Los representantes de las comunidades guaraníes manifestaron que apoyan la obra porque consideran que es necesaria. Sería de tierra y con acceso restringido

Fuente: Diario Primera Edición
Posadas(22/3/2014).-. Los caciques de las comunidades mbyá guaraní que habitan el lote 8 del Parque Provincial Moconá de la Reserva de Biosfera Yabotí solicitaron al Ministerio de Ecología de la Provincia la apertura inmediata de un camino que permitirá que los integrantes lleguen de manera más rápida hasta la ruta, sobre todo al momento de requerir atención médica.
Los caciques insistieron con el pedido de que se abra el camino por el cual esperan, según manifestaron en un escrito, hace dos años luego de que un grupo de guardaparques se mostraran contrarios a la apertura de la arteria en medio del parque, por lo cual argumentaron que la intención de una organización y empresas -por el momento frenada- sólo responde a ciertos intereses que nada tiene que ver con el bien común, con un “impacto negativo” hacia el parque.
Los jefes de las comunidades insistieron en que están a favor del camino que les permitirá “ahorrar”cuatro horas de viaje para llegar hasta la ruta.
En ese sentido, en el escrito elaborado después del encuentro entre el 16 y 20 de marzo manifestaron que: En primer lugar debemos dejar en claro que nuestro pueblo ha cuidado la selva durante siglos y que tenemos el mismo interés de preservación que los guardaparques, esa selva hoy estaría destruida si no fuera por el accionar de las comunidades que allí habitan.
“La recuperación del lote 8, lindante al Parque Provincial Moconá amplia área protegida de 1.000 hectáreas que tiene este parque en cuatro veces 5.000 hectáreas. Algo que parece no ser tomado en cuenta por quienes dicen proteger el PPM, ya que el territorio recuperado se transforma en zona intangible por acuerdo de las partes” manifestaron los caciques que firmaron la nota, entre ellos Artemio Benítez. Lidio Da Silva, Sandro Velázquez, entre otros.
En ese sentido, los caciques remarcaron que “se han recuperado con título comunitario más de 3.600 hectáreas y las tres comunidades decidieron hacer una experiencia única con 420 hectáreas en condominio con la Fundación Naturaleza para el Futuro (FUNAFU), ecologistas de reconocida trayectoria”.
“Con este acuerdo, las comunidades conformaron, en pie de igualdad, una alianza público privada con el Ministerio de Ecología y RNR, FUNAFU y Moconá SA”, manifestaron para aclarar que se trata de decisiones propias y para nada impuestas por las organizaciones.
“Lo hicieron de forma libre luego de casi un año de negociaciones y consultas con toda la información previa necesaria, mejorando ampliamente la primera propuesta que los guardaparques les acercaron en el 2010”, indicaron.
Los integrantes de la “alianza” público-privada en su última reunión decidieron insistir en que se abra el antiguo camino utilizado tradicionalmente por las comunidades, “acción demorada por la actitud inconsulta y egoísta de unos pocos guardaparques. Se eligió este camino por ser el que menos impacto causa, el más directo, seguro y de posibilidad real de construcción”.
Acceso rápido y fácil
Según detallaron los caciques, el mencionado camino tendrá un ancho de tres metros y será de tierra y de tránsito restringido, permitirá no solo un fácil y rápido control por parte de las autoridades en caso que entren cazadores furtivos, sino también el acceso fácil de médicos y ambulancias. Como así también la salida de enfermos o accidentados y mujeres embarazadas que tienen que llegar al hospital con urgencia para tener sus hijos. Ya se vivieron tristes experiencias que no queremos que se repitan”.
Las diferencias
“La diferencia de los caminos propuestos por los guardaparques y el que decidieron los Mburuvicha en conjunto con los demás miembros de la Alianza, es de más de cuatro horas para llegar al asfalto y se torna intransitable en caso de lluvias. Desde que se firmó el 16 de abril de 2012- un grupo de guardaparques ha interferido para evitar que nuestros hermanos puedan salir de su territorio transitando de manera segura”, señalaron en clara oposición a la postura de los guardaparques que vigilan en área protegida.
“Sentimos que en el fondo lo que se busca es que queden encerrados y aislados, no somos pobres ni débiles como expresaron los guardaparques, tenemos capacidad de decisión y la ejercemos, ellos no son nuestra voz ni la de nuestros Hermanos”, subrayaron.
Sí a otras obras
Por su parte, los guardaparques que se oponen al camino, aclararon, que sí están a favor de otras obras de infraestructura que se realizaron y que están proyectadas dentro del Parque Moconá y que son de uso público: como restaurantes, pasarelas, centro de visitantes y acceso a embarcaciones entre otras”.
“Impacto negativo”
Un grupo de guardaparques que cumple funciones en el Parque Provincial Moconá presentó un escrito, en el cual, manifiestan el “alto impacto negativo” que significaría la apertura de un camino por el lote 8, que según consideran pertenece a “una extraña asociación conformada por comunidades indígenas vulnerables, una ONG extranjera y una empresa forestal entre otras”.
Los guardaparques sostienen que el camino beneficiaría “principalmente” al emprendimiento turístico de empresarios, en detrimento del medio ambiente.
Según los guardaparques, hace más de un año se enteraron de la construcción del camino y elaboraron un informe exigiendo los trámites legales necesarios para llevar a cabo este tipo de actividad dentro del parque, así como la elaboración de una evaluación de impacto ambiental.
El documento fue titulado “Análisis de los posibles impactos del Proyecto Vial dentro del Parque Moconá” y fue realizado por los guardaparques Víctor Soutus, Santiago Belliti, Antonio Millán y Leonardo Rangel Olivera.
Según los guardaparques que piden apoyo para frenar el nuevo intento de apertura, en esa oportunidad con el informe se logró parar en octubre de 2012 las tareas para abrir el camino de manera “clandestina y acelerada como preveía la empresa forestal”.
Insistieron en que los caminos ubicados en lugares de poco acceso terminan “beneficiando a los cazadores furtivos, más que a las autoridades de control”. Con esto refutan que beneficiaría a los guardaparques.



