«Si bien existen muchos inconvenientes y particularidades que condicionan al sector forestal y sus profesionales, también es cierto que siempre existen más oportunidades, y el Ingeniero Forestal debe aprender a generar y adaptarse a los cambios necesarios», consideró el presidente del Colegio de Ingenieros Forestales de Misiones, Hernán Patzer. En este sentido, remarcó que «los profesionales estan frente a la oportunidad de generar y ocupar espacios de poder institucional y de gobierno, como una instancia que le permitiría -junto a otras profesiones- orientar las Políticas de un modo más racional, apostando como siempre al presente y al futuro”, dijo.
Por Patricia Escobar
MISIONES (16/8/2013).- La humanidad creció y se desarrolló, alcanzó con los años un mayor bienestar en torno al uso y manejo de sus recursos naturales, entre ellos el bosque. Los bosques nativos y las plantaciones forestales generan un sinfín de productos y servicios para el bienestar del hombre, son una fuente laboral para el sustento de muchas familias y un recurso utilizado por todos. “La actividad forestal y foresto-industrial es una fuente genuina de elementos que facilita el crecimiento y desarrollo de sus comunidades, es una alternativa sustentable, amigable en lo social, ambiental y económico”, destaca el presidente del Colegio de Ingenieros Forestales de Misiones (Coiform), Hernán Patzer.
Si bien existen muchos inconvenientes y particularidades que condicionan al sector forestal y sus profesionales, también es cierto que siempre existen más oportunidades, y el Ingeniero Forestal debe aprender a generar y adaptarse a los cambios necesarios, remarcó el profesional.
En este sentido, Patzer además reflexionó que entre las tareas pendientes, se podría resumir que “el Ingeniero Forestal tiene en la actualidad una oportunidad muy interesante, la de generar y ocupar espacios de poder institucional y de gobierno, como una de otras instancias que le permitiría junto a otras profesiones orientar las Políticas de un modo más racional, apostando como siempre al presente y al futuro”, dijo. Por otro lado, agregó que “también los profesionales debemos lograr una mayor conciencia de la comunidad en general sobre los beneficios que genera y que aún puede generar más el sector foresto-industrial a nuestra querida Provincia”.
En el marco de la celebración que recuerda hoy por el Día Nacional del Ingeniero Forestal, el presidente del Coiform destacó que «se trata una profesión muy agradable, la queremos y acompañamos con nuestros corazones, somos apasionados por el equilibrio de conservación y producción, disfrutamos cuando vemos crecer una planta, cuando escuchamos un arroyo que atraviesa esa porción de bosque nativo o implantado, y nos alegra sentir que hacemos un bien por la humanidad. Pasaron 50 años desde que el primer colega egresó de una institución académoca en la Argentina, vayan mis felicidades a todos los Ingenieros Forestales y a todos los forestales del alma”, expresó.
Desafíos estratégicos
En diálogo con ArgentinaForestal.com, junto al vicepresidente del Coiform, Hugo Reis, quien acompaña en la conducción de la presidencia a Patzer en el período 2013-2015, analizaron la posición actual de la profesión en la provincia y el escenario laboral que enfrentan. Al respecto, señalaron que en los últimos años fueron ocupando y generando puestos, facilitando así mayor capacidad de gestión en diferentes instancias, “pero aún tenemos una oportunidad en desarrollar una mayor y necesaria participación de los Ingenieros Forestales a nivel institucional de Gobierno”, dijeron. A su vez, observaron que también hay una oportunidad para el desarrollo del profesional emprendedor, “y este es uno de nuestros objetivos a promover desde el Colegio”. Agregaron que muchas de estas cuestiones son excluyentes del Coiform, pero son tomadas como instancias de vínculo con otras instituciones, como por ejemplo la FCF-UNaM.
Con respecto a las exigencias de las empresas sobre la especialización de los profesionales forestales en la actualidad, explicaron que «hace unos años las necesidades puntuales estaban bien identificadas y, probablemente, en algunos pocos temas más bien técnicos; pero la alta velocidad y disponibilidad de la información en la actualidad plantea un cambio de formas de trabajo, por lo tanto entendemos que lo que se espera de un Ingeniero Forestal es que sepa afrontar los desafíos y gestionar las soluciones que mejor se adapten al sistema o proceso en el momento de tratamiento, generar o encontrar alternativas, afrontar los cambios necesarios ya sea en líneas de trabajo dura o blandas».
Consideraron que «la información, los paradigmas cambian. Un día trabajamos de una manera, pero tal vez después lo tengamos que hacer de otra manera, siempre con un objetivo bien claro como el sector forestal lo hace ya desde hace muchos años, en beneficio del sector y la comunidad en general. Por otra parte, hay temas puntuales que estamos señalando desde hace un tiempo que son necesarios la especialización, como ser bio-energía, evaluación de impacto ambiental (un tema urgente y que no tiene que ver solamente con los proyectos forestales sino con toda obra humana), el manejo del bosque considerando todos sus posibles servicios y recursos; y muy especialmente, la generación del conocimiento concreto en el rol del bosque, tanto implantado como nativo, en la conservación de nuestros recursos y el mantenimiento de los ciclos vitales», enumeraron.
Rige nuevo Código de Ética
El Colegio de Ingenieros Forestales de Misiones (Coiform) aprobó este año el nuevo Código de Ética que regirá para los profesionales matriculados. “Desde la conformación del Colegio y hasta la fecha se utilizó como referencia de acción el Código de Ética del Consejo Profesional de Arquitectura e Ingeniería. “En adelante avanzamos con un Código de Ética propio de la profesión y constituye un compromiso de honor para quienes ostentan el título de Ingeniero Forestal en Misiones”, explicó Patzer.
El Código incluye criterios y conductas para el ejercicio profesional «en el marco de responsabilidad y dignidad que la sociedad demanda, como también de un respeto irrestricto a los principios del desarrollo sustentable». Es decir que «abarca aspectos relacionados a la responsabilidad social, ambiental, y de la práctica técnica y profesional. Estará regulado por el Consejo Directivo y un Tribunal de Disciplina.