Se trata de la primera Semana del Clima 2025, que se celebrará del 19 al 23 de mayo en la ciudad de Panamá. Más de 50 organizaciones y redes de América Latina y el Caribe advierten de una baja participación y se omiten debates clave como la salida de los combustibles fósiles, acordada en la COP28. La agenda debería discutir los términos y condiciones para una transición energética justa.
Por Patricia Escobar
@argentinaforest
Fuente: con información de GGON (The Global Gas and Oil Network)
AMÉRICA LATINA (16/5/2025).- Una de las alertas más graves proviene incluso desde voces de Panamá: “A días del evento, el gobierno panameño evalúa explorar hidrocarburos en el Caribe con asesoría de la petrolera estatal Ecopetrol”, trascendió. Este hecho fue calificado como “inadmisible” por organizaciones locales.
Además, desde Brasil, voces expertas como Claudio Angelo y Stela Herschmann, del Observatório do Clima, advierten que “en el corto tiempo que queda hasta la COP30 en noviembre en Belén, Brasil, es urgente debatir cómo implementar una transición energética justa y equitativa”.
Sin embargo, señalan que ese debate sigue ausente de la agenda de la Semana del Clima.
En ese contexto, las organizaciones de la región llaman a fortalecer las instancias de participación y a asegurar un proceso efectivo en las negociaciones en temas cruciales como la implementación para transicionar hacia el abandono de los combustibles fósiles que se acordó en la 28ª Conferencia de las Partes (COP28) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), en 2023.
De cara a la primera Semana del Clima 2025, que se celebrará del 19 al 23 de mayo en la ciudad de Panamá, advierten que el diseño del evento desalienta una participación activa y amplia de actores no estatales en la agenda oficial, incluyendo sociedad civil, sector privado, academia, pueblos indígenas y comunidades locales.
“No se puede hablar de ambición climática si los espacios de diálogo están desconectados de las realidades y voces del territorio y cerrados a temas cruciales como la implementación del abandono de los combustibles fósiles que se acordó en la COP28”, señala Andrés Gómez, jefe de Campañas para América Latina del Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles.
“Además, es sencillamente inadmisible que, a días de la inauguración de la Semana del Clima que preside Panamá, este país anuncia que se encuentra evaluando, con la asesoría de la empresa petrolera estatal de Colombia, Ecopetrol, la exploración de hidrocarburos en el Caribe”, advierte Lilian González Guevara, directora ejecutiva del Centro de Incidencia Ambiental de Panamá.
Las organizaciones y redes hacen un llamado a que, bajo el liderazgo de la CMNUCC, se reevalúe la propuesta en Panamá, para asegurar que la versión de la Semana del Clima en África, prevista para septiembre de este año, sí se desarrolle bajo el espíritu colaborativo y abierto que caracteriza al Sur Global.

En una carta pública dirigida al Secretario Ejecutivo de la CMNUCC, Simon Stiell, expresan su respaldo al enfoque centrado en ambición e implementación, pero advierten que sólo es posible en un marco de verdadera apertura e inclusión, con una agenda que discuta los términos y las condiciones para la salida de los combustibles fósiles y hacia una transición energética justa, lo que incluye discusiones sobre el financiamiento climático para alternativas que garanticen la implementación de otras fuentes de energía en zonas que hoy no tienen acceso al servicio.
“No basta con invertir en energías renovables; se requiere garantizar que la transición sea equitativa para trabajadores, comunidades locales y territorios afectados por el modelo extractivo”, recalca en este sentido Laura Montaño, coordinadora regional para Latinoamérica y el Caribe en Publish What You Pay (PWYP) y miembro del Grupo Latinoamericano para una Transición Energética Justa (Grupo LATEJ).
Prioridades ignoradas
«Es loable y necesario que la ONU busque convertir la Semana del Clima en un espacio de participación para impulsar la agenda climática en el poco tiempo que queda antes de la COP30. Sin embargo, la agenda sigue ignorando el elefante en la sala: los combustibles fósiles, responsables del 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Y tan grave como eso, deja fuera a la sociedad civil», afirmó Claudio Angelo, coordinador de Política Internacional de Observatório do Clima.
El Acuerdo de Escazú como modelo América Latina y el Caribe ya ha demostrado un liderazgo ambiental significativo a través del Acuerdo de Escazú, un instrumento pionero que nace en la región y garantiza el acceso a la información, la participación pública y la justicia en asuntos ambientales, a la vez que incluye activamente a la sociedad civil en la toma de decisiones.
“Este acuerdo debe ser la brújula y un estándar de primera relevancia para la gobernanza climática, de manera de garantizar los derechos de acceso y contribuir a la democracia ambiental, tan necesaria para la región y un planeta en crisis”, resalta Karla Maass, responsable de Campañas e Incidencia de CAN América Latina y directora interina de la Alianza Cuencas Sagradas Amazónicas.
