La empresa estadounidense Magnera, líder global en materiales para higiene y protección personal, decidió cesar su actividad en Pilar, Argentina, en el marco de un plan global de reestructuración. El cierre impacta de lleno en la industria manufacturera local.
Fuente: Cronista
BUENOS AIRES (6/10/2025).- En un nuevo golpe para el sector industrial argentino, la multinacional Magnera anunció el retiro de sus operaciones en el país y el cierre definitivo de su planta ubicada en el Parque Industrial de Pilar, provincia de Buenos Aires.
La decisión deja sin empleo a más de 60 trabajadores y forma parte del Proyecto CORE, un plan de reestructuración global que busca reducir costos, simplificar estructuras y mejorar la eficiencia operativa.
Impacto en la cadena de higiene y cuidado personal
Magnera nació a fines de 2024 tras la fusión entre Berry Global y Glatfelter, consolidándose como un gigante mundial en la fabricación de materiales no tejidos y films utilizados en artículos de higiene absorbente —como toallas femeninas, pañales y productos para adultos—, así como en equipos de protección personal e insumos técnicos para distintas industrias.
Con 45 plantas en funcionamiento y más de 9.000 empleados en todo el mundo, la firma reportaba ingresos anuales superiores a 2.900 millones de dólares.
En Argentina, su planta en Pilar era la única base operativa en Sudamérica y abastecía a empresas del rubro de higiene y cuidado personal, un segmento estratégico dentro del consumo masivo.
Cierre inmediato y promesa de asistencia
Según informó la empresa, la producción en Pilar cesará de manera inmediata, aunque se mantendrán operaciones mínimas para cumplir con contratos pendientes. En su último balance, Magnera reportó una caída en los ingresos y dificultades para alcanzar los objetivos de rentabilidad, lo que aceleró la ejecución del plan global de ajuste.
El CEO de Magnera, Curt Begle, explicó que la medida responde a una necesidad estructural de la compañía: “Esta decisión no se tomó a la ligera. Refleja nuestro compromiso de construir una organización más eficiente, receptiva y sostenible, mejor posicionada para satisfacer las necesidades cambiantes de nuestros clientes y del mercado”, afirmó el ejecutivo.
La firma aseguró que ofrecerá asistencia y acompañamiento a los empleados afectados, aunque el impacto en el sector es significativo.
El cierre de Magnera vuelve a poner en foco las dificultades que enfrentan las empresas manufactureras en la Argentina, donde los altos costos laborales, la carga impositiva y la inestabilidad económica dificultan la competitividad.
Desde la Unión Industrial Argentina (UIA) se viene advirtiendo sobre el llamado “costo argentino”, que continúa afectando la sustentabilidad de la producción local y desalienta nuevas inversiones.