ya que esto ayudaría a preservar nuestra cultura, nuestras comunidades, el medio ambiente y garantizaría los recursos para nuestra gente. Si no damos este paso, pronto perderemos nuestros territorios y nuestras aguas. Es un compromiso que puede salvaguardar tanto nuestra tierra como nuestra forma de vida; es nuestro futuro», dijo.

Por su parte, el Dr. Sivendra Michael, secretario permanente de Medio Ambiente y Cambio Climático de Fiji; y especialista internacional en adaptación y financiación climática señaló que «como pequeño Estado insular, Fiyi es consciente de lo que está en juego. Contribuimos muy poco a la crisis climática, pero soportamos sus mayores consecuencias, desde el aumento del nivel del mar hasta los fenómenos meteorológicos extremos. Fiyi sigue siendo un firme defensor del Tratado sobre los Combustibles Fósiles», explicó.

Asimismo, agregó: «Instamos al reconocimiento de la Opinión Consultiva de la CIJ, que ha proporcionado orientación moral y jurídica adicional que debe fortalecer la rendición de cuentas a nivel mundial. Una transición justa exige un cambio decisivo hacia el abandono de los combustibles fósiles y una colaboración genuina entre los gobiernos, el sector privado y las comunidades. Que esto se escuche en la COP30», remarcó.

El Obispo Léonard Ndjadi Ndjate, obispo auxiliar de Kisangani y voz destacada en materia de justicia social y ecológica en la RDC, planteó que la Iglesia debe ser una brújula moral en este momento, guiando al mundo hacia un pacto global por la vida, basado en la justicia, la compasión y la protección de las zonas ecológicas sagradas.

«Debemos declarar claramente que la apertura de nuevos yacimientos de petróleo y gas —especialmente en zonas ecológicamente sensibles como la cuenca del Congo— es incompatible con el cuidado de la creación de Dios. La Iglesia exhorta a los líderes a adoptar zonas de exclusión de petróleo y gas como una medida concreta. Estas zonas deben contar con el apoyo financiero real de los países desarrollados, porque la justicia exige que quienes causaron la crisis asuman la parte que les corresponde».

Las voces desde la ciencia y sociedad civil

En diálogo con los periodistas, el Dr. Paulo Artaxo, climatólogo brasileño e investigador principal del INPE, experto líder en la Amazonía y la dinámica climática global, expresó: “Es crucial que en esta COP establezcamos una hoja de ruta clara para eliminar la explotación y el uso de combustibles fósiles lo antes posible. Ecosistemas críticos, como la Amazonía, que desempeñan un papel vital como sumideros de carbono, se están convirtiendo cada vez más en fuentes de carbono para la atmósfera debido al calentamiento global y la disminución de las precipitaciones. Este es un riesgo importante que debemos evitar a toda costa.”

En tanto, Gisela Hurtado, responsable de la campaña en la Amazonía en Stand.earth, agregó: “En toda la cuenca del Amazonas, los pueblos indígenas han afirmado reiteradamente que las áreas de particular importancia para la biodiversidad -como los territorios indígenas, especialmente los de aquellos que viven en aislamiento voluntario y en contacto inicial- deben protegerse mediante zonas de exclusión legalmente reconocidas para las actividades extractivas. Esto garantizaría que el Amazonas siga vivo y que los derechos y la seguridad de los pueblos indígenas se respeten plenamente.”

Kjell Kühne, director de LINGO, aseveró que «la fase final de la explotación de fósiles ya ha comenzado. Declarar zonas prohibidas para la extracción de fósiles forma parte de esa fase.”

Laura Restrepo Alameda, CANLA, opinó que la COP30 no puede limitarse a declaraciones de buena voluntad: debe marcar el principio del fin de la era de los combustibles fósiles.

Thomas Houlie, analista energético de Climate Analytics, agregó: “Todavía hay margen para una acción climática transformadora en consonancia con el Acuerdo de París, y eso requiere iniciar una eliminación gradual, justa y equitativa de los combustibles fósiles. Y necesitamos que eso suceda aquí en Belém.”

Laura María Montaño, coordinadora regional para ALC de Resource Justice Network, reflexionó en que “los países dependientes de los combustibles fósiles necesitan hojas de ruta claras, coordinadas y ambiciosas para eliminar gradualmente su dependencia. La declaración de Colombia y los primeros pasos de Brasil en el desarrollo de hojas de ruta TAFF deben ir acompañados de alternativas audaces para la prosperidad y la diversificación económica”, concluyó.

 

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