La construcción en madera está revolucionando la industria al reducir hasta en un 70% las emisiones de CO₂ y los tiempos de obra frente a materiales tradicionales como el hormigón y el acero. Según el arquitecto español Iñaki Alonso, CEO de Distrito Natural, esta alternativa contribuye a la sostenibilidad, eficiencia y economía rural.
ESPAÑA (Octubre 2024).- La construcción sostenible encuentra en la madera un recurso que, además de reducir emisiones de CO₂ hasta en un 70% en comparación con el hormigón y el acero, acorta significativamente los tiempos de construcción.
Iñaki Alonso, arquitecto y CEO de Distrito Natural, señala en una entrevista en la revista española Hola que la construcción en madera reduce la huella de carbono y optimiza la eficiencia en el sector, el cual es responsable de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero en Europa.
Entre las principales ventajas de la madera está la posibilidad de prefabricar y estandarizar las piezas de la estructura, como si se tratara de un sistema de ensamblaje modular. “Es como construir con piezas de Lego, pero a escala real”, explica Alonso.
Este método permite fabricar las distintas partes fuera del lugar de obra, en un entorno controlado que asegura calidad y precisión, minimizando errores y evitando trabajos adicionales.
Además, mientras las piezas de madera se producen, pueden realizarse simultáneamente otros trabajos en el terreno, como el vaciado del solar o la cimentación del edificio.
Una vez listas, las piezas son transportadas a la obra y ensambladas con rapidez y sin necesidad de maquinaria pesada, solo una grúa y atornilladoras.
“Por ejemplo, el edificio ‘Tomás Bretón’ que estamos construyendo en Arganzuela, Madrid, necesitó apenas dos meses para levantar su estructura de cinco pisos. En una construcción convencional, este proceso llevaría al menos el doble de tiempo”, comenta Alonso.
Aunque la madera puede tener un costo inicial superior al de materiales como el hormigón o el ladrillo, el ahorro en mano de obra y la reducción del tiempo de construcción equilibran la inversión.
“Con la vista puesta en el largo plazo, que es fundamental en edificios cuya vida útil suele ser de al menos 50 años, el uso de madera y otras medidas de eficiencia se traducen en una significativa reducción de la factura energética, compensando ampliamente la inversión inicial”, añade Alonso.
Además, la construcción en madera implica un menor desperdicio de materiales, lo que la convierte en una opción más positiva para el ambiente.
Un ejemplo de esta arquitectura sostenible se encuentra en el proyecto ‘Bloque 6×6’ de 35 viviendas en Girona, diseñado por el estudio Bosch Capdeferro. La estructura combina paneles de madera CLT de pino radiata y madera laminada en pilares y vigas de la misma especie, suministrada por Egoin.
Este proyecto innovador ejemplifica las múltiples ventajas de la madera como material estructural: sostenibilidad, eficiencia energética y un impacto positivo en el entorno rural.
La madera es un elemento mucho más ligero que el hormigón o el acero, lo que hace que precise de menor cimentación y, por tanto, aún menos masa en el total del edificio.
El CEO De Distrito Natural apunta asimismo que, “en lo que respecta al transporte, el menor peso de la madera y la necesidad de un menor volumen de material hace que nos cueste menos llevarlo hasta la obra. Si a esto le sumamos que actualmente podemos traer la madera de bosques y fábricas dentro de nuestro país, conseguimos que la huella de carbono sea menor respecto a los materiales de obra tradicionales también en su traslado”, explicó.
“Con la mirada puesta en el largo plazo, que es la que debe imperar en los edificios —con una vida útil de al menos 50 años e hipotecas en torno a 25—, el uso de la madera y de otras medidas dirigidas a la eficiencia suponen una reducción de la factura energética que compensa con creces esa mayor inversión inicial”, agregó.
El dormitorio de la propuesta pertenece a un piso en Girona. Todo el ‘Bloque 6×6’ con un programa de 35 pisos lo planteó Bosch Capdeferro, estudio que ideó una estructura híbrida compuesta por paneles de madera CLT de pino radiata, así como por madera laminada en pilares y vigas de la misma especie, de Egoin.
¿Cómo es el sistema de estos edificios?
El GLULAM (madera laminada encolada) y el CLT (madera contralaminada) son materiales técnicos avanzados de construcción en madera, es decir, madera especialmente tratada en fábrica para construir.
Ambos materiales se utilizan por su alta resistencia y capacidad estructural, pero se diferencian en su composición y en la disposición de las capas que los forman.
“Sin entrar en detalles muy técnicos, podríamos decir que la madera GLULAM utiliza láminas de madera encoladas en capas paralelas y se utiliza para vigas y columnas de gran longitud. Mientras que en la madera CLT las capas están dispuestas de forma cruzada, lo cual la hace más adecuada para paredes y techos”, explica Iñaki.
En la imagen, madera CLT de Egoin, todavía en la fábrica.
La promoción ‘Tomás Bretón’, en Madrid capital
‘Tomás Bretón’ es un innovador proyecto residencial de cinco plantas y 20 viviendas, construido con estructura de madera CLT en el barrio de Arganzuela de Madrid, muy cerca de Matadero y Madrid Río.
Es un edificio de covivienda, es decir, que fomenta una vida comunitaria sostenible y de alta calidad, con espacios compartidos como una terraza de 105 m² en la azotea, salas comunes multiuso, un patio, jardín, taller de bicicletas o lavandería, que promueven la interacción entre vecinos. En la imagen vemos un render de esta promoción de viviendas.
Además de su diseño vanguardista en madera, ‘Tomás Bretón’ está totalmente electrificado y tiene un mínimo consumo energético gracias a su diseño eficiente. Cuenta con una instalación fotovoltaica de 31,5 kWp en la azotea, lo que garantiza que el edificio funcione con muy poca energía externa y sin emitir ningún gramo de CO2. Esto lo convierte en un edificio con certificado CO2 nulo.
“Cuando el edificio esté acabado a finales de este año, marcará un hito en Madrid, con un nuevo estándar en términos de sostenibilidad y convivencia. Además, no será el único, también a finales de 2024 acabamos los trabajos en ‘Pirita’, otra promoción de Distrito Natural con características muy similares en el barrio de Usera. Este es nuestro (de momento, pequeño) granito de arena para poner a Madrid a la altura de otras capitales europeas”, concluye Iñaki.
El impulso del uso de la madera en construcción
Una buena noticia es que la madera se está haciendo un hueco en el país como material para edificar, de hecho, el aumento de la demanda está impulsando nuevas fábricas de madera para construcción en el país. Egoin, Xilonor (perteneciente a Finsa)… En la imagen superior, la zona de día de un hogar cuya arquitectura ideó el estudio Bunyesc Arquitectes. Este piso forma parte de un bloque de 12 viviendas en madera construidas en Dosrius (Barcelona).
Desde luego, “estamos viviendo un importante impulso en el uso de la madera como material de construcción en nuestro país, que hasta ahora resultaba muy discreto, especialmente en comparación con otros países. La apertura de nuevas fábricas y valorización de los bosques es una excelente noticia”, opina Iñaki.
Además, a quienes trabajan con este material les permite obtener productos cada vez de una mayor calidad y de cercanía, lo que repercute positivamente en la economía local. En definitiva, es una gran oportunidad de transformación.