Desde las principales cámaras madereras empresarias advierten de la necesidad de analizar “medidas urgentes, para evitar cierres de aserraderos pequeños y medianos, y en consecuencias cientos de despidos en el sector». En una entrevista con Enrique Bongers, presidente de la AMAYADAP, expone que falta más dialogo público y privado para enfrentar la coyuntura y marca una débil política forestal en Argentina.
Por Patricia Escobar
@argentinaforest
MISIONES (13/6/2025).- El presidente de la Asociación de Madereros, Aserraderos y Afines del Alto Paraná (AMAYADAP), Enrique Bongers, se refirió a la crítica situación que enfrenta el sector foresto-industrial en Misiones y reclamó diálogo efectivo con las autoridades. Advirtió que si no se implementan medidas paliativas urgentes, el cierre de empresas y la pérdida de empleos serán inevitables.
En una entrevista con ArgentinaForestal.com respondió en detalle sobre la profunda crisis que atraviesa la principal actividad misionera, ya que de ella dependen miles de familia y el desarrollo local de varios municipios. En sus declaraciones, apuntó a la falta de respuestas concretas -a los planteos que el sector realiza- por parte del gobierno provincial y nacional. A su vez, reclamó una mesa de diálogo urgente para evitar un colapso en la actividad.
“Decidimos informar a la opinión pública sobre esta situación , previamente presentamos notas al Ministerio de Hacienda, Ministerio de Industria y autoridades de la Cámara de Diputados de Misiones. Es necesario advertir que si no se adoptan medidas alternativas, el cierre de empresas y los despidos serán irreversibles”, remarcó Bongers.
La crisis en el sector se agravó en el último trimestre, según explicó Bongers, debido al estancamiento de la construcción que viene desde que asumió Javier Milei, y esto generó una retracción en el interior del país tanto en la obra pública como privada. Por otra parte, se redujo drásticamente la demanda de productos de madera y muebles. Además, el bajo poder adquisitivo de la población deprimió aún más el consumo.
Por otro lado, las exportaciones de madera también enfrentan un panorama adverso. “El tipo de cambio no es favorable frente a nuestros competidores regionales. A esto se suma una inestabilidad global provocada por conflictos comerciales como los aranceles de Estados Unidos, que impactan negativamente en los pedidos y precios internacionales”, indicó el dirigente empresario.
A nivel local, la presión fiscal y el aumento de costos logísticos, energéticos e impositivos están afectando directamente la rentabilidad del sector. “Venimos absorbiendo incrementos sin poder trasladarlos al precio final. La liquidez es prácticamente nula desde hace un año, y la situación se agravó aún más desde marzo”, detalló.
“No hay mercado”: cancelación de pedidos y stock colapsado
Las medidas arancelarias de Estados Unidos han generado la cancelación o suspensión de pedidos internacionales. “Simplemente no hay mercado”, lamentó Bongers.
“Estamos levantando la mano para defender una actividad importante en las economías regionales como es la industria forestal en toda su cadena productiva. En Eldorado, los dueños de los aserraderos nos cruzamos con las familias trabajadoras. Somos PyMEs”, planteó.
A pesar de la existencia de mesas público-privadas, el presidente de AMAYADAP denunció que no hay urgencia ni disposición política para tratar temas fundamentales. “Se podrían revisar ítems fiscales que no perjudiquen las arcas provinciales pero que aliviarían al sector. Sin embargo, no hay escucha”, cuestionó.
Entre los reclamos concretos se encuentran: el aumento de la tarifa eléctrica, saldos a favor de Ingresos Brutos que no se reintegran, y la dificultad para recuperar el IVA. “Todo esto afecta directamente la liquidez de una PyME que hoy está en situación crítica”, subrayó.
Créditos para aguinaldos y empresas en riesgo de cierre
Bongers también insistió en que la recaudación por la Tasa Forestal podría destinarse a subsidios o líneas de crédito para sostener la actividad. “Hay socios que necesitan endeudarse para pagar aguinaldos. No les cierran los números. Si no hay ventas, no hay forma de sostener la empresa”, expresó.
