En Finlandia desarrollaron tres formas de transformar la madera en fibras textiles sostenibles y fueron expuestos en el Foro Esenciales en Bioeconomía realizado en Santiago. También debatió en el evento las tensiones en el mercado de la madera ante la guerra entre Rusia y Ucrania. «Si hay más escasez de madera y los precios de la materia prima continúan al alza, las empresas pueden verse en dificultades, según advierten ya asociaciones europeas de la industria de la madera».
Fuente: La Voz de Galicia y Campo Galego
ESPAÑA (13/3/2022).- El foro Esenciales en Bioeconomía, que se celebra en Santiago, muestra que el futuro de la industria de la moda está en los bosques. «Hay que poner fin a tirar todos los días camiones llenos de ropa», aseguró Kirsi Terho, directora de cuentas de Infinited Fiber, una empresa finlandesa dedicada a elaborar nuevas fibras textiles reciclando las que ya usadas.
Consideró que «es hora de convertir la industria textil, una de las más contaminantes, en un sector sostenible, cuyos productos puedan ser reutilizados una y otra vez y no dejen ni rastro en el medio ambiente una vez haya terminado su vida útil. Y en esta línea de trabajo tiene mucho que decir la madera».
En esa misma línea, se manifestaron Pia Qvintus, directora de desarrollo comercial de Spinnova, y Marja Rissanen, investigadora en la Universidad de Aalto, en el congreso Esenciales en Bioeconomía que se celebra en Santiago. Empresas e investigadoras finlandeses llevan años trabajando para desarrollar nuevas fibras con base en la celulosa.
«Nuestro sueño es acabar con que se tire tanta ropa», insistió Terho, quien también aseguró que las grandes empresas textiles están cada vez más interesadas en utilizar fibras recicladas. En eso se ha especializado su empresa, en elaborar una nueva fibra con base de celulosa reciclando prendas de ropa ya usadas. Infinna, que así se llama su producto es «un nuevo tipo de fibra con tacto de algodón, es suave».
Sin embargo, es totalmente biodegradable, en su elaboración se utilizan solo ingredientes naturales y su producción requiere de mucha menos agua que, por ejemplo, la del algodón. Con este tipo de fibra han diseñado ya diversas telas y prendas de ropa, incluidos tejidos vaqueros.
Actualmente, la firma está trabajando en la construcción de una nueva fábrica que podrá producir 30.000 toneladas de este material al año. «Necesitamos escalar la producción para poder abastecer a nuestros clientes», añadió, porque hay demanda. Y explicó que estos materiales no serán mucho más caros que los actuales y que su durabilidad, en cambio, será muy similar.
Eucalipto de Brasil
Spinnova es otra empresa finlandesa que también ha diseñado nuevas fibras textiles. «Nuestro proyecto está basado en la idea de cómo la araña construye su seda», explicó Pia Qvintus. Su material base es la pulpa de madera y en el proceso de producción no se produce ningún residuo e incluso el agua que se emplea puede volver a reutilizarse.
Además, en este proceso pueden utilizarse otros materiales base, como las fibras textiles recicladas, restos de la agricultura y de pieles y hasta papel de periódico. Su principal materia prima procede del eucalipto de Brasil, donde tiene un acuerdo con la empresa Suzano para que les abastezca de toda la materia prima que van a precisar para sus nuevas fábricas, pues tiene proyectado un crecimiento exponencial en los próximos diez años para producir un millón de toneladas de fibra.
«Necesitamos que la pulpa esté refinada y por eso Suzano hacen pulpa para nosotros», añadió Qvintus. Su fibra es completamente biodegradable y no generará nunca microplásticos y, de nuevo, utiliza muy poca agua en su elaboración. Ya han diseñado desde ropa de la marca Adidas hasta mochilas.
Ionncell son las fibras que han diseñado en la Universidad de Aalto, en Helsinki, donde llevan años investigando estos nuevos materiales. En este caso, el producto se elabora en una operación de bucle cerrado que utiliza biomasa virgen de coníferas o frondosas como materia prima. «Nuestro producto puede usar pulpa de celulosa o fibras textiles y no emplea productos químicos dañinos con el medio», aseguró la investigadora Marja Rissanen.
«Partimos de la celulosa molida, que se mezcla con un líquido iónico, se disuelve, se filtra y cuando esos filamentos emergen, dan lugar a una fibra muy resistente», añadió. El resultado es un material suave, que absorbe la humedad, de tacto agradable y biodegradable.
En Finlandia tienen muy claro que el futuro de la industria textil está en la madera. «Hay muchas soluciones en la industria de la celulosa, solo tenemos que ser curiosos», añadió Terho. «La celulosa es el polímero más abundante, es renovable y puede ser un sumidero de carbono», concluyó Rissanen.
