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Murió el papa Francisco: impulsor de la Encíclica Verde y defensor de la «Casa Común», la libertad de pensamiento, la paz mundial y los derechos humanos

El Sumo Pontífice falleció a las 2.35 (hora argentina) de este lunes en su residencia de la Casa Santa Marta, a los 88 años. Había estado ausente en los ritos de la semana santa al seguir convaleciente tras su hospitalización, pero apareció este domingo en el balcón de la basílica de San Pedro para dar su ultimo mensaje global y la bendición pascual. Antes de fallecer, dejó un mensaje claro en este sentido: el futuro del planeta depende de la responsabilidad colectiva de la humanidad y la situación climática es también una crisis social y moral.

 

Por Patricia Escobar

@argentinaforest 

Fuente: con información de Vatican News, Diario Perfil y Periodistas x el Planeta

 

ROMA (21/4/2025).- El anuncio de la muerte del papa argentino Jorge Bergoglio estuvo a cargo del cardenal Kevin Joseph Farrell, desde el camarlengo de la Santa Romana Iglesia desde la Casa Santa Marta: «A las 7:35 de esta mañana, el obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre. Dedicó toda su vida al servicio del Señor y de la Iglesia».

Farrell agregó: «Nos enseñó a vivir los valores del evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente en favor de los más pobres y marginados. Con inmensa gratitud por su ejemplo de verdadero discípulo del Señor Jesús, encomendamos el alma del papa Francisco al infinito amor misericordioso del Dios Uno y Trino»

Tras conocerse la noticia del fallecimiento del papa Francisco este lunes a primera hora de la madrugada, el Gobierno de Argentina decretó siete días de luto en todo el país a partir de hoy.

La medida fue oficializada por el vocero Manuel Adorni, que usó su cuenta de X para lamentar la muerte y confirmar la decisión del presidente Milei. “Falleció el papa Francisco, Jorge Bergoglio. Líder espiritual y guía de millones de hombres y mujeres. El presidente de la Nación, Javier Milei, decretará siete días de duelo por el fallecimiento del Santo Padre», escribió.

Su último mensaje desde la Basílica San Pedro

En su última aparición pública este domingo 20 de abril de 2025, el mensaje del papa fue leído por Monseñor Diego Ravelli, Maestro de las Ceremonias Litúrgicas Pontificias. Francisco reiteró su llamado a la paz mundial, al alto el fuego en Gaza, pidió la liberación de los rehenes israelíes y el envío de ayuda humanitaria a los hambrientos. Repasando diversas realidades conflictivas en el mundo, recuerda que la paz no es posible sin un verdadero desarme.

Estas fueron las breves y sentidas palabras del Papa Francisco en la logia central de la Basílica de San Pedro para la bendición «urbi et orbi» (de la ciudad de Roma al mundo entero) tras la santa misa presidida por el cardenal Angelo Comastri, por decisión del Pontífice.

Este gesto, lleno de esperanza y de fe, marcó no solo la celebración de la Resurrección de Cristo, sino también un testimonio de su fortaleza y dedicación pastoral, a pesar de las adversidades físicas que ha enfrentado en las últimas semanas. Otro momento especialmente conmovedor ocurrió al final, cuando Francisco se subió al papamóvil y recorrió la Plaza de San Pedro, saludando a los numerosos peregrinos presentes, felices de verle.

El obispo de Roma enfatizó que «desde el sepulcro vacío de Jerusalén llega hasta nosotros el sorprendente anuncio: Jesús, el Crucificado, «no está aquí, ha resucitado» (Lc 24,6). No está en la tumba, ¡es el viviente!».

Asimismo, resaltó que «el amor venció al odio. La luz venció a las tinieblas. La verdad venció a la mentira. El perdón venció a la venganza. El mal no ha desaparecido de nuestra historia, permanecerá hasta el final, pero ya no tiene dominio, ya no tiene poder sobre quien acoge la gracia de este día».

Dirigiéndose a quienes sufren el dolor y la angustia, Francisco les dijo que «sus gritos silenciosos han sido escuchados, sus lágrimas han sido recogidas, ¡ni una sola se ha perdido!».