Por eso, propuso como medida urgente una línea de crédito con tasa subsidiada. “Los empresarios se endeudan para continuar. Pero si bajan la persiana, será muy difícil revertir esa decisión. Se vienen procesos preventivos de crisis y despidos”, advirtió.
Consultado sobre el reclamo del SOIME respecto a una recomposición salarial del 3%, Bongers aclaró: “No es que no reconozcamos la necesidad de los trabajadores. Pero sería irresponsable aceptar algo sin respaldo económico. No hay mercado ni ventas, y los costos siguen en alza”.
Destacó que, en Brasil, los salarios promedian los 500 dólares, lo que ubica a los salarios argentinos del sector por encima. “El problema es el contexto interno. No se pueden seguir atando los aumentos a una inflación del 1% cuando las empresas están absorbiendo todos los costos. Vendemos con descuentos y cobramos con cheques a largo plazo, pero las cooperativas eléctricas aplican un 10% de interés por pagos diferidos. Perdemos por todos lados”, lamentó.
También criticó que el SOIME participe en el directorio del INFOPRO y apruebe aumentos en el precio de la materia prima que los industriales hoy no pueden afrontar. “Las instituciones deberían acompañarnos, pero muchas veces nos juegan en contra. Por eso debemos advertir a las autoridades y a la opinión pública: esta crisis es real y tiene múltiples causas que afectan directamente la rentabilidad del negocio forestal, del que dependen miles de misioneros”, sostuvo.
Propuestas urgentes y necesidad de apoyo
Entre los principales reclamos de las PyMEs madereras, se destacan:
- Devolución de saldos a favor de Ingresos Brutos e IVA.
- Eliminación del ítem de capitalización en las facturas de energía.
- Créditos con tasas subsidiadas y condiciones más accesibles.
- Facilitación de procesos preventivos de crisis.
- Apoyo del gobierno provincial en el pago de salarios durante la emergencia.
“Hay que evaluar programas como el REPRO nacional para sostener el empleo o facilitar los concursos preventivos. La situación es crítica”, insistió Bongers.
En Eldorado, el aserradero Diesel ya cerró sus puertas. Otro, el aserradero Aguilar de la localidad de 9 de Julio, también desistió de retomar su actividad. “Los galpones están colapsados de stock y el mercado saturado. No se está abordando el tema con la seriedad que requiere”, afirmó.
Apuesta al valor agregado y reintegros a las exportaciones
En el plano nacional, AMAYADAP acompañó una propuesta presentada por el ministro de Industria, Federico Fachinello, para implementar reintegros diferenciados a las exportaciones con mayor valor agregado.
“El objetivo es incentivar a quienes exportan madera procesada en lugar de rollizos, priorizando el empleo y la transformación local. Exportar desde Misiones no es lo mismo que hacerlo desde Buenos Aires. Es fundamental reconocer estas diferencias”, explicó Bongers. En Buenos Aires, la presentación ante autoridades nacionales estuvo a cargo de Cristian Gruber, empresario del establecimiento Don Guillermo y secretario de la AMAYADAP.
Una política forestal sin fuerza ni respaldo
Finalmente, Bongers reflexionó sobre la falta de políticas forestales efectivas en el país. “La principal debilidad está en la falta de diálogo con interlocutores que entiendan la relevancia socioeconómica del sector. La Ley 25.080, pese a ser una herramienta valiosa, no logró atraer las inversiones industriales que se esperaban. Hoy estamos exportando desde la Mesopotamia rollizos de pino y eucalipto sin procesar”, señaló.
Reconoció que, si bien la Dirección Nacional Foresto-Industrial hace esfuerzos, el enfoque del gobierno nacional sigue siendo macroeconómico y no contempla la realidad de las economías regionales.
También se diferenció de otros espacios sectoriales: “En AMAYADAP no es una prioridad el retraso de los pagos de planes forestales. Los industriales plantan para asegurarse abastecimiento futuro. Pero se sabe que, en 10 años, habrá problemas de disponibilidad si no se actúa desde ahora”, concluyó.