Las universidades nacionales, incluida la de La Plata, forman a estudiantes en especialidades que luego no logran inclusión laboral. Un informe detalla que sobran médicos, abogados y contadores y escasean ingenieros.
Fuente: Hoy en la Noticia
BUENOS AIRES (10/11/2014).- En una clara falencia estratégica, en Argentina las universidades no están a la altura de las circunstancias: forman a la mitad de la cantidad necesaria en carreras científicas y tecnológicas y sobresaturan con profesionales médicos, abogados y contadores.
La desproporción entre los egresados de las carreras estratégicas y no estratégicas para la formación del país está bien marcada. Por ejemplo, mientras que por año en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) se reciben 241 ingenieros, 68 ingenieros agrónomos y forestales y 7 astrónomos y geofísicos, en la Facultad de Derecho se reciben más de doble de todas esas carreras juntas: por año, de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, salen 797 nuevos abogados. En tanto, egresan 410 psicólogos, cifra que duplica la cantidad de nuevo ingenieros.
Otro dato preocupante, según las últimas estadísticas que forman parte de la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación, la UNLP tiene una matrícula anual de unos 19.400 ingresantes, mientras que egresan unos 5.800. Es decir, uno de cada cinco.
En la actualidad, en el mercado laboral local las ingenierías, las ciencias exactas y las carreras asociadas con las nuevas tecnologías son las más demandadas. La necesidad de estas profesiones ha aumentado en los últimos años y, en muchos casos, la empleabilidad de los egresados está prácticamente garantizada. Sin embargo, los argentinos que tienen la fortuna de poder llegar al nivel universitario, en la mayoría de los casos priorizan los gustos a las necesidades del mercado y el país lo sufre.
Myriam Feldfeber, profesora de Política Educacional las Facultades de Filosofía y Letras y de Ciencias Sociales de la UBA, habló con Hoy y señaló que “falta planificación, es un problema cómo articular el libre acceso, la libertad de cada persona para elegir la carrera que quiere estudiar con las carreras en las que faltan profesionales en función de las prioridades del modelo de desarrollo del país» .
“El gobierno – agregó la especialista- debería diseñar una política integral que incluya a la escuela secundaria y a las universidades para poder reorientar hacia esas carreras científicas y tecnológicas, proveer información sobre el funcionamiento de las carreras, sobre la inserción laboral y promover el ingreso a esas orientaciones a través de políticas específicas. Se está avanzando en este sentido pero aún falta mucho”.
Duplicar ingenieros, una necesidad
La Argentina necesita duplicar la cantidad de graduados de las carreras científicas y tecnológicas. Entre las ingenierías, las ramas Eléctrica, Mecánica, Textil, Naval y Petróleo están entre las más solicitadas. Es que son los ingenieros los que están capacitados para dar respuesta a desafíos como el cambio climático global, el desarrollo y la creación de riqueza y la provisión de energía, los problemas de vivienda, transportes y comunicaciones.
Asimismo, las carreras de Agronomía son de una importancia vital para nuestro país, ya que implican el conocimiento de saberes relacionados con los recursos naturales.
No los dejan terminar
Respecto a los motivos por los cuales los estudiantes eligen en menor proporción las carreras de ingeniería, Guillermo Oliveto, decano de la Universidad Tecnológica Nacional de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, estima que son tres las causas principales.
“Primero, la percepción de los jóvenes que se trata de disciplinas difíciles. Segundo, que efectivamente la carrera es ardua para aquellos que no han transitado un buen estudio secundario. En este sentido, los expertos coinciden en que la desaparición de la escuela técnica en los años 90 tuvo un impacto muy negativo. Y tercero, como estas carreras tienen una salida laboral del 100%, en los últimos años hay una gran deserción de alumnos que son captados por el mercado de trabajo y no llegan a recibirse”, indicó Oliveto.
Una deficiente orientación vocacional a secundarios
En Argentina la graduación en las carreras científicas y tecnológicas es apenas el 14% del total, mientras que en países como Corea y Finlandia estos graduados representan más del doble: el 30%.
Según estimaciones del Consejo Federal de Decanos de Ingeniería, en el país se gradúan 6.500 ingenieros cada año, una cifra inferior a la de países como Brasil y China, y que debería duplicarse para cubrir las necesidades del mercado.
A contramano de estas demandas, las carreras de Derecho, Administración, Medicina y Contabilidad encabezan desde hace más de diez años el ranking de las más elegidas, pero en las primeras tres el mercado ha alcanzado un punto de “saturación” (la demanda está cubierta).
A la hora de elegir la carrera falta conciencia entre los jóvenes sobre cuáles son las profesiones con mejores oportunidades. Por lo tanto será clave que los egresados de nivel medio realicen un adecuado proceso de orientación vocacional, profundizando en sus intereses y motivaciones personales, pero también indagando en qué es lo que necesita el mercado.