“En la pasión y muerte de Jesús, Dios ha cargado sobre sí todo el mal del mundo y con su infinita misericordia lo ha vencido; ha eliminado el orgullo diabólico que envenena el corazón del hombre y siembra por doquier violencia y corrupción. ¡El Cordero de Dios ha vencido! Por eso hoy exclamamos: «¡Cristo, mi esperanza, ha resucitado!»

Un llamado a la paz y a la solidaridad global

El papa exclamó en su último mensaje: «¡Cuánta voluntad de muerte vemos cada día en los numerosos conflictos que afectan a diferentes partes del mundo. Cuánta violencia percibimos a menudo también en las familias, contra las mujeres o los niños. Cuánto desprecio se tiene a veces hacia los más débiles, los marginados y los migrantes».

En dicho contexto, el Pontífice expresó su anhelo de que volvamos a tener esperanza y «a confiar en los demás, —incluso en quien no nos es cercano o proviene de tierras lejanas, con costumbres, estilos de vida, ideas y hábitos diferentes de los que a nosotros nos resultan más familiares—; pues todos somos hijos de Dios».

Sorprendentemente, Francisco salió a continuación en su papamóvil del Arco de las Campanas para dar la vuelta a la plaza y saludar a los fieles, que entretanto han aumentado hasta cerca de 50.000. Era el primer paseo en coche descubierto desde el día de su alta médica del Hospital Gemelli, el 23 de marzo.

El legado de Francisco: la defensa de «la casa común» y la lucha contra la crisis climática

El pontífice argentino y latinoamericano, dejó una huella imborrable en la defensa del ambiente. Su pontificado estuvo marcado por un llamado constante a la acción contra la crisis climática, enfatizando la responsabilidad moral y espiritual de cuidar la “casa común”.

Desde sus primeros años como líder de la Iglesia Católica, promovió una visión ecológica integral, alertando sobre las consecuencias devastadoras del cambio climático y la degradación ambiental.

Uno de los momentos más significativos de su papado fue la publicación en 2015 de la encíclica «Laudato si’», donde llamó a realizar una “conversión ecológica” a nivel global.

Sin embargo, su postura no se limitó a documentos oficiales, sino que se tradujo en discursos, encuentros y llamados a líderes mundiales para que tomaran medidas concretas en favor del planeta.

Además, propuso la inclusión del «ecocidio» como pecado en el Catecismo de la Iglesia Católica, una medida que buscaba reconocer el daño ambiental como una falta grave ante Dios y la humanidad.

Antes de fallecer, dejó un mensaje claro en este sentido: el futuro del planeta depende de la responsabilidad colectiva de la humanidad y la situación climática es también una crisis social y moral.

«Laudato si'»: la encíclica verde que marcó el pontificado del Papa Francisco

En 2015, Francisco publicó «Laudato si'», subtitulada «Sobre el cuidado de la casa común». Esta encíclica abordó de manera integral la relación entre la humanidad y el medio ambiente, llamando a una «conversión ecológica» global. Inspirado en San Francisco de Asís, el Papa destacó la interdependencia de todas las criaturas y la necesidad de una ecología integral que contemple las dimensiones ambiental, económica y social.

En la encíclica, Francisco denunció por primera vez el consumismo desenfrenado y la cultura del descarte, señalando que estos fenómenos profundizan la crisis ambiental y la desigualdad social. Asimismo, criticó el modelo económico global que prioriza el beneficio inmediato sobre la sostenibilidad y la justicia, y llamó a repensar las estructuras económicas en función del bien común.

El papa Francisco designó que su sepultura fuera en la Basílica Santa María la Mayor, un emblema jesuita

Sin embargo, «Laudato si'» también incluyó una reflexión esperanzadora al sostener que “la humanidad tiene aún la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común”. “El ser humano es todavía capaz de intervenir positivamente. No todo está perdido, porque los seres humanos, capaces de degradarse hasta el extremo, pueden también superarse, volver a elegir el bien y regenerarse”, afirmó el Sumo Pontífice en su mensaje.