El impacto de la guerra Rusia-Ucrania en el mercado de la madera
El sector de la madera acumula más de medio año de fuertes tensiones de mercado, con una demanda internacional creciente, lo que llevó a que se hayan disparado los precios en toda la cadena de la madera, sobre todo en el mercado de coníferas. En el sector, existe temor a que la guerra de Ucrania agrave el escenario. Si hay más escasez de madera y los precios de la materia prima continúan al alza, las empresas pueden verse en dificultades, según advierten ya asociaciones europeas de la industria de la madera.
En Galicia, la situación se analizó estos días en el Foro Esenciales en Bioeconomía, que abordó las tendencias de presente y futuro en la industria forestal y de la madera. En el Foro, Genoveva Canals, coordinadora de Unemadera, la confederación de asociaciones empresariales del sector, abrió un debate a partir de los datos de mercado de FAOstat.
Importaciones
Desde Rusia, Ucrania y Bielorrusia, la Unión Europea (28) venía importando madera y productos forestales por un importe superior a los 2.500 millones de euros anuales. Las principales partidas en valor correspondían a la madera aserrada, principalmente de coníferas, y a los contrachapados, en tanto en volumen destacaban los más de 3 millones de toneladas de madera en rollo (coníferas y frondosas) que exportaba Rusia cada año, principalmente con destino a Finlandia. A esos productos le hay que añadir, en menor medida, pasta de papel, chapas y leñas.
Los países con mayores relaciones comerciales eran Finlandia, Polonia, Alemania y Estonia, con un total de 10 países de la UE con importaciones superiores a los 100 millones de euros. Pero independientemente de los países y sectores que son los primeros afectados, desde el sector se advierte de que la interrelación natural de los mercados de la madera hace que la propagación de los efectos sea muy compleja, con lo que zonas lejanas como Galicia podrían verse afectadas.
Tras el inicio de la guerra de Ucrania, las sanciones sobre las exportaciones rusas y bielorrusas, con las correspondientes contrasanciones que se esperan de Rusia, bloquean esas exportaciones. Tal escenario supone una nueva vuelta de tuerca en el mercado de la madera, si bien, también hay que precisar que desde enero de 2022 las exportaciones rusas ya estaban muy restringidas.
Dadas las tensiones en el mercado de la madera, Rusia había prohibido a partir de enero la exportación de madera en rollo (troncos) y había aumentado los aranceles para la exportación a la Unión Europea de madera aserrada.
Trazabilidad, energía y bioeconomía
Según publicó Campo Galego, en el Foro Esenciales en Bioeconomía, Genoveva Canals, de Unemadera, se propuso tres cuestiones a debate. Primera, el aumento de las exigencias que previsiblemente habrá sobre la trazabilidad de la madera, de cara a garantizar el cumplimiento de las restricciones sobre el mercado ruso.
En segundo lugar, Canals aludió al impacto que puede tener en la madera una crisis energética en Europa, pues ese escenario podría llevar a que se destinara más madera para biomasa, es decir, para quemar, con el consiguiente impacto en la disponibilidad de materia prima de la industria, en especial de la de tablero.
Por último, un tercer interrogante apunta a una cuestión más estratégica, el impacto de la crisis en la economía general y en el consumo de productos forestales. ¿Será la bioeconomía y la lucha contra el cambio climático una víctima del conflicto?, se preguntó Canals.
Entre las ponentes que intervinieron en el debate, se subrayó la importancia de mantener el actual aprovechamiento sostenible de los montes europeos, un modelo de aprovechamiento que, a partir de un mayor cuidado sanitario de las masas y de la ejecución de clareos adecuados, puede permitir una cierta mayor disponibilidad de madera.
El Foro Esenciales en Bioeconomía, que se ha celebrado en Santiago, abordó el posible impacto del conflicto de Ucrania en el sector forestal. Rusia, Bielorrusia y Ucrania exportaban cada año a la UE madera serrada, contrachapados, pasta de papel y rolla por importe de 2.500 millones de euros
El sector de la madera acumula más de medio año de fuertes tensiones de mercado, con una demanda internacional creciente, lo que llevó a que se hayan disparado los precios en toda la cadena de la madera, sobre todo en el mercado de coníferas. En el sector, existe temor a que la guerra de Ucrania agrave el escenario. Si hay más escasez de madera y los precios de la materia prima continúan al alza, las empresas pueden verse en dificultades, según advierten ya asociaciones europeas de la industria de la madera.
En Galicia, la situación se analizó estos días en el Foro Esenciales en Bioeconomía, que abordó las tendencias de presente y futuro en la industria forestal y de la madera. En el Foro, Genoveva Canals, coordinadora de Unemadera, la confederación de asociaciones empresariales del sector, abrió un debate a partir de los datos de mercado de FAOstat.