A los 91 años falleció en Los Ángeles la primatóloga británica Jane Goodall, referente mundial en el estudio del comportamiento de los chimpancés y una de las voces más influyentes en la defensa de la naturaleza. Su vida y legado inspiran a generaciones enteras en todo el mundo.
Por Patricia Escobar
@argentinaforest
ESTADOS UNIDOS Y ARGENTINA (1/10/2025).- La noticia del fallecimiento de Jane Goodall (1934-2025) generó profundas expresiones de dolor y reconocimiento a nivel internacional. La investigadora, Mensajera de la Paz de Naciones Unidas, murió en medio de una gira de conferencias en Estados Unidos, a los 91 años.
El Instituto Jane Goodall Argentina destacó que su legado “dejó una huella indeleble no solo en el conocimiento de los chimpancés y otras especies, sino también en la humanidad y en los entornos que compartimos. Inspiró curiosidad, esperanza y compasión en innumerables personas alrededor del mundo, y abrió camino a muchos otros, en particular a jóvenes que le dieron esperanza para el futuro”.
Una vida dedicada a la ciencia y la conservación
Goodall inició en 1960 sus investigaciones en Tanzania, donde observó a los chimpancés en su hábitat natural y revolucionó la primatología al demostrar que utilizan herramientas, rompiendo la frontera que separaba a los humanos del resto de los animales.
Su incansable trabajo transformó la forma en que entendemos la relación entre las personas y la naturaleza. Fue pionera en promover un enfoque basado en la empatía y el respeto por todas las formas de vida, y fundó el **Instituto Jane Goodall** con el fin de fomentar la conservación y empoderar a las comunidades locales.
En palabras de Goodall: “Lo que hagamos hoy puede cambiar el mañana”.
Reconocimientos en Argentina y Latinoamérica
En agosto de 2024, durante su visita al Parque Nacional Iguazú, fue distinguida como Guardaparque Honoraria, un título que comparte con Francisco “Perito” Moreno. Allí reafirmó su vínculo con la Argentina y su apoyo a la protección de la biodiversidad de Misiones.
El Instituto Misionero de Biodiversidad (IMiBio) la despidió con sentidas palabras:“Su presencia nos llenó de fuerza, compromiso y humildad, recordándonos que cada gesto en favor de la naturaleza tiene un impacto profundo. Con su ejemplo y su incansable labor nos dejó ‘Razones de Esperanza’”, expresó Viviana Rovira, presidenta del organismo.
Desde Rewilding Argentina destacaron que “su incansable dedicación al conocimiento de la vida silvestre y su capacidad para inspirar a las generaciones más jóvenes seguirán marcando el rumbo de la conservación”.
El **ministro de Ecología de Misiones, Martín Recamán**, la definió como “pionera en el estudio de los chimpancés y defensora incansable de la naturaleza. Su vida nos enseñó que cada acción cuenta y que el respeto por todas las formas de vida puede transformar el mundo”.
Su mensaje sobre el futuro del planeta
Durante su última visita a la región, Goodall advirtió sobre los desafíos ambientales en Argentina y Sudamérica: “Estamos perdiendo especie tras especie de plantas y animales. Los hábitats están siendo fragmentados, hay contaminación, pobreza, destrucción de bosques, y gases que deterioran la atmósfera. Pero todavía queda mucha belleza. Aún hay una ventana de oportunidad, aunque cada vez se hace más pequeña”.
Ese equilibrio entre la advertencia y la esperanza fue una constante en su mensaje, que marcó a ambientalistas, científicos, organizaciones civiles y comunidades de todo el mundo.
Su filosofía inspiró programas globales como Roots & Shoots, que moviliza a jóvenes en más de 100 países, y fortaleció la visión de que producción y conservación pueden ser aliados del desarrollo sostenible.
Desde WWF Perú la recordaron como una heroína de la conservación: “Goodall no solo transformó la ciencia, sino que dedicó su vida a construir un puente de empatía y respeto entre la humanidad y el mundo natural. Su legado perdura en cada persona inspirada por sus iniciativas, en cada comunidad empoderada para la conservación y en cada hectárea de bosque que se protege gracias a su ejemplo”.
El Banco de Bosques también la despidió con gratitud: “Hasta siempre Jane. Eternamente agradecido el planeta y todos los que lo habitamos. Gracias por tu claridad, garra, excelente humor y brillantez”.
Un legado eterno
Jane Goodall nos enseñó que la ciencia no está separada de la compasión y que la defensa de la naturaleza exige acción y compromiso humano. Como ella misma afirmaba: “Lo que haces marca una diferencia, y tienes que decidir qué clase de diferencia quieres marcar”.
Su legado trasciende fronteras y generaciones. Queda en manos de todos continuar la misión que ella abrazó: proteger la vida en la Tierra y sostener la esperanza de un futuro mejor.