El impacto de la encíclica fue notable. Fue citada en cumbres internacionales como la COP21, donde se firmó el Acuerdo de París, y sirvió como referencia para movimientos ecológicos y líderes políticos comprometidos con la justicia ambiental. Su mensaje trascendió el ámbito religioso y durante aquellos años se convirtió en un documento clave en el debate global sobre la crisis climática.

A lo largo de su pontificado, el Papa Francisco intentó dejar la enseñanza de que el cuidado del planeta no es una opción, sino una “responsabilidad moral ineludible”.

Su llamado a la acción resuena aún después de su muerte y es recordado por colectivos ecologistas como una señal de que la defensa del medio ambiente es también una lucha por la dignidad humana y la justicia social.

Entre las principales advertencias del papa Francisco sobre el cuidado del planeta, en su peregrinación por el cuidado de la Casa Común, se encuentran las siguientes citas:

«La tierra, nuestro hogar, está empezando a parecerse cada vez más a un inmenso montón de suciedad» . (Encíclica Laudato Si’, 24 de mayo de 2015) – Los medios de comunicación lo destacaron para subrayar la alarma de Francisco sobre la contaminación y la negligencia ambiental. Sigue siendo una de las líneas más citadas en las discusiones sobre el clima, es utilizada con frecuencia en artículos académicos sobre ética ambiental y que se hace eco en las redes sociales como un grito de guerra para la responsabilidad ecológica.

«Esta hermana ahora nos grita por el daño que le hemos infligido por nuestro uso irresponsable y abuso de los bienes con los que Dios la ha dotado» . (Encíclica Laudato Si’, 24 de mayo de 2015) – Aquí el Papa Francisco personifica poéticamente a la Tierra como una «hermana» gritando de dolor.

Los estudiosos señalan que esta línea, inspirada en San Francisco de Asís, identifica al daño ambiental como una cuestión moral y ha sido ampliamente citada en revistas teológicas y ambientales por su llamado al arrepentimiento por los pecados ecológicos. Se compartió con frecuencia en campañas de cuidado de la creación en las redes sociales por sus poderosas imágenes morales.

«Los jóvenes exigen un cambio. Se preguntan cómo alguien puede afirmar que está construyendo un futuro mejor sin pensar en la crisis ambiental y los sufrimientos de los excluidos». (Encíclica Laudato Si’, 24 de mayo de 2015) – Francisco reconoce el activismo juvenil y vincula la justicia social con la justicia climática.

Fue destacado por los medios de comunicación en 2015 para mostrar el alineamiento del Papa con las preocupaciones de los jóvenes indicadores climáticos. Los investigadores de la política climática a menudo citan este pasaje para enfatizar el deber ético hacia las generaciones futuras, y fue ampliamente tendencia bajo los hashtags de la marcha climática como una inspiración del Papa para los jóvenes.

«Tenemos que escuchar tanto el grito de la tierra como el grito de los pobres». (Encíclica Laudato Si’, 24 de mayo de 2015) – Este sucinto principio de Laudato Si’ – que el cuidado del planeta y los pobres son inseparables – ha sido ampliamente citado tanto en círculos eclesiásticos como en conferencias ambientales.

Apareció en innumerables informes de los medios de comunicación y artículos académicos como un resumen del mensaje de Francisco de «ecología integral». La frase, también compartida a través de la cuenta de X (ex Twitter) del Papa, se convirtió en un hashtag propio y en un eslogan para los activistas ambientales católicos, ilustrando el amplio impacto en las redes sociales de esta cita.

«Con el paso del tiempo, me he dado cuenta de que nuestras respuestas no han sido adecuadas, mientras que el mundo en el que vivimos se está derrumbando y se puede estar acercando al punto de ruptura» . (Exhortación Apostólica Laudate Deum, 4 de octubre de 2023) – En este reciente documento de seguimiento a Laudato Si’, el Papa Francisco hace sonar una alarma aún más urgente.

Esta cita fue recogida por las principales noticias a finales de 2023 por su tono grave («colapso… punto de ruptura»), que refuerza las advertencias científicas en torno a los puntos de inflexión climática. Los activistas climáticos y los responsables políticos circularon ampliamente esta línea, señalando que la evaluación del Papa agregó peso moral a la emergencia climática antes de la COP28.

 

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