Últimas noticias

Opinión

Situación actual y perspectivas del sector forestal de la Argentina | El análisis de Jorge Bocchio

En un análisis del Ing. Agr. Jorge Bocchio, consultor privado y miembro de la comisión forestoindustrial del Consejo de Profesional de Ingeniería Agronómica – publicado en la revista CPIA Agropost- el profesional reflexiona sobre las ventajas comparativas del país para desarrollar la actividad forestal, con una diversidad geográfica y de clima como muy pocos en el mundo para su expansión, normativas de promoción y recursos humanos calificados. «Sin embargo, el sector no despega, entonces tenemos que analizar las causas», propone el autor.

 

BUENOS AIRES (Diciembre 2023).- La República Argentina es un país con una diversidad geográfica y de clima como muy pocos en el mundo. Además por su extensión se presenta para el tema forestal como una alternativa realmente interesante, más si tenemos en cuenta que no hay necesidad de cambiar una actividad por otra y ni siquiera de avanzar sobre el bosque nativo para realizar nuevas plantaciones forestales.

La superficie apta para forestar es más que suficiente para poder abastecer no una sino varias plantas celulósico papeleras por ejemplo, y sin avanzar sobre otras producciones. Hay trabajos que demuestran el potencial que tiene el sector tanto en lo económico como en lo social y ambiental.

Nuestros vecinos han encarado políticas para el desarrollo del sector y hoy ésto lo ha convertido en un jugador muy fuerte en sus economías ocupando una capacidad de generación de divisas que se encuentran entre sus principales rubros. Nosotros tenemos balanza comercial negativa y somos importadores de lo producido por nuestros vecinos.

Y aquí cabe la pregunta :¿por qué no desarrollamos el sector forestal si tenemos tantas ventajas comparativas?.

«Tenemos tierras, diversidad de climas lo que nos permite la forestación con una amplia variedad de especies, turnos de aprovechamiento cortos, conocimientos técnicos con universidades que forman ingenieros forestales, entre otros».

Además, como si lo expuesto fuera poco, hay vigentes regímenes de promoción a la actividad que otorgan tanto beneficios impositivos como económicos y no desde ahora sino desde hace muchos años y mejorándose continuamente.

A modo de ejemplo podemos citar en 1974 el Decreto 465/ 74 que otorgaba beneficios impositivos, en 1978 la Ley 21695 con beneficios fiscales y económicos, a partir de 1991 y hasta 1999 las resoluciones de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación con beneficios económicos y a partir del año 2000 la Ley 25080 y sus prórrogas que da beneficios económicos y fiscales.

Y a pesar de todo el sector no despega, entonces tenemos que analizar las causas.

¿Es la actividad forestal rentable?

Para nuestros vecinos parece que si, además reciben inversiones multimillonarias y nadie invierte si no está seguro de obtener ganancias. Si nuestros vecinos reciben estas inversiones ¿por qué nosotros no?

Por las crisis económicas, los cambios en las reglas de juego, la seguridad jurídica, los cortes de ruta, los bloqueos a las empresas y un antecedente no menos importante: el corte de un puente internacional por motivos ambientales.

Cuando el país gozó de estabilidad económica, baja inflación, la superficie forestada creció sostenidamente año tras años y se radicaron empresas. Todo hasta que la inflación se desbocó y las crisis volvieron. Con este panorama es difícil que el sector crezca.

Hoy foresta el que está en la actividad, pero no se incorporan nuevos actores, si no hay una industria cada vez más demandante es muy difícil que alguien se inicie en la forestación máxime si tiene que esperar diez años para recuperar su inversión y ganar.

El resultado es que se planta para reponer lo que se corta, aunque algunos opinan que el balance es negativo.

¿Qué pasa con la promoción a la forestación?

Para poder analizar la situación vamos a considerarla de acuerdo a los distintos grupos de beneficiarios:

> Grandes forestadores

Sólo tienen los beneficios fiscales y como es en base a los resultados no es algo que les interese. Muy pocas empresas solicitaron este beneficio, la demora en la aprobación de los mismos, además de los trámites a realizar desalientan y no justifican los beneficios a obtener.

> Medianos forestadores

Por la superficie que forestan anualmente acceden a los beneficios económicos (apoyo económico no reintegrable AENR) y a los beneficios fiscales especialmente el avalúo de reservas. Son empresas del sector que con o sin promoción van a seguir forestando simplemente porque esa es su actividad al igual que los grandes forestadores. Tienen inconvenientes con las demoras y los trámites pero perciben algún beneficio.

