A nivel mundial, el informe revela que los delitos contra la vida silvestre afectaron a alrededor de 4.000 especies de flora y fauna en 162 países y territorios entre 2015 y 2021. Aproximadamente 3.250 de estas especies están protegidas por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). Además, especies menos conocidas, como orquídeas raras, suculentas, reptiles, peces, aves y mamíferos, han sufrido impactos significativos debido al tráfico de vida silvestre.
Fuente: Naciones Unidas – UNODC
VIENA (Mayo 2024) .- La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) presentó el nuevo Informe Mundial sobre los Delitos contra la Vida Silvestre y los Bosques 2024, resaltando la persistencia del tráfico de vida silvestre a pesar de dos décadas de esfuerzos concertados.
Aunque se han logrado avances en la reducción de los impactos en especies emblemáticas como elefantes y rinocerontes, el informe subraya que el problema no ha disminuido sustancialmente y requiere una acción más contundente.
“ Se requiere una acción más concertada para abordar tanto la oferta como la demanda, aplicar eficazmente la legislación y mejorar la investigación y el seguimiento”, indica la directora ejecutiva de UNODC, Ghada Waly.
“Los delitos contra la vida silvestre infligen daños incalculables a la naturaleza y amenazan medios de subsistencia, salud pública, buena gobernanza y la capacidad de enfrentar el cambio climático”, agregó.
Para abordar este desafío, se necesitan intervenciones consistentes y específicas tanto en la oferta como en la demanda de la cadena de tráfico de vida silvestre. Se subraya la necesidad de intervenciones consistentes y específicas tanto para la demanda como para la oferta de la cadena de tráfico de vida silvestre, así como esfuerzos para reducir los incentivos y las ganancias delictivas, y una mayor inversión en datos, análisis y capacidad de monitoreo, explicó la funcionaria.
El informe destaca que entre 2015 y 2021 se registraron incautaciones relacionadas con el comercio ilegal en 162 países y territorios, afectando a más de 4.000 especies de flora y fauna, incluyendo aproximadamente 3.250 especies protegidas por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Aunque algunas especies emblemáticas como elefantes y rinocerontes han experimentado una disminución en la caza furtiva y los precios en el mercado ilegal, otras especies menos conocidas como orquídeas raras, suculentas, reptiles, peces, aves y mamíferos también se ven afectadas, lo que contribuye a su extinción local o global.
El informe, además, resalta la interconexión de los delitos contra la vida silvestre con la delincuencia organizada transnacional, que opera en algunos de los ecosistemas más frágiles del mundo.
En su tercera edición, los expertos examinan las tendencias, los daños y los factores que impulsan el tráfico de especies silvestres protegidas, además de evaluar la efectividad de las intervenciones para combatir el comercio ilícito y proporcionar recomendaciones de políticas.
Los traficantes aprovechan las inconsistencias en la regulación y la aplicación de la ley, adaptando continuamente sus métodos para evadir la detección.
Para combatir este flagelo, el informe sugiere mejorar la calidad y la cobertura de los datos sobre incautaciones de vida silvestre, así como invertir en capacidad analítica y de datos a nivel nacional e internacional.
También insta a una atención política continua, restricciones más estrictas del mercado y la persecución de traficantes de alto nivel.
La persistencia del tráfico de vida silvestre subraya la necesidad urgente de una acción global coordinada para proteger la biodiversidad y los ecosistemas del planeta.