Transición Justa y COP30
«Los países volverán a reunirse en una Semana del Clima, esta vez en Panamá, y hay una ausencia notable: el debate sobre cómo vamos a alejarnos de los combustibles fósiles. Tomó 30 años que los países reconocieran la causa de tres cuartas partes de la mayor crisis que enfrenta la humanidad. Ahora debemos actuar con rapidez y detallar cómo vamos a implementar, de forma justa, equitativa y ordenada, la decisión tomada en 2023. Pero ese debate, simplemente, no está sobre la mesa», indicó Stela Herschmann, especialista en Política Climática del Observatorio del Clima, Brasil.
“América Latina tiene el potencial para liderar la transición energética justa a nivel global. Contamos con abundantes recursos renovables y una sociedad civil activa y consciente. Sin embargo, mientras la región avanza en capacidad solar y eólica —solo en 2023 se sumaron 27 GW, liderados por Brasil—, los combustibles fósiles siguen dominando la matriz energética en países como Argentina (87%), Bolivia (83%) o Colombia (75%). Esta contradicción evidencia la necesidad de políticas más decididas para abandonar progresivamente el gas y el petróleo, y acelerar una transición justa que garantice seguridad energética y justicia climática”, señala por su parte Laura Montaño, coordinadora regional para Latinoamérica y el Caribe en Publish What You Pay (PWYP), y miembro del Grupo Latinoamericano para una Transición Energética Justa (Grupo LATEJ)
“Hacemos un llamado urgente a los gobiernos de América Latina para que escuchen el clamor global y regional: la COP30 en Brasil debe marcar un antes y un después. No basta con invertir en energías renovables; se requiere garantizar que esta transición sea equitativa para trabajadores, comunidades locales y territorios afectados por el modelo extractivo. El Grupo LATEJ insiste en que esta transformación energética debe ser también estructural e implica revisar nuestros patrones de consumo y producción, y construir una gobernanza participativa que reconozca la deuda ecológica del Norte con el Sur”, reflexionó la coordinadora regional.
«La Semana del Clima en Panamá será un momento crucial en el camino hacia la COP30 y una oportunidad para impulsar acciones concretas contra la deforestación y la degradación forestal, fundamentales para proteger la biodiversidad y un clima seguro. Brasil, como país megadiverso y presidencia de la COP, tiene una posición estratégica para liderar esta agenda con ambición y coherencia. Paralelamente, la transición justa —incluyendo el alejamiento de los combustibles fósiles— debe ocupar un lugar central en las negociaciones climáticas, en las políticas nacionales y en la implementación. Solo con una acción climática robusta, equitativa y efectiva será posible limitar el calentamiento global a 1,5°C y garantizar justicia climática para todas las poblaciones, especialmente las más vulneradas», sostuvo Anna Cárcamo, Especialista en Política Climática, Greenpeace Brasil Ambición y NDC
“Resulta preocupante que hasta el momento, de 169 países, apenas 21 hayan presentado sus nuevas NDC. Es fundamental que todos, principalmente los mayores emisores, presenten nuevos compromisos climáticos, actualizados y robustos, antes de septiembre, en línea con las provisiones del Balance Global del Acuerdo de París. A pocos meses de la COP30, reiteramos el llamado a los líderes para que se tomen la acción climática en serio, único camino para limitar el aumento de la temperatura del planeta”, remarcó Osver Polo Carrasco, coordinador del grupo de trabajo en Ambición y NDC para CAN América Latina
Críticas al gobierno panameño
“Es triste que el gobierno panameño esté tomando decisiones, como la extensión del Parque Nacional San San Pond Sak, y ahora con las exploraciones de combustibles fósiles, sin haber tomado en cuenta a los pescadores del Caribe que vivimos de la pesca. Somos comunidades que necesitamos pescar para sobrevivir. No hay planes de manejo, no se nos toma en cuenta, no se da una consulta ciudadana. Eso atenta contra los derechos humanos de nosotros los costeños”, expresa Marta Machazek, presidenta de Unión de Pescadores Artesanales Bocatoreños (UPESABO) y miembro de la Unión Latinoamericana de Pesca Artesanal (ULAPA).
“Es una pena que Panamá haya anunciado la extracción de gas y petróleo una semana antes de la Semana del Clima, y peor aún cuando Panamá ha sido uno de los impulsores del Acuerdo de Escazú, y ya lo ha ratificado. Por lo tanto tiene la obligación de mantener informada a toda la población e invitar a la sociedad civil a participar de ese proceso. Panamá, al igual que la mayoría de países de América Latina y el Caribe, es una víctima del cambio climático. Por lo tanto es contrasentido lo que está proponiendo el gobierno, y desde la sociedad civil caribeña repudiamos esta decisión”, sostuvo Euren Cuevas, director ejecutivo del Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente (INSAPROMA), República Dominicana.
“El Caribe es una de las regiones más vulnerables a los impactos del Cambio Climático. Somos una región que convive y depende del mar. Es inaceptable que en Panamá se esté valorando poner a todo el Caribe bajo riesgo con sus nuevas propuestas de exploración y explotación de combustibles fósiles cuando por el contrario necesitamos unirnos como región y demostrarle al mundo que podemos seguir avanzando hacia un desarrollo sostenible, con justicia social y de la mano de la naturaleza”, Carolina Sánchez, vocera de la Red del Gran Caribe Libre de Fósiles.