> Pequeños forestadores

Sólo pretenden el AENR. Este es tal vez el grupo más perjudicado.

Las exigencias de la reglamentación como las cuentas registradas, la diligencia debida, la inscripción en AFIP entre otras, aunque son entendibles complican más que nada a este grupo, que en general no cuenta con departamentos administrativos ni asesores contables y/o legales como en el caso de las empresas que los tienen como parte de su organización.

Si a ésto le sumamos que los montos que se pagan como beneficio, se ven tremendamente afectados por la inflación, que en teoría debían cubrir un 80% de los costos y en la realidad llegan a pagarse porcentajes muy inferiores.

Por ejemplo:

Los planes realizados en 2018 se comenzaron a pagar en 2019 (sólo 25 planes). La resolución de costos que se aplica en este caso es la 138/19 del 25/julio/ 2019 o sea que los valores son al 25 de julio de 2019 y no se tiene en cuenta el tiempo transcurrido desde la recolección de los valores de las distintas tareas e insumos y el tiempo de tramitación de la resolución en si. Pero el grueso se pagó en 2021 (118 planes), y 2022 (214 planes). En 2023 se aprobó el beneficio a 28 planes.

El monto aprobado en todos los casos es el que corresponde a los valores de la resolución citada (138/19) sin ningún tipo de actualización.

Resumiendo, por lo expuesto la Ley no cumple con su objetivo. A los grandes forestadores no les interesa u obtienen los beneficios por otros medios, los medianos forestadores aprovechan los beneficios aunque tienen los mismos inconvenientes respecto a los trámites y demora en los pagos y les interesa especialmente el avalúo de reservas y a los pequeños lo expuesto respecto a los pagos más los trámites le restan todo interés.

Un capítulo aparte son los pequeños, que reciben adelanto antes de realizar las tareas.

Respecto a los pagos es el mismo caso que lo citado anteriormente, y por la falta de asesoramiento, compra de insumos y otras consecuencias no llegan a realizar las tareas, lo que representa un problema para el organismo de aplicación que al no haber cumplido por parte del forestador debe solicitar el resarcimiento de los montos adelantados y en el caso de los forestadores que no se encuentran en una situación financiera capaz de devolver los montos recibidos mas aún, cuando esos montos se usaron para la compra de los insumos necesarios pero a pesar de ello la forestación no se logró.

Por lo dicho precedentemente es posible pensar que la promoción no resulta atractiva para nadie.

Teniendo en cuenta lo expuesto se hace necesario un amplio debate para ver como la promoción forestal alcance los objetivos propuestos con el agravante que estamos llegando al límite, dado que lo que se planta hoy es equivalente a lo que se corta o tal vez menos.

Otros aspectos 

Los distintos regímenes de promoción se aprueban por amplio consenso tanto de la parte privada como de la estatal. En el caso de las leyes se aprueban prácticamente por unanimidad. Cuando por distintas causas se derogó el régimen de promoción vigente (Ley N° 21695 de Crédito Fiscal), las provincias reaccionaron creando regímenes propios que fracasaron por falta de financiamiento por eso presionaron y la entonces Secretaría de Agricultura por medio de resoluciones estableció el Régimen de Promoción de Plantaciones Forestales RPPF.

El Congreso que aprueba las leyes, en este caso, se olvida de la misma cuando se trata del financiamiento y el Ministerio de Economía cuando manda el proyecto de Ley de Presupuesto lo primero que recorta es el monto destinado a financiar la promoción forestal.

Como consecuencia de esto es que los fondos resultan insuficientes y los pagos se siguen atrasando.

Si analizamos los distintos medios de promoción a la forestación vemos que es una constante evolución desde el crédito bancario BID-IFONA-BANCO NACION hasta la Ley N° 25080 y sus prórrogas.

El éxito de los mismos se vio claramente influido por la situación económica. En períodos de estabilidad y baja inflación el crecimiento de la superficie forestada fue en franco crecimiento llegando hasta superar las cien mil hectáreas pero cuando la situación económica se complica lo primero que se afecta es la promoción forestal que hasta se puede considerar como un indicador que anticipa la evolución de la economía.

En 2001 directamente se suspendieron los pagos y hoy los beneficios aprobados por resolución en 2022 recién terminaron de llegar a los beneficiarios en mayo de 2023 con la consecuente pérdida por efecto de la inflación sin contar que ya los montos se vieron afectados como planteara previamente.

 

Fuente: CPIA AGROPOST DICIEMBRE 2023

Artículos relacionados