La Corte Internacional de Justicia se prepara para emitir su primera opinión consultiva sobre el cambio climático, una decisión que podría redefinir las obligaciones de los gobiernos en materia ambiental. Manuel Pulgar-Vidal, Líder Global de Clima y Energía en WWF Internacional, analiza el impacto que esta resolución tendrá en la lucha contra la crisis climática y en la protección de los derechos humanos.
La Haya, 18 de agosto de 2024. En un momento crítico para la lucha global contra el cambio climático, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) se encuentra en proceso de emitir su primera opinión consultiva sobre este tema, una decisión que podría llegar a finales de este año o a principios de 2025.
Este dictamen, solicitado en 2023 por la Asamblea General de las Naciones Unidas tras una campaña liderada por la República de Vanuatu, podría tener profundas repercusiones en las obligaciones internacionales de los gobiernos para combatir el cambio climático y proteger a las poblaciones más vulnerables.
Hasta el momento, 91 países han presentado sus alegatos ante la CIJ, marcando un récord en la historia de la corte. Este alto nivel de participación subraya la trascendencia de la decisión que está por venir y refleja la creciente atención mundial sobre las responsabilidades legales de los Estados en la protección del clima.
Un momento decisivo para la justicia climática
Con los impactos del cambio climático intensificándose en todo el mundo, la utilización de herramientas legales se vuelve cada vez más crucial para asegurar que los gobiernos cumplan con su deber de proteger el clima, la naturaleza y a sus ciudadanos. La petición de la Asamblea General a la CIJ reconoce explícitamente el origen antropogénico del cambio climático y las graves consecuencias de los fenómenos meteorológicos extremos, como la acidificación de los océanos, el aumento del nivel del mar, las sequías y las inundaciones. Ante esto, las soluciones deben provenir de la acción conjunta de gobiernos, empresas y sociedad civil.
La opinión consultiva de la CIJ podría reforzar el principio fundamental del Derecho Ambiental: «quien contamina, paga». Además, se espera que el fallo vincule de manera más sólida los esfuerzos contra el cambio climático con la protección de los derechos humanos, un avance crucial en la lucha por el reconocimiento del cambio climático como una amenaza directa a estos derechos. Un ejemplo reciente de este enfoque es el fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que en abril dictaminó que las políticas climáticas de Suiza violaban los derechos humanos de los demandantes.
El rol creciente de los Tribunales en la lucha climática
La decisión de la CIJ podría potenciar el papel de los tribunales en todo el mundo, impulsando la adopción de medidas urgentes sobre el cambio climático. Entre 2017 y 2023, los casos judiciales relacionados con el clima se duplicaron, forzando a gobiernos a revisar sus objetivos climáticos y cuestionando el desarrollo de combustibles fósiles. Este fenómeno, antes concentrado en América del Norte y Europa, se ha extendido a otras regiones. En Colombia, la Corte Suprema falló a favor de proteger la Amazonía, y en Perú, un agricultor busca responsabilizar a la gigante energética alemana RWE por los daños climáticos.
En las últimas cuatro décadas, se han firmado numerosos acuerdos internacionales, como el Acuerdo de París, el Protocolo de Montreal y el Tratado Global de los Océanos, que imponen obligaciones a los gobiernos para proteger el medio ambiente. Sin embargo, el cumplimiento de estos acuerdos ha sido insuficiente. La opinión consultiva de la CIJ podría aclarar y reforzar las responsabilidades estatales en la protección del sistema climático global, particularmente en relación con los pequeños estados insulares y las naciones más pobres, que son las más vulnerables a los efectos del cambio climático.
Además, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha pedido a la CIJ que considere la responsabilidad de los Estados hacia las generaciones futuras. Esto podría resultar en mayores recursos destinados a la adaptación, la resiliencia y la compensación por las pérdidas y daños causados por el cambio climático.
Clima y biodiversidad: un vínculo inseparable
Finalmente, se espera que la opinión de la CIJ subraye la obligación de los gobiernos de proteger y restaurar la naturaleza como parte integral de sus compromisos climáticos. La biodiversidad es crucial para mitigar el cambio climático, pero también está amenazada por el calentamiento global. WWF ha instado a la CIJ a considerar el clima y la biodiversidad como un todo, un enfoque que podría establecer un precedente esencial para futuras decisiones judiciales a nivel regional y nacional.
La esperada opinión consultiva de la CIJ representa un paso crucial en la lucha global contra el cambio climático, con el potencial de fortalecer el marco legal internacional y asegurar un futuro más sostenible y justo para todos.
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(*) Sobre Manuel Pulgar-Vidal
Manuel Pulgar-Vidal es el Líder Global de Clima y Energía del Fondo Mundial para la Naturaleza, WWF Internacional y es presidente de la Comisión de Crisis Climática de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza – UICN. Tiene más de 35 años de experiencia en derecho y política ambiental. Fue Ministro del Ambiente de Perú (2011 a 2016) y Presidente de la Vigésima Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático – COP20 en 2014.