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El gobernador, Maurice Closs, destacó que las cooperativas ocupan un rol central en el proyecto de provincia que impulsa el Gobierno. Desde la cooperativa de trabajadores que operará la fábrica confiaron en lograr rentabilidad. La entrega del crédito se hizo en el marco del Congreso General Cooperativo 2009 que se realizó en Posadas.
Fuente: Misiones On Line
MISIONES (23/11/2009).- El acto de apertura del Congreso de Cooperativas, que se llevó a cabo ayer en el Centro de Convenciones de Posadas, el gobernador Maurice Closs entregó el primero de los tres millones de pesos del crédito comprometido para la reactivación de la añeja planta celulósica de Puerto Piray, que será operada por sus propios trabajadores. “Por primera vez en la historia serán artífices de su propio destino”, destacó el mandatario, quien además reafirmó a la defensa del sistema cooperativo como política de estado del gobierno provincial. Los operarios deberán devolver los tres millones a la comuna de Piray, que conformará con ese dinero un fondo rotatorio para financiar actividades productivas. De su lado, el otrora dirigente sindical y ahora presidente de la cooperativa que conformaron los obreros para recuperar la fábrica, Mario Escurra, estimó que en un plazo máximo de treinta días estarían produciendo nuevamente. El último escollo que queda es garantizar el abastecimiento de energía eléctrica. Con ese objetivo, los trabajadores se reunirán la semana próxima con representantes de la prestataria -la Cooperativa Eléctrica Montecarlo Limitada (Ceml)- en búsqueda de un acuerdo. Escurra consideró que el proyecto es económicamente viable. El desafío no es menor, ya que los trabajadores deberán llevar adelante con éxito, la misma tarea en la que fracasaron los anteriores administradores de la celulósica. Contra el estigma Aunque la fábrica carga con el estigma de ser ineficiente en sus procesos productivos y altamente contaminante, Escurra fue optimista respecto a la posibilidad de alzanzar rentabilidad. Consideró que las condiciones son ahora mucho más favorables que las que llevaron al último cierre de la planta, hace un año y cuatro meses. Explicó que la lenta recuperación del mercado internacional tras la crisis, llevó al precio de la pasta de 480 dólares por tonelada, al momento del cierre de PCP, a alrededor de 640 dólares en la actualidad. Los costos también serán menores a los que enfrentó la última empresa que se hizo cargo de la planta: los precios de los insumos cayeron, la tonelada de azufre -por ejemplo- bajó de 1.400 a 450 dólares, mientras que los costos salariales también se redujeron ya que los propios trabajadores accededieron a reducir sus sueldos a la mitad por seis meses. Con ese escenario, Escurra estimó que con una producción diaria de 40 toneladas de pasta se alcanzarían a cubrir los costos operativos y con una de 60, se garantizaría un buen funcionamiento. Indicó que la fábrica tiene una capacidad productiva máxima de 70 toneladas por día, que podría elevarse a 100 con una inversión de dos millones de pesos destinada a mejorar los sistemas productivos. Aseguró además que la demanda para lo que pueda producir la planta está asegurada e indicó que ya tienen un pedido de 3.000 toneladas de pasta. De su lado, Closs se mostró confiado en la viabilidad del proyecto en el corto plazo, pero advirtió que “cualquiera con dos dedos de frente, se da cuenta de que si no se ponen varios millones de dólares, más temprano que tarde o más tarde que temprano, a esa planta hay que cerrarla”. Reconoció además el alto impacto ecológico que genera la fábrica. “Todos sabemos y no hay que negarlo, que tiene problemas de no ser amigable con el medioambiente”, indicó.
