El director de lucha contra incendios forestales de Parques Nacionales, Ariel Amthauer, detalló la extinción del fuego y destacó la labor de brigadistas y guardaparques para controlar los focos provocados por la mano del hombre en áreas protegidas del Parque Nacional Rio Pilcomayo.
Fuente: La Jornada
FORMOSA (21/8/2025).- El viernes pasado un incendio forestal de grandes proporciones se inició dentro del Parque Nacional Río Pilcomayo encendió la alarma de especialistas y pobladores frente a la emergencia ambiental que se agrava día a día.
El impacto sobre la biodiversidad del parque nacional es severo, ya que fuego afectó unas 4 mil hectáreas, y se perdieron especies vegetales nativas, afectando a la fauna y ecosistemas esenciales para la regulación climática.
El Parque Nacional Río Pilcomayo sufrió un incendio de gran magnitud que comenzó el viernes 15 de agosto por la tarde, afectando inicialmente a dos focos distanciados y de difícil acceso.
Según Ariel Amthauer, director de lucha contra incendios forestales de Parques Nacionales, la superficie estimada hasta el momento alcanza más de 4.000 hectáreas, aunque este número se ajustará con relevamientos más precisos en los próximos días.
El trabajo para contener el fuego se vio dificultado por la geografía de la zona: esteros, ausencia de senderos y caminos limitan el tránsito, obligando al personal a emplear un “ataque indirecto” y tecnología satelital para monitorear los focos. El sábado se incorporó un avión hidrante del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, reforzando el trabajo del personal en tierra.
Amthauer confirmó que, tras varios días de intenso trabajo, el incendio ingresó en la “instancia de liquidación”, con tareas finales de cierre de perímetro y repliegue del personal, mientras que el pronóstico de lluvia se espera que colabore a la extinción total.
El director de incendios descartó que el fuego tuviera origen natural, ya que no se registraron tormentas eléctricas en los días previos, y advirtió que la causa está vinculada a la mano del hombre, como suele ocurrir en el 95% de los incendios forestales.
Señaló que la actividad de cazadores furtivos y cuatreros en la zona es frecuente, lo que aumenta el riesgo de incendios provocados, intencionales o por negligencia.
“En su gran mayoría, los incendios forestales y rurales son causados por acciones humanas y es por eso que la prevención es nuestra herramienta más valiosa y una responsabilidad de todos”, remarcaron desde el Parque Nacional
El Parque Nacional Río Pilcomayo tiene un promedio de 30 focos de incendio por año, la mayoría relacionados con la acción humana, y cuenta con un ecosistema que requiere entre 4 y 5 años para recuperar los pastizales tras un fuego de esta magnitud. La preservación de especies como el Yaguareté fue un eje central en la estrategia de combate del incendio.
Amthauer destacó la colaboración de municipios locales, bomberos, fuerzas de seguridad y organismos provinciales para garantizar el éxito del operativo. Asimismo, resaltó la labor de brigadistas, guardaparques y todo el personal del Parque Nacional, cuyo compromiso permitió controlar el fuego y proteger tanto la flora y fauna como los recursos naturales